AN 3,100 Pansadhovaka Sutta – Discurso sobre el limpiador de suciedad

El Buda compara purificación del oro con la purificación de la mente.


[Leer en pali]

[100] «Existen estas impurezas en el oro: arena sucia, gravilla y polvo. El limpiador de la suciedad, o su aprendiz, habiendo colocado el oro en una cuba, lo lava una y otra vez hasta que se las lleva por completo.

 

«Cuando se ha deshecho de ellas, quedan impurezas moderadas: arena gruesa y polvillo fino. Él lava el oro una y otra vez hasta que se las lleva por completo.

 

«Cuando se ha deshecho de ellas, quedan impurezas finas: arena fina y polvo negro. El limpiador de la suciedad, o su aprendiz, habiendo colocado el oro en una cuba, lo lava una y otra vez hasta que se las lleva por completo.

 

«Cuando se ha deshecho de ellas, solo queda el polvo de oro. El orfebre o su aprendiz, habiéndolo colocado en un crisol, lo golpea una y otra vez para deshacerse de la escoria. El oro, hasta que no se le golpea una y otra vez hasta el punto en el que ya no hay impurezas, hasta que no está refinado y libre de escoria, no es flexible, maleable o luminoso. Es quebradizo y no está listo para ser trabajado. Pero llega un punto en el que el orfebre o su aprendiz lo han golpeado una y otra vez hasta que se deshacen de la escoria. El oro, habiendo sido golpeado una y otra vez hasta que ya no hay impurezas, está entonces refinado, libre de escoria, flexible, maleable y luminoso. No es quebradizo, y está listo para ser trabajado. Entonces, cualquier adorno que se le ocurra, ya sea un cinturón, un pendiente, un collar o una cadena dorada, el oro servirá a sus propósitos.

 

«De la misma manera, existen estas impurezas burdas en un monje resuelto en elevar su mente: mala conducta corporal, verbal y mental. Estas el monje, consciente y capaz por naturaleza, las abandona, destruye, disipa y borra de la existencia. Cuando se ha deshecho de ellas, permanecen en él impurezas moderadas: pensamientos de sensualidad, animadversión y crueldad. Estas las abandona, destruye, disipa y borra de la existencia. Cuando se ha deshecho de ellas, permanecen en él impurezas finas: pensamientos sobre su casta, pensamientos sobre su barrio, pensamientos relacionados con no querer ser despreciado. Estas las abandona, destruye, disipa y borra de la existencia.

 

«Cuando se ha deshecho de ellas, solo quedan pensamientos del Dhamma. Su concentración no es tranquila ni refinada, no ha alcanzado todavía la serenidad ni la unidad, y se mantiene por la aplicación de una fuerte restricción. Pero llega un punto en el que su mente se vuelve firme internamente, se estabiliza, se unifica y concentra. Su concentración es tranquila y refinada, ha alcanzado la serenidad y la unidad, y ya se mantiene por la aplicación de una fuerte restricción.

 

«Y entonces, sea cual sea el conocimiento superior al que él dirige su mente para conocer y desarrollar, lo puede presenciar por sí mismo cuandoquiera que haya una apertura.

 

«Si quiere, ejercerá múltiples poderes sobrenaturales. Habiendo sido uno, se convertirá en muchos; habiendo sido muchos, se convertirá en uno. Aparece. Desaparece. Atraviesa sin trabas paredes, murallas y montañas como si fueran espacio. Bucea dentro y fuera de la tierra como si fuera agua. Camina sobre las aguas sin hundirse como si fuese tierra firme. Sentado con las piernas cruzadas, vuela en el aire como un ave con alas. Con su mano toca y acaricia hasta el sol y la luna, tan impresionantes y poderosos. Ejerce influencia con su cuerpo hasta en los mundos de Brahma. Puede presenciar esto por sí mismo cuandoquiera que haya una apertura.

 

«Si quiere, oye, por medio del elemento auditivo divino, purificado y sobrepasando al humano, ambos tipos de sonidos, divinos y humanos, ya sean cercanos o lejanos. Puede presenciar esto por sí mismo cuandoquiera que haya una apertura.

 

«Si quiere, conoce la consciencia de otros seres, otros individuos, habiéndola abarcado con su propia consciencia. Distingue una mente con pasión como una mente con pasión, y una mente sin pasión como una mente sin pasión. Distingue una mente con aversión como una mente con aversión, y una mente sin aversión como una mente sin aversión. Distingue una mente con ignorancia como una mente con ignorancia, y una mente sin ignorancia como una mente sin ignorancia. Distingue una mente restringida como una mente restringida, y una mente dispersa como una mente dispersa. Distingue una mente exaltada como una mente exaltada, y una mente no exaltada como una mente no exaltada. Distingue una mente superada [aquella que no está a su nivel más elevado] como una mente superada, y una mente insuperable como una mente insuperable. Distingue una mente concentrada como una mente concentrada, y una mente desconcentrada como una mente desconcentrada. Distingue una mente liberada como una mente liberada, y una mente no liberada como una mente no liberada. Puede presenciar esto por sí mismo cuandoquiera que haya una apertura.

 

«Si quiere, recuerda sus múltiples vidas pasadas (literalmente: hogares pasados), esto es, un nacimiento, dos nacimientos, tres nacimientos, cuatro, cinco, diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta, cien, mil, cien mil, muchos eones de contracción cósmica, muchos eones de expansión cósmica, muchos eones de contracción y expansión, [recordando]: ‘Allí tuve tal nombre, pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal era mi alimento, tal mi experiencia del placer y dolor, tal el final de mi vida. Y falleciendo desde aquel estado, surgí de nuevo allí. Allí también tuve tal nombre, pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal era mi alimento, tal mi experiencia del placer y dolor, tal el final de mi vida. Falleciendo desde aquel estado, surgí de nuevo aquí’. Así él recuerda sus múltiples vidas pasadas en sus modos y detalles. Puede presenciar esto por sí mismo cuandoquiera que haya una apertura.

 

«Si quiere, ve, por medio del ojo divino, purificado y sobrepasando al humano,  seres muriendo y reapareciendo, y distingue cómo son inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados, de acuerdo con su kamma: ‘Estos seres, que estaban dotados de mala conducta corporal, verbal y mental, que insultaban a los nobles, sostenían opiniones incorrectas y emprendían acciones bajo la influencia de opiniones incorrectas, con la desintegración del cuerpo, después de la muerte, han reaparecido en el plano de la privación, el destino incorrecto, los reinos inferiores, en el infierno. Pero estos seres, que estaban dotados con buena conducta corporal, verbal y mental, que no insultaban a los nobles, que sostenían opiniones correctas y emprendían acciones bajo la influencia de opiniones correctas, con la desintegración del cuerpo, después de la muerte, han reaparecido en buenos destinos, incluso en el mundo celestial’. Así -por medio del ojo divino, purificado y que supera al ojo humano- ve seres morir y reaparecer, y distingue cómo son inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados, de acuerdo con su kamma. Puede presenciar esto por sí mismo cuandoquiera que haya una apertura.

 

«Si quiere, entonces a través del fin de los efluentes mentales, permanece en la liberación de la consciencia y el conocimiento de la liberación, libres de efluentes, habiéndolas conocido y hecho manifestas por sí mismo en el aquí y ahora. Puede presenciar esto por sí mismo cuandoquiera que haya una apertura.»

 


FUENTES:
 

THANISSARO BHIKKHU [en línea] Pansadhovaka Sutta: The Dirt-Washer.   http://www.accesstoinsight.org/tipitaka/an/an03/an03.100.01-10.than.html (3/07/2010)


Traducido del inglés por Pablo Catalán Fernández para Bosque Theravada, 2011

Edición de Bosque Theravada, 2011