De-percepción

Cuando nos sentamos a meditar, usualmente traemos un montón de cuestiones relacionadas con lo que es nuestra percepción, cómo es nuestra experiencia meditativa o cómo la misma debería ser. Como meditadores, nuestra tarea consiste en aprender a plantear las preguntas correctas: preguntas que nos ayudarán a penetrar una capa tras otra de estas falsas nociones preconcebidas. Este artículo de Thanissaro Bhikkhu, basado en una plática del Dhamma, está lleno de consejos prácticos para meditadores de todos los niveles.

Por Thanissaro Bhikkhu

thanissarobhikkhuLa meditación te enseña el poder de tus percepciones. Te das cuenta de cómo las etiquetas que aplicas a las cosas y a las imágenes con las que las visualizas, tienen una gran influencia sobre lo que ves, y de cómo estas etiquetas oprimen y causan sufrimiento. Sin embargo, mientras la meditación se desarrolla, también te da las herramientas para liberarte de estas influencias.

Cuando al principio te das cuenta del poder de la percepción, es fácil sentirte agobiado por lo penetrante de ésta. Supón que te estás enfocando en la respiración. Hay un momento en el que te cuestionas si te estas enfocando en la respiración misma o en tu idea acerca de la respiración. Ya que surgió esta pregunta, la reacción normal es tratar de abandonar la idea e ir directo a la sensación en sí misma. Pero si realmente eres sensible mientras haces esto, te das cuenta de que simplemente estas reemplazando una caricatura de la respiración para ser sustituida por otra aún más sutil. Incluso la sensación cruda de la respiración esta formada por tu concepción de lo que es la sensación cruda. No importa lo duro que intentes extraer una experiencia no filtrada de la respiración, aun ésta es formada por tu idea de lo que la respiración es. Entre más persigas la realidad de la respiración, ésta se aleja como un espejismo.

 

El truco aquí es convertir este hecho en una ventaja. Estas meditando para entender el proceso que conduce al sufrimiento y para poder terminar con él. La forma en que te relacionas con tus percepciones es parte de este proceso, y eso es lo que quieres ver. Tienes que tratar tu experiencia acerca de la respiración no como un fin en si mismo, sino como una herramienta para entender el papel de la percepción en la producción de sufrimiento.

 

Esto se consigue por medio de la de-percepción: cuestionando tus suposiciones acera de la respiración, cambiando deliberadamente esas suposiciones, y observando cuál es el resultado. Ahora, sin el contexto apropiado, la de-percepción puede convertirse fácilmente en abstracciones sin sentido. Así es que tomas la practica de la concentración como tu campo de trabajo, proveyendo a la de-percepción con una dirección y tareas especificas para romper con las suposiciones que le dan forma a tu experiencia del presente.

 

La dirección consiste en tratar de llevar la mente a niveles cada vez más profundos de tranquilidad, para eliminar capas cada vez más sutiles de sufrimiento. No estas tratando de probar cuáles percepciones acerca de la respiración se acercan más a la realidad, sino simplemente cuáles funcionan mejor en determinadas situaciones para eliminar sufrimiento. La objetividad que estás buscando no es la objetividad de la respiración, sino la objetividad de la causa y el efecto.

 

Esto se consigue tratando de concentrarte cómodamente en la respiración durante largos períodos, y ahí mismo te tienes que cuestionar dos cosas: ¿Que significa respirar? ¿Que significa estar concentrado?

 

Es muy común pensar en la respiración como el aire que pasa hacia adentro y hacia afuera a través de la nariz, y este puede ser un buen punto de partida. Usa cualquier tipo de sensación que asocies con la percepción de la respiración como medio para establecer la atención, y tranquilizar la mente. Mientras tu atención se va refinando, podrías encontrar difícil de percibir ese nivel de respiración. Entonces, trata de pensar en la respiración como un completo proceso corporal en vez de solo un flujo de energía para el cuerpo.

 

Entonces haz de esa experiencia lo mas confortable posible. Si sientes algún tipo de bloqueo u obstrucción en la respiración, analiza qué es lo que puedes hacer para disolver esas sensaciones. ¿Estás construyendo tú mismo los obstáculos? Si es así, entonces fácilmente puedes disolverlos. Y ¿qué es lo que te podría hacer crear obstáculos? ¿Son tus nociones preconcebidas de cómo es que funciona la respiración? Cuestiónate esas nociones: ¿Por dónde entra la respiración al cuerpo? ¿Entra solamente por la boca y la nariz? ¿El cuerpo tiene que halar la respiración? Si es así, ¿Qué sensaciones halan la respiración? ¿Qué sensaciones son haladas? ¿Dónde comienza el halado? ¿De dónde es halada la respiración? ¿Qué partes tiene la respiración y qué partes no? Cuando sientes una sensación de bloqueo ¿En qué lado de la respiración estás?

 

Estas preguntas pueden sonar extrañas, pero muchas veces tus suposiciones no conceptuales acerca del cuerpo también son extrañas. Y sólo cuando son cuestionadas de frente mediante este tipo de preguntas es que nos damos cuenta de nuestras suposiciones, y pueden ser reemplazadas con otros conceptos.

 

Entonces, mientras te descubres respirando incómodamente en base a una suposición en particular, dale vuelta para ver que sensaciones son descubiertas por la nueva suposición. Trata de quedarte con esas sensaciones por el mayor tiempo posible para ponerlas a prueba. Y si es más fácil respirar mediante esta nueva suposición, entonces esta es útil para tu meditación, de lo contrario solo tienes que hacer a un lado esta suposición.

 

Por ejemplo, si tienes la sensación de estar a un lado de un bloqueo, trata de pensar que estas al otro lado. Trata de estar de ambos lados. Piensa en la respiración entrando en todo el cuerpo, no a través de la nariz o la boca, sino por el centro del pecho, la parte de atrás del cuello, cada poro de tu piel, cualquier punto que te ayude a reducir la sensación de tener que halar y empujar.

 

O simplemente cuestiónate la necesidad de tener que halar o empujar. ¿Tu percepción del cuerpo es de las partes sólidas? ¿Las partes sólidas tienen que manejar la respiración? ¿La respiración es algo secundario? ¿Qué sucedería si consideras tu experiencia del cuerpo de una manera distinta? Como un campo primario de energía respiratoria, con la solidez siendo sólo una etiqueta asignada a ciertos aspectos de la respiración. Cualquier tipo de sensación corporal que experimentes, piensa en ella siendo respiración, sin que tengas que hacer nada más que esto. ¿Cómo afecta esta nueva percepción a tus dificultades asociadas con la concentración en la respiración?

 

 

Y acerca del acto de permanecer concentrado, ¿Cómo lo concibes? ¿Consiste en ir detrás de la respiración? ¿Rodeado por la respiración? ¿Hasta qué punto tu imagen mental de lo que es la concentración, te ayuda o impide a establecer la concentración? Por ejemplo, te puedes dar cuenta de que piensas que la mente está en una parte del cuerpo y no en otras. ¿Qué haces cuando te enfocas en otra parte? ¿La mente deja su base – digamos, la cabeza – para ir allá? ¿O esa parte del cuerpo va hacia la cabeza? ¿Qué clase de tensión crea esto? ¿Qué pasa si piensas en la atención estando ya en esa otra parte? Y que sucedería si le dieras una vuelta completa a la situación, en lugar de pensar en la mente estando en el cuerpo, observa como eliminas tensión pensando en el cuerpo rodeado por un campo preexistente de atención.

 

Cuando te haces preguntas como estas y obtienes resultados favorables, la mente se puede establecer en niveles cada vez más profundos de solidez. Eliminas tensiones innecesarias al momento de concentrarte, encontrando maneras de sentirte más y más en casa, con facilidad, en la experiencia del presente.

 

Ya que se ha asentado la mente, dale tiempo de permanecer ahí. No te apresures a moverte de ahí. Aquí las preguntas son, ¿Qué partes del proceso fueron necesarias para poder enfocarte? ¿Qué es lo que puedes dejar ir? ¿Qué es lo que tienes que sostener para mantenerte enfocado? Sintonizarte en el nivel adecuado de atención es un proceso; mantenerte ahí es otro proceso. Cuando aprendas a mantenerte tranquilo, intenta mantenerte así en cualquier situación. ¿Qué es lo que impediría la tranquilidad? ¿Es tu propia resistencia a las distracciones? ¿Podrías alcanzar una tranquilidad tan porosa que las distracciones pasaran a través de esta sin derrumbar tu centro de balance?

 

Mientras te absorbes más y más explorando estos temas, la concentración se vuelve menos una batalla y más una oportunidad para la exploración interior. Y sin pensarlo siquiera estas desarrollando las cuatro bases del poder espiritual: el deseo por entender las cosas, la persistencia que te mantiene en la exploración, la atención minuciosa de las causas y efectos, y la ingenuidad al momento de plantearte las preguntas. Todas estas cualidades contribuyen a la concentración, ayudan a establecerla solidamente.

 

Al mismo tiempo contribuyen al discernimiento. El Buddha dijo una vez que la prueba del discernimiento de una persona, es la manera en la que el o ella plantea las preguntas y trata de resolverlas. Entonces, para alcanzar el discernimiento, no puedes simplemente seguir al pie de la letra una receta para meditar. Tienes que practicar planteando preguntas y probando el kamma de estas preguntas mediante la observación de sus resultados.

 

Finalmente, cuando alcances una percepción de la respiración que permita que las sensaciones de ésta se desarrollen con tranquilidad, puedes empezar a cuestionarte percepciones mas sutiles del cuerpo. Es como sintonizar una estación de radio. Si tu receptor no esta sintonizado a la frecuencia exacta de la señal, la estática interferirá con las sutilezas de la transmisión. Pero si estás sintonizado con precisión puedes escuchar todos los detalles. Es lo mismo con tu sensación del cuerpo: cuando los movimientos de la respiración se desarrollan con tranquilidad, te darás cuenta de los matices más sutiles de cómo es que la percepción interactúa con las sensaciones físicas. El cuerpo es como una brisa de sensaciones atómicas, y puedes comenzar a ver como es que tus percepciones interactúan con esa brisa. ¿Hasta qué punto es la forma del cuerpo inherente a la brisa? ¿Hasta qué punto es intencional o algo agregado? ¿Qué pasa cuando sueltas la intención de crear la forma? ¿Puedes enfocarte en el espacio que hay entre las gotas de la brisa? ¿Qué sucede entonces? ¿Puedes permanecer ahí? ¿Qué pasa cuando sueltas la percepción del espacio y te enfocas solo en la conciencia? ¿Puedes permanecer ahí? ¿Qué pasa cuando sueltas la unidad de la conciencia? ¿Puedes permanecer ahí? ¿Qué pasa si tratas de dejar de etiquetarlo todo de una vez?

 

Mientras te estableces en estos estados sin forma, es importante que no pierdas el rumbo. Estás aquí para entender el sufrimiento, y no para sobre-interpretar tu experiencia. Digamos, por ejemplo, que te estableces en una sensación envolvente de espacio o conciencia. Desde ahí es fácil asumir que has alcanzado la conciencia primordial, la raíz del ser, de la cual emergen todas las cosas, y al cual todas regresan, y que es independiente del proceso de surgir y cesar. Podrías tomar descripciones de lo no-condicionado y aplicarlas a tu experiencia. Si estas morando en un estado de ni percepción ni no-percepción, es fácil ver esto como la no-construcción (non-abiding), sin distinciones entre el que percibe y lo percibido, ya que la actividad mental en este punto es casi imperceptible. Atascado en este estado de aparente sin esfuerzo, podrías pensar que has ido mas allá de la pasión, aversión, e ignorancia, simplemente asumiendo que son irreales. Si quedas atrapado en esta suposición, podrías pensar que has alcanzado la meta final del camino cuando en realidad no es así.

 

Tu única protección aquí es ver estas suposiciones como formas de percepción, y desmantelarlas también. Y aquí es cuando las cuatro nobles verdades prueban su valor, como herramientas para desmantelar cualquier suposición, detectando el sufrimiento que la acompaña. Pregúntate si aún hay algún sufrimiento sutil en la concentración que se ha convertido en tu morada. ¿Qué acompaña a ese sufrimiento? ¿Qué movimientos de la mente están creando este sufrimiento? ¿Qué persistentes movimientos de la mente están creando este sufrimiento? Tienes que observar todo esto.

 

De esta manera te enfrentas cara a cara con las percepciones que mantienen aun a los más sutiles estados de concentración en marcha. Y te das cuenta que aun estos son sufrimiento. Si reemplazas unas percepciones por otras, estarás simplemente reemplazando una forma de sufrimiento por otra. Es como si tus ascendentes niveles de concentración te hubieran llevado hasta la punta de un asta de bandera. Ves hacia abajo y observas a la vejez, la enfermedad y la muerte subiendo por el asta para encontrarte. Has agotado todas las posibilidades que la percepción te puede ofrecer, entonces ¿Qué vas a hacer? No puedes quedarte en donde estas. La única salida es soltarte. Y si realmente vas a soltarlo todo, también sueltas la fuerza gravitacional.

 

 


FUENTE:

THANISSARO BHIKKHU [en línea] De-perception. http://www.accesstoinsight.org/lib/authors/thanissaro/deperception.html (07/06/2009)

 

 


Traducido del inglés por Manuel Pérez de León Toscano para Bosque Theravada © 2009.

Corregido por Upasika.

Edición de Bosque Theravada © 2009.

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