AN 3,102 Nimitta Sutta – Signos

El éxito meditativo, en este caso, conduce al logro de las seis clases del conocimiento superior, conocidas luego como los abhinnas.


[Leer en pali]

[102] “Monjes, cuando el monje es devoto a la mente superior, de tanto en tanto debería poner atención en los tres signos. De tanto en tanto debería poner atención en la concentración, de tanto en tanto debería poner atención en el esfuerzo y de tanto en tanto debería poner atención en la ecuanimidad.

“Si el monje es devoto a la mente superior atiende exclusivamente el signo de la concentración, es posible que su mente se desvíe hacia la pereza. Si atiende exclusivamente el signo del esfuerzo, es posible que su mente se desvíe hacia la intranquilidad. Si atiende exclusivamente el signo de la ecuanimidad, es posible que su mente no sea apropiadamente concentrada para destruir las impurezas. Pero cuando el monje que es devoto a la mente superior, atiende de tanto en tanto el signo de la concentración, atiende de tanto en tanto el signo del esfuerzo y atiende de tanto en tanto el signo de la ecuanimidad, su mente va a llegar maleable, manejable, luminosa, flexible y concentrada apropiadamente como para destruir las impurezas.

“Imaginad, monjes, a un orfebre o a su aprendiz preparando el horno, calentando el crisol y tomando un poco de oro con las pinzas para colocarlo dentro del crisol. Luego, de tanto en tanto debe soplar sobre él, de tanto en tanto rociarle con agua y de tanto en tanto simplemente mirarlo. Si el orfebre o su aprendiz solamente soplasen sobre el oro, es posible que se quemase. Si solamente lo rociara con agua, es posible que se enfriase. Si solamente lo mirara, es posible que el oro no llegase a la correcta consistencia. Pero si el orfebre o su aprendiz soplasen de tanto en tanto sobre el oro, lo rociase de tanto en tanto con agua, lo mirase de tanto en tanto,  el oro llegaría a ser maleable, manejable, luminoso y flexible, y apropiadamente preparado para ser trabajado. Entonces, cualquier clase de adorno que el orfebre quisiese hacer a partir de él —sea una pulsera, los pendientes, un collar o una guirnalda de oro—, podría alcanzar su propósito.

“Así también, monjes, cuando el monje es devoto a la mente superior, de tanto en tanto debería poner atención en los tres signos. De tanto en tanto debería poner atención en la concentración, de tanto en tanto debería poner atención en el esfuerzo y de tanto en tanto debería poner atención en la ecuanimidad.

“Si el monje es devoto a la mente superior atiende exclusivamente el signo de la concentración, es posible que su mente se desvíe hacia la pereza. Si atiende exclusivamente el signo del esfuerzo, es posible que su mente se desvíe hacia la intranquilidad. Si atiende exclusivamente el signo de la ecuanimidad, es posible que su mente no sea apropiadamente concentrada para destruir las impurezas. Pero cuando el monje que es devoto a la mente superior, atiende de tanto en tanto el signo de la concentración, atiende de tanto en tanto el signo del esfuerzo y atiende de tanto en tanto el signo de la ecuanimidad, su mente va a llegar maleable, manejable, luminosa, no frágil sino concentrada apropiadamente como para destruir las impurezas. Entonces, sobre estas apropiadas bases es capaz de realizar cualquier estado realizable mediante el conocimiento directo hacia el cual inclinase su mente.

«Si quiere, ejercerá múltiples poderes sobrenaturales. Habiendo sido uno, se convertirá en muchos; habiendo sido muchos, se convertirá en uno. Aparece. Desaparece. Atraviesa sin trabas paredes, murallas y montañas como si fueran espacio. Bucea dentro y fuera de la tierra como si fuera agua. Camina sobre las aguas sin hundirse como si fuese tierra firme. Sentado con las piernas cruzadas, vuela en el aire como un ave con alas. Con su mano toca y acaricia hasta el sol y la luna, tan impresionantes y poderosos. Ejerce influencia con su cuerpo hasta en los mundos de Brahma. Es capaz de realizarlo sobre estas apropiadas bases.

«Si quiere, oye, por medio del elemento auditivo divino, purificado y sobrepasando al humano, ambos tipos de sonidos, divinos y humanos, ya sean cercanos o lejanos. Es capaz de realizarlo sobre estas apropiadas bases.

«Si quiere, conoce la consciencia de otros seres, otros individuos, habiéndola abarcado con su propia consciencia. Distingue una mente con pasión como una mente con pasión, y una mente sin pasión como una mente sin pasión. Distingue una mente con aversión como una mente con aversión, y una mente sin aversión como una mente sin aversión. Distingue una mente con ignorancia como una mente con ignorancia, y una mente sin ignorancia como una mente sin ignorancia. Distingue una mente restringida como una mente restringida, y una mente dispersa como una mente dispersa. Distingue una mente exaltada como una mente exaltada, y una mente no exaltada como una mente no exaltada. Distingue una mente superada (aquella que no está a su nivel más elevado) como una mente superada, y una mente insuperable como una mente insuperable. Distingue una mente concentrada como una mente concentrada, y una mente desconcentrada como una mente desconcentrada. Distingue una mente liberada como una mente liberada, y una mente no liberada como una mente no liberada. Es capaz de realizarlo sobre estas apropiadas bases.

«Si quiere, recuerda sus múltiples vidas pasadas (literalmente: hogares pasados), esto es, un nacimiento, dos nacimientos, tres nacimientos, cuatro, cinco, diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta, cien, mil, cien mil, muchos eones de contracción cósmica, muchos eones de expansión cósmica, muchos eones de contracción y expansión, recordando: ‘Allí tuve tal nombre, pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal era mi alimento, tal mi experiencia del placer y dolor, tal el final de mi vida. Y falleciendo desde aquel estado, surgí de nuevo allí. Allí también tuve tal nombre, pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal era mi alimento, tal mi experiencia del placer y dolor, tal el final de mi vida. Falleciendo desde aquel estado, surgí de nuevo aquí’. Así él recuerda sus múltiples vidas pasadas en sus modos y detalles. Es capaz de realizarlo sobre estas apropiadas bases.

«Si quiere, ve, por medio del ojo divino, purificado y sobrepasando al humano,  seres muriendo y reapareciendo, y distingue cómo son inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados, de acuerdo con su kamma: ‘Estos seres, que estaban dotados de mala conducta corporal, verbal y mental, que insultaban a los nobles, sostenían opiniones incorrectas y emprendían acciones bajo la influencia de opiniones incorrectas, con la desintegración del cuerpo, después de la muerte, han reaparecido en el plano de la privación, el destino incorrecto, los reinos inferiores, en el infierno. Pero estos seres, que estaban dotados con buena conducta corporal, verbal y mental, que no insultaban a los nobles, que sostenían opiniones correctas y emprendían acciones bajo la influencia de opiniones correctas, con la desintegración del cuerpo, después de la muerte, han reaparecido en buenos destinos, incluso en el mundo celestial’. Así —por medio del ojo divino, purificado y que supera al ojo humano— ve seres morir y reaparecer, y distingue cómo son inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados, de acuerdo con su kamma. Es capaz de realizarlo sobre estas apropiadas bases.

«Si quiere, entonces a través del fin de los efluentes mentales, permanece en la liberación de la consciencia y el conocimiento de la liberación, libres de efluentes, habiéndolas conocido y hecho manifiestas por sí mismo en el aquí y ahora. Es capaz de realizarlo sobre estas apropiadas bases».

 


FUENTES:

Bhikkhu Bodhi (2012). A Goldsmith en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston: Wisdom Publications. Pp. 202-203.

“Nimittasuttam” en Digital Pali Reader


Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2013.