Estos tres suttas tratan sobre el triple entrenamiento del monje: la conducta virtuosa superior, la mente superior (en concentración) y la sabiduría superior; y lo correlacionan con los cuatro estados de iluminación.
AN 3,86 Pathamasikkha Sutta – Primer discurso sobre el proceso del entrenamiento
[86] “Monjes, cada quince días se recitan más de ciento cincuenta reglas del entrenamiento: el hombre de buena familia, que desea su propio bien, se entrena en ellas. Y todas ellas están comprimidas dentro de estos tres entrenamientos. Y, ¿cuáles son esos tres? El entrenamiento en la conducta virtuosa superior, el entrenamiento en la mente superior y el entrenamiento en la sabiduría superior. Estos son los tres entrenamientos, en los cuales están comprimidas todas las reglas.
“He aquí, monjes, el monje cumple con la conducta virtuosa, pero cultiva la concentración y la sabiduría solamente en un grado moderado. Entonces, cae en las ofensas con respecto a las reglas menores y secundarias y, luego, se rehabilita a sí mismo. Y, ¿por qué así? Porque no dije que fuera incapaz de esto. Pero en consideración a las reglas fundamentales para la vida espiritual, en conformidad con la vida espiritual, su conducta es constante y firme. Habiéndose comprometido con las reglas del entrenamiento, se entrena en ellas. Con la completa destrucción de los tres grilletes, es uno que entra-en-la-corriente, no sujeto más al mundo bajo, con un destino fijo, con la iluminación como su destino.
“He aquí, monjes, el monje cumple con la conducta virtuosa, pero cultiva la concentración y la sabiduría solamente en un grado moderado. Entonces, cae en las ofensas con respecto a las reglas menores y secundarias y, luego, se rehabilita a sí mismo. Y, ¿por qué así? Porque no dije que fuera incapaz de esto. Pero en consideración a las reglas fundamentales para la vida espiritual, en conformidad con la vida espiritual, su conducta es constante y firme. Habiéndose comprometido con las reglas del entrenamiento, se entrena en ellas. Con la completa destrucción de los tres grilletes, es alguien que una-vez-retorna, quien después de haber retornado una vez a este mundo, pone fin a la insatisfacción.
“He aquí, monjes, otro monje cumple con la conducta virtuosa y la concentración, pero cultiva la sabiduría solamente en un grado moderado. Entonces, cae en las ofensas con respecto a las reglas menores y secundarias y, luego, se rehabilita a sí mismo. Y, ¿por qué así? Porque no dije que fuera incapaz de esto. Pero en consideración a las reglas fundamentales para la vida espiritual, en conformidad con la vida espiritual, su conducta es constante y firme. Habiéndose comprometido con las reglas del entrenamiento, se entrena en ellas. Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores, es alguien de un renacimiento espontáneo, a través del cual alcanza el Nibbana sin haber retornado de aquel mundo.
“He aquí, monjes, otro monje cumple con la conducta virtuosa, la concentración y la sabiduría. Entonces, cae en las ofensas con respecto a las reglas menores y secundarias y, luego, se rehabilita a sí mismo. Y, ¿por qué así? Porque no dije que fuera incapaz de esto. Pero en consideración a las reglas fundamentales para la vida espiritual, en conformidad con la vida espiritual, su conducta es constante y firme. Habiéndose comprometido con las reglas del entrenamiento, se entrena en ellas. Con la destrucción de las impurezas, descubre por sí mismo, con el conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación a través de la sabiduría. Y, habiendo entrado en ella, permanece así.
“Por eso, monjes, el que cultiva parcialmente, tendrá logros parciales; el que cultiva plenamente, tendrá logros plenos. Estas reglas de entrenamiento, lo declaro yo, no serán infructuosas”.
AN 3,87 Dutiyasikkha Sutta – Segundo discurso sobre el proceso del entrenamiento
[87] “Monjes, cada quince días se recitan más de ciento cincuenta reglas del entrenamiento: el hombre de buena familia, que desea su propio bien, se entrena en ellas. Y todas ellas están comprimidas dentro de estos tres entrenamientos. Y, ¿cuáles son esos tres? El entrenamiento en la conducta virtuosa superior, el entrenamiento en la mente superior y el entrenamiento en la sabiduría superior. Estos son los tres entrenamientos, en los cuales están comprimidas todas las reglas.
“He aquí, monjes, el monje cumple con la conducta virtuosa, pero cultiva la concentración y la sabiduría solamente en un grado moderado… [sigue como en el sutta anterior]… Con la completa destrucción de los tres grilletes es alguien que alcanza siete-veces-como-máximo, quien después de vagar y errar, entre devas y seres humanos —siete veces como máximo—, pone fin a la insatisfacción. Con la completa destrucción de los tres grilletes es alguien que alcanza de-familia-a-familia, quien después de vagar y errar entre las buenas familias, dos o tres veces, pone fin a la insatisfacción. Con la completa destrucción de los tres grilletes, es alguien que alcanza una-sola-semilla, quien después de renacer una vez más, dentro de la existencia humana, pone fin a la insatisfacción. Con la completa destrucción de los tres grilletes y con la disminución de la codicia, el odio y la falsa ilusión, es alguien que una-vez-retorna, quien después de haber retornado una vez, pone fin a la insatisfacción.
“He aquí, monjes, el monje cumple con la conducta virtuosa y la concentración, pero cultiva la sabiduría solamente en un grado moderado… [sigue como en el sutta anterior]. Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores, es alguien que da un salto ascendente, que va en dirección al reino Akanittha… quien alcanza el Nibbana a través del esfuerzo… quien alcanza el Nibbana sin esfuerzo… quien alcanza el Nibbana en el aterrizaje… quien alcanza el Nibbana en el intervalo [1].
“He aquí, monjes, otro monje cumple con la conducta virtuosa, la concentración y la sabiduría. Entonces, cae en las ofensas con respecto a las reglas menores y secundarias y, luego, se rehabilita a sí mismo. Y, ¿por qué así? Porque no dije que fuera incapaz de esto. Pero en consideración a las reglas fundamentales para la vida espiritual, en conformidad con la vida espiritual, su conducta es constante y firme. Habiéndose comprometido con las reglas del entrenamiento, se entrena en ellas. Con la destrucción de las impurezas, descubre por sí mismo, con el conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación a través de la sabiduría. Y, habiendo entrado en ella, permanece así.
“Por eso, monjes, el que cultiva parcialmente, tendrá logros parciales; el que cultiva plenamente, tendrá logros plenos. Estas reglas de entrenamiento, lo declaro yo, no serán infructuosas”.
AN 3,88 Tatiyasikkha Sutta – Tercer discurso sobre el proceso del entrenamiento
[88] “Monjes, cada quince días se recitan más de ciento cincuenta reglas del entrenamiento: el hombre de buena familia, que desea su propio bien, se entrena en ellas. Y todas ellas están comprimidas dentro de estos tres entrenamientos. Y, ¿cuáles son esos tres? El entrenamiento en la conducta virtuosa superior, el entrenamiento en la mente superior y el entrenamiento en la sabiduría superior. Estos son los tres entrenamientos, en los cuales están comprimidas todas las reglas.
“He aquí, monjes, el monje cumple con la conducta virtuosa, la concentración y la sabiduría. Entonces, cae en las ofensas con respecto a las reglas menores y secundarias y, luego, se rehabilita a sí mismo. Y, ¿por qué así? Porque no dije que fuera incapaz de esto. Pero en consideración a las reglas fundamentales para la vida espiritual, en conformidad con la vida espiritual, su conducta es constante y firme. Habiéndose comprometido con las reglas del entrenamiento, se entrena en ellas. Con la destrucción de las impurezas, descubre por sí mismo, con el conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación a través de la sabiduría. Y, habiendo entrado en ella, permanece así.
“Pero si él no lo alcanza ni lo penetra así, con la completa destrucción de los cinco grilletes menores, es alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo. Si no lo alcanza ni lo penetra así, con la completa destrucción de los cinco grilletes menores, es alguien que alcanza el Nibbana en el aterrizaje. Si no lo alcanza ni lo penetra así, con la completa destrucción de los cinco grilletes menores, es alguien que alcanza el Nibbana sin esfuerzo. Si no lo alcanza ni lo penetra así, con la completa destrucción de los cinco grilletes menores, es alguien que alcanza el Nibbana a través del esfuerzo. Si no lo alcanza ni lo penetra así, con la completa destrucción de los cinco grilletes menores, es alguien que alcanza el Nibbana sin esfuerzo. Si no lo alcanza ni lo penetra así, con la completa destrucción de los cinco grilletes menores, es alguien que da un salto ascendente, que va en dirección al reino Akanittha.
“Si no lo alcanza ni lo penetra así, con la completa destrucción de los tres grilletes y con la disminución de la codicia, el odio y la falsa ilusión, es alguien que una-vez-retorna, quien después de haber retornado una vez, pone fin a la insatisfacción. Si no lo alcanza ni lo penetra así, con la completa destrucción de los tres grilletes, es alguien que alcanza una-sola-semilla, quien después de renacer una vez más, dentro de la existencia humana, pone fin a la insatisfacción. Si no lo alcanza ni lo penetra así, con la completa destrucción de los tres grilletes, es alguien que alcanza de-familia-a-familia, quien después de vagar y errar entre las buenas familias, dos o tres veces, pone fin a la insatisfacción. Si no lo alcanza ni lo penetra así, con la completa destrucción de los tres grilletes, es alguien que alcanza siete-veces-como-máximo, quien después de vagar y errar, entre devas y seres humanos —siete veces como máximo—, pone fin a la insatisfacción.
“Por eso, monjes, el que cultiva parcialmente, tendrá logros parciales; el que cultiva plenamente, tendrá logros plenos. Estas reglas de entrenamiento, lo declaro yo, no serán infructuosas”.
NOTA:
[1] Esta tipología quíntuple de «los que no retornan» aparece también en SN 48,15-24-66; SN 51,26; 54,5 y 55,25. El Saratthappakasini (los Comentarios) explica el antaraparinibbayi («el que alcanza Nibbana en el intervalo») como alguien que renace en los Reinos Puros y que alcanza el arahantado durante la primera mitad del período de vida. Este tipo se subdivide en tres, dependiendo de si el arahantado se alcanza: (i) en el mismo día del renacimiento, (ii) después de que hayan pasado uno o dos eones o (iii) después de que hayan pasado cuatro eones. El upahaccaparinibbayi («el que alcanza el Nibbana en el aterrizaje») se explica como alguien que alcanza el arahantado después de pasar la primera mitad del período de vida. Para los Comentarios, el asankharaparinibbayi («el que alcanza sin esfuerzo») y el sasankharaparinibbayi («el que alcanza con esfuerzo») se convierten entonces en dos maneras en las que los dos tipos de «los que no retornan» alcanzan el objetivo. Esta explicación se origina en Puggalapaññatti págs.12-13 (comentada en el atthakattha de Puggalapaññatti, págs.198-201). Sin embargo, esta versión de los dos primeros tipos no solo descuida el significado literal de los nombres, sino que también anula la naturaleza secuencial y mutuamente exclusiva de los cinco tipos como se define en otra parte de los suttas (ver más abajo).
Si entendemos el término antaraparinibbayi literalmente, como parece que deberíamos, entonces significa alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo entre dos vidas, quizás mientras existe en un cuerpo sutil en el estado intermedio. El upahaccaparinibbayi se convierte entonces en alguien que obtiene el Nibbana «al aterrizar» o «al tomar tierra» en la nueva existencia, es decir, casi inmediatamente después de haber renacido. Los siguientes dos términos designan dos tipos que alcanzan el arahantado en el transcurso de la siguiente vida, distinguidos por la cantidad de esfuerzo que deben hacer para llegar al objetivo. El último, el uddhamsota akanitthagami, es uno que renace en sucesivos Reinos Puros, completa el período de vida completo en cada uno, y finalmente obtiene el arahantado en el reino de Akanittha, el más elevado Reino Puro.
Esta interpretación, adoptada por muchas escuelas no Theravada del budismo temprano, parece confirmarse por el Purisagati Sutta (AN IV, 70-74), en el cual el símil de la astilla en llamas sugiere que los siete tipos (incluyendo los tres tipos de antaraparinibbayi) son mutuamente exclusivos y se clasifican según la agudeza de sus facultades. Apoyo adicional viene del AN II 134, 25-29, que explica al antariparinibbaya como a alguien que ha abandonado la cadena del renacimiento (upapattisamyojana) sin haber abandonado todavía la cadena de la existencia (bhavasamyojana). Aunque los partidarios Theravadines argumentan en contra de esta interpretación del antaraparinibbayi (por ejemplo, en Kv 366), la evidencia de los suttas se inclina fuertemente a su favor. Para una discusión detallada, ver The Selfless Mind, de Peter Harvey, págs. 98-108.
AN II, 155-156 establece una distinción alternativa entre el sasankharaparinibbayi y el asankharaparinibbayi: el primero alcanza el arahantado a través de la meditación en los objetos «austeros» como la asquerosidad del cuerpo, la percepción de la repulsividad de la comida, el descontento con todo el mundo, la percepción de la impermanencia en todas las formaciones, y la atención en la muerte; el último, a través de los cuatro jhana [nota del editor].
FUENTES:
Bhikkhu Bodhi (2012). The Process of Training en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston: Wisdom Publications. Pp. 190-192.
“Pathamasikkhasuttam”, “Dutiyasikkhasuttam” y “Tatiyasikkhasuttam” en Digital Pali Reader
Traducido por Anton P. Baron
Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2013.