En este sutta el Buda explica, a un grupo de monjes, el origen de los asombrosos poderes espirituales de Mogallana.
Así lo he oído.
En una ocasión el Bienaventurado moraba en Savatthi, en el parque oriental de la mansión de la madre de Migara. En aquella ocasión numerosos monjes que habitaban en la planta baja de la mansión se mostraban inquietos, ensoberbecidos, vanos, de lenguaje áspero, divagadores, de mente confusa, sin clara comprensión, carentes de concentración y con sus facultades [mentales] relajadas y dispersas.
Entonces, el Bienaventurado se dirigió al Venerable Mahamoggallana de este modo:
«Moggallana, vuestros hermanos en la vida santa que ocupan la planta baja de la mansión de la madre de Migara están inquietos, ensoberbecidos, vanos, de lenguaje áspero, divagadores, de mente confusa, sin clara comprensión, carentes de concentración y con sus facultades [mentales] relajadas y dispersas. Ve, Moggallana, y despierta en aquellos monjes el sentido de urgencia».
«Sí, Venerable Señor», respondió el Venerable Mahamoggallana. Entonces, realizando una proeza de
poder espiritual, hizo que la mansión de la madre de Migara se sacudiera, temblara y estremeciera
usando la punta del pie. Inmediatamente los monjes, sorprendidos y aterrorizados, permanecieron a un costado diciendo:
«¡Es verdaderamente maravilloso, señor! ¡Es increíble en verdad, señor! No hay viento y esta mansión de la madre de Migara, que ha sido instalada con seguridad en una base profunda, inmóvil e inamovible, se ha sacudido, temblado y estremecido».
Entonces, el Bienaventurado aproximándose a aquellos monjes les dijo:
«¿Monjes, por qué están de pie a un lado, sorprendidos y aterrorizados?».
«¡Es maravilloso Venerable Señor! ¡Es increíble, Venerable Señor! No hay viento y esta mansión de la madre de Migara, que ha sido instalada con seguridad en una base profunda, inmóvil e inamovible, se ha sacudido, temblado y estremecido».
«Monjes, fue el monje Moggallana, con el deseo de provocar una sensación de urgencia en ustedes, quien hizo que la mansión de la madre de Migara se sacudiera, temblara y estremeciera usando la punta de su pie. ¿Qué piensan, monjes, por haber desarrollado y cultivado qué cosas el monje Moggallana ha
llegado a ser tan fuerte y poderoso?».
«Venerable Señor, nuestras enseñanzas están enraizadas en el Bienaventurado, son guiadas por el Bienaventurado y recurren al Bienaventurado. Sería bueno si el Bienaventurado aclarara el
significado de lo declarado. Así, habiéndolo oído de él, los monjes lo recordaríamos».
«Entonces escuchad, monjes. Es porque ha desarrollado y cultivado las Cuatro Bases del Poder Espiritual, que el monje Moggallana se ha vuelto tan fuerte y poderoso. ¿Cuáles cuatro? He aquí, monjes, el monje Moggallana ha desarrollado la base del poder espiritual que posee la concentración debido al deseo y a las formaciones volitivas del esfuerzo. Ha desarrollado la base del poder espiritual que posee la concentración debido a la energía… la concentración debido a la mente… la concentración debido a la investigación y a las formaciones volitivas del esfuerzo, pensando: ‘Por lo tanto, mi investigación no será demasiado floja ni demasiado tensa; no será internamente restringida ni externamente distraída’… Por lo tanto, con una mente abierta y desenvuelta, ha desarrollado esta mente impregnada de luminosidad.
«Monjes, porque ha desarrollado y cultivado estas Cuatro Bases del Poder Espiritual, el monje Moggallana se ha vuelto tan fuerte y poderoso.
«Monjes, es porque el monje Moggallana ha desarrollado y cultivado estas Cuatro Bases del Poder Espiritual que ejerce los diversos tipos de poder espiritual… Ejerciendo el dominio con su cuerpo hasta el mundo de Brahma.
«Monjes, es porque el monje Moggallana ha desarrollado y cultivado estas Cuatro Bases del Poder Espiritual, que por la destrucción de las contaminaciones, en esta misma vida, entra y mora con la liberación de la mente sin contaminaciones, liberación por la sabiduría, descubriéndolo por sí mismo a través del conocimiento directo».
FUENTE:
Bhikkhu Bodhi (2000) “Moggallana” en The Connected Discourses of the Buddha: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Pp. 1731-1732.
Traducido por Federico Angulo
Revisión y corrección: Anton P. Baron
Edición: Anton P. Baron y Federico Angulo
Publicación de Bosque Theravada 2014