DN 20 Mahasamaya Sutta – Discurso sobre la Gran Asamblea

Las deidades, de la cosmología budista temprana, se reúnen en una Gran Asamblea para rendirle homenaje al Buda. Los estudios de este interesante ejemplo del folklore budista ―que nos permite identificar “quién es quién” en esta cosmología―, indican que la parte del tributo al Buda es la más antigua, mientras que la introducción y los versos son de procedencia tardía. 

 


[Leer en pali]

[1] Esto he escuchado:

En cierta ocasión el Bienaventurado estaba morando entre los sakia, en el Gran Bosque, cerca de Kapilavatthu, con un gran grupo de monjes ―unos quinientos monjes en total―, todos ellos Arahants. Y la mayoría de las divinidades del milenario sistema mundial se reunió para ver al Bienaventurado y al Sangha de los monjes.

[2] Entonces este pensamiento surgió en los cuatro devas de las Moradas Puras: “El Bienaventurado está morando entre los sakia, en el Gran Bosque, cerca de Kapilavatthu, con un gran grupo de monjes ―unos quinientos monjes en total―, todos ellos Arahants; y casi todas las divinidades del milenario sistema mundial se han reunido para ver al Bienaventurado y al Sangha de los monjes. Acerquémonos también nosotros allí y, al llegar, cada uno recite sus versos”.

[3] Acto seguido, los cuatro devas, tan rápido como un hombre fuerte dobla su brazo extendido o extiende su brazo doblado, desaparecieron de las Moradas Puras y aparecieron delante del Bienaventurado. Estando allí le rindieron homenaje, se quedaron a un lado y uno de ellos recitó este verso:

“Una Gran Asamblea aquí en el bosque:

Las huestes celestiales se han reunido.

Hemos llegado a esta asamblea del Dhamma

Para el Sangha inquebrantable”.

Entonces otro deva recitó este verso en presencia del Bienaventurado:

“Los monjes aquí están concentrados,

Han esforzado sus mentes.

Como un auriga sostiene las riendas,

El sabio resguarda sus facultades”.      

Entonces otro deva recitó este verso en presencia del Bienaventurado:

“Habiendo cortado los impedimentos y los obstáculos,

Habiendo desarraigado la piedra de la codicia, inamovibles,

Inmaculados y puros,

Los jóvenes nagas están bien amansados por el Visionario”.

Entonces otro deva recitó este verso en presencia del Bienaventurado:

“Aquellos que han ido por refugio al Buda,

No van a los planos de miseria.

Habiendo descartado el cuerpo humano,

Gozan de las huestes celestiales”.

Entonces, el Bienaventurado se dirigió a los monjes así: “Monjes, ha pasado muchas veces que la mayoría de las divinidades del milenario sistema mundial se reunía para ver al Tathagata y al Sangha de los monjes. Aquellos que en el pasado fueron los Arahants, Perfectamente Iluminados, tuvieron una Gran Asamblea de las divinidades como la mía. Aquellos que en el futuro serán los Arahants, Perfectamente Iluminados, van a tener una Gran Asamblea de las divinidades como la mía. Y yo voy a detallar para vosotros los nombres de las huestes celestiales. Voy a describir para vosotros los nombres de las huestes celestiales. Voy a enseñaros los nombres de las huestes celestiales. Escuchad y prestad atención que voy a hablar”.

“Sí, Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:

[5] “Voy a recitar los versos famosos,

Los devas terrestres permanecen en su sitio,

Resueltos y concentrados,

Viven en las montañas y las cuevas.

            “Como leones agazapados,

            Que superaron el horror,

            Con las mentes limpias y purificadas,

            Son serenos e imperturbables”.

Sabiendo que más de quinientos de ellos

Llegaron al bosque de Kapilavatthu,

Por lo cual el Maestro se dirigió

A aquellos discípulos que se deleitan en su instrucción:

            “Las huestes de los devas se han acercado aquí,

            Debéis saber quiénes son, monjes”.

            Y los monjes se esforzaron para ver,

            Después de escuchar la enseñanza del Buda.

[6] Y se les manifestó el conocimiento,

La visión de estos seres no humanos,

Y algunos de ellos vieron a cien,

Otros a mil y algunos a setenta mil.

            Algunos de ellos vieron a cien mil

            De los seres no humanos,

            Y otros vieron una cantidad innumerable

            De los devas esparcidos en todas las direcciones.

Habiendo conocido todo esto,

El Visionario fue movido a hablar.

Entonces el Maestro de dirigió

A aquellos discípulos que se deleitan en su instrucción:

            “Las huestes de los devas se han acercado aquí,

            Debéis saber quiénes son, monjes.

            Voy a proclamar sus nombres para vosotros,

            Voy a hacerlo en verso y por turno.

[Los yakkha]

[7] “He aquí, hay siete mil yakkhas

Que habitan la tierra de Kapilavatthu,

Que son poderosos y refulgentes,

Hermosos y resplandecientes,

Que se regocijan al acercarse

Al encuentro con los monjes en el bosque.

            “Del Himalaya hay seis mil

            Yakkhas de diversos colores,

            Que son poderosos y refulgentes,

Hermosos y resplandecientes,

Que se regocijan al acercarse

Al encuentro con los monjes en el bosque.

“Del monte Sata hay tres mil

Yakkhas de diversos colores,

Que son poderosos y refulgentes,

Hermosos y resplandecientes,

Que se regocijan al acercarse

Al encuentro con los monjes en el bosque.

            “Como ellos hay diecisiete mil

Yakkhas de diversos colores,

Que son poderosos y refulgentes,

Hermosos y resplandecientes,

Que se regocijan al acercarse

Al encuentro con los monjes en el bosque.

[8] “De Vessamitta hay quinientos

Yakkhas de diversos colores,

Que son poderosos y refulgentes,

Hermosos y resplandecientes,

Que se regocijan al acercarse

Al encuentro con los monjes en el bosque.

            “Kumbhira de Rajagaha

            Que mora en el monte Vepulla,

            Está atendido por más de cien mil

            Yakkhas que lo rodean

            —Kumbhira de Rajagaha―,

            Él también ha llegado a la reunión en el bosque.

[Los Cuatro Grandes Reyes]

[9] “En la dirección del oeste gobierna

El rey Dhatarattha allí,

El señor de los gandhabba,

Que es un gran rey resplandeciente.

            “Y también hay muchos de sus hijos,

            Que llevan el nombre de Indra y son de gran poder,

Que son poderosos y refulgentes,

Hermosos y resplandecientes,

Que se regocijan al acercarse

Al encuentro con los monjes en el bosque.

“En la dirección del sur gobierna

El rey Virulha allí,

El señor de los kumbhanda,

Que es un gran rey resplandeciente.

            “Y también hay muchos de sus hijos,

            Que llevan el nombre de Indra y son de gran poder,

Que son poderosos y refulgentes,

Hermosos y resplandecientes,

Que se regocijan al acercarse

Al encuentro con los monjes en el bosque.

“En la dirección del este gobierna

El rey Virupakkha allí,

El señor de los nagas,

Que es un gran rey resplandeciente.

            “Y también hay muchos de sus hijos,

            Que llevan el nombre de Indra y son de gran poder,

Que son poderosos y refulgentes,

Hermosos y resplandecientes,

Que se regocijan al acercarse

Al encuentro con los monjes en el bosque.

“En la dirección del norte gobierna

El rey Kuvera allí,

El señor de los yakkha,

Que es un gran rey resplandeciente.

            “Y también hay muchos de sus hijos,

            Que llevan el nombre de Indra y son de gran poder,

Que son poderosos y refulgentes,

Hermosos y resplandecientes,

Que se regocijan al acercarse

Al encuentro con los monjes en el bosque.

“Dhatarattha del oeste,

Virulhaka del sur,

Virupakkha de este

Y Kuvera del norte:

            “Esos son los Cuatro Grandes Reyes

            De todas las partes, de las cuatro direcciones,

            Que permanecen resplandecientes

            En el bosque de Kapilavatthu.

[10] “Llegaron sus engañosos sirvientes,

Fraudulentos y traicioneros:

Kutendu primero y luego Vetendu,

Vitucca y Vituda.

            “Candana y Kamasettha,

            Kinnughandu y Nighandu,

            Panada y Opamanna,

            Y Matali, el auriga de los devas.

“Los gandhabba Citta y Sena,

El rey Nala y Janesabha llegaron,

Y también Pancasikha,

Timbaru con su hija Suriyavaccasa.

            “Estos y también otros reyes,

            Y gandhabbas con sus reyes,

Que se regocijan al acercarse

Al encuentro con los monjes en el bosque.

[Los naga y supanna]

[11] “Llegaron entonces los naga de Nabhasa,

De Vesali, y los tacchaka,

Los kambala y los assatara llegaron,

Y los naga de Payaga con su parentela.

            “Del río Yamuna llegó Dhataratattha,

            Un prestigioso naga,

            Y el gran naga Eravana

            También llegó a la reunión del bosque.

“Aquellos que abaten a los nagas con rapidez

―Garudas dos veces nacidos, devas con alas―

Aterrizaron desde el aire al bosque:

Citra y Supanna, son sus nombres.

            “Pero en esta ocasión los reyes naga no tuvieron miedo,

            El Buda los resguardó de los supanna.

            Dirigiéndose unos a otros con gentiles palabras,

            Los naga y los supanna tomaron refugio en el Buda.

[Los asura]

[12] “Derrotados por Vajirahattha,

Los asuras moran en el océano,

Son hermanos de Vasava,

Poderoso y resplandeciente.

            “Los muy atemorizados kalakanja,

            Los asuras Danaveghasa,

            Vepacitti y Sucitti,

            Paharada junto con Namuci.

“Además los cien hijos de Bali,

Todos ellos de nombre Veroca.

Habiéndose armado con las armas de Bali,

Llegaron junto al honrado Rahu y dijeron:

‘Ahora es el momento, Venerable Señor,

De reunirse con los monjes del bosque’.

[Los devas]

[13] “Los devas del agua y los devas de la tierra,

Los del fuego y el viento, llegaron allí,

Varuna y los devas de Varuna,

Soma seguido por Yasa,

Y llegaron las prestigiosas huestes de los devas compasivos.

Todas las diez clases de huestes, diez clases de devas

Que eran de diversos colores,

            “Poderosos, refulgentes,

            Hermosos y resplandecientes.

Que se regocijan al acerarse

Al encuentro con los monjes en el bosque.

[14] “Los devas Venhu [1], Sahali y Asama,

Y llegaron los dos devas Yama.

También llegaron los devas que dependen de la luna,

Los que rodean la luna llegaron.

            “Los devas que dependen del sol llegaron,

            Los que rodean el sol,

            Los que rodean las estrellas,

            También los espíritus de las nubes llegaron.

“Sakka, llamado Vasava, también,

El principal de los vasu y purindana.

Todas las diez clases de huestes, diez clases de devas

Que eran de diversos colores,

            “Poderosos, refulgentes,

            Hermosos y resplandecientes.

Que se regocijan al acercarse

Al encuentro con los monjes en el bosque.

[15] “Entonces llegaron los devas sahabhu,

Ardiendo como crestas de fuego en llamas,

Y los aritthakas y los rojas,

Y los espléndidos devas de azul-aciano.

            “Los varuna y los sahadhamma,

            Los accuta y los anejaka,

            Los suleyya y los rucira llegaron;

            Y llegaron los devas vasavanesi.

“Todas las diez clases de huestes, diez clases de devas

Que eran de diversos colores,

Poderosos, refulgentes,

Hermosos y resplandecientes.

Que se regocijan al acercarse

Al encuentro con los monjes en el bosque.

            [16] “Los samana y los mahasamana,

            Los manusa y los manusuttama,

            Ya llegaron los devas corrompidos por la diversión,

            Al igual que llegaron los devas corrompidos en la mente.

“Entonces llegaron los devas del color verde-dorado,

Y aquellos que visten de rojo.

Los paraga y los mahaparaga llegaron,

Devas prestigiosos.

            “Todas las diez clases de huestes, diez clases de devas

Que eran de diversos colores,

Poderosos, refulgentes,

Hermosos y resplandecientes.

Que se regocijan al acercarse

Al encuentro con los monjes en el bosque.

[17] “Los sukka, los karumha, los aruna y llegaron los veghanasa

Seguidos por los devas vicakkhana, con Odatagayha en frente.

            “Los sadamatta, los haragaja

            Y los prestigiosos devas multicolores.

            Pajunn llegó tronando,

            El que esparce la lluvia en todas las direcciones.

“Todas las diez clases de huestes, diez clases de devas

Que eran de diversos colores,

Poderosos, refulgentes,

Hermosos y resplandecientes.

Que se regocijan al acercarse

Al encuentro con los monjes en el bosque.

            [18] “Los khemiya, los tusita y los yama,

            Y llegaron los prestigiosos katthaka.

            Los lambitaka y los príncipes lama,

            Aquellos llamados jotis y los asava.

“Llegaron los nimmanarati,

Y luego los paranimitta.

Todas las diez clases de huestes, diez clases de devas

Que eran de diversos colores,

“Poderosos, refulgentes,

Hermosos y resplandecientes.

Que se regocijan al acercarse

Al encuentro con los monjes en el bosque.

[19] “Estas sesenta huestes celestiales,

Todas ellas de diversos colores,

Llegaron en conformidad con sus nombres,

Junto con otros similares, pensando:

            “’Veremos al que trascendió el nacimiento, libre de obstáculos,

            El que cruzó las inundaciones, libre de contaminaciones

            Atravesó la oscuridad de las nubes

            Como la luna’.

[Los Brahmas]

[20] “Luego Subrahma y, con él, Brahma Paramatta,

Con sus poderosos hijos

Sanakumara y Tissa:

Ellos también llegaron a la asamblea del bosque.

            “Y surgió el Gran Brahma

            Del milenario sistema mundial

            El destacado y prestigioso,

            Con su terrorífico cuerpo.

“Entonces llegaron los diez Brahmas Soberanos,

Cada uno de ellos, el señor de su propio reino,

Y en medio de ellos llegó

El Brahma Harita, rodeado por sus huestes”.

[Mara y su ejército]

[21] Cuando llegaron todos estos devas

Con los indras y los brahmanes,

Llegó también el ejército de Mara:

¡Mirad la necedad del Malvado!

            “¡Venid, aprovechémonos! ¡Atadlos!

            ¡Atadlos con la pasión!

            ¡Rodeadlos por todos lados!

            ¡No dejéis que nadie se escape!”.

De esta manera, en aquel lugar, el líder de la guerra

Enviaba su ejército oscuro

Al golpear el suelo con las manos

Y haciendo un horrendo ruido,

            Parecido a las nubes de la tormenta,

            Cuando truenan y destellan las luces;

            Pero luego retrocedió,

            Furioso e incapaz de controlarse.

[22] Y sabiendo lo que sucedía,

El Visionario quiso hablar.

Acto seguido el Maestro se dirigió

A aquellos discípulos que se deleitan en sus instrucciones:

            “El ejército de Mara se acercó aquí,

            Debéis saberlo, monjes”.

Entonces aquellos monjes llegaron a estar ardientes en su esfuerzo,

Después de escuchar la instrucción del Bienaventurado.

Y el ejército de Mara tuvo que retroceder,

Sin haber tocado ni siquiera un pelo de sus cuerpos.

[Dicho por Mara:]

“Ellos son los victoriosos en la batalla,

Prestigiosos y sin temor,

Aquellos discípulos, famosos entre la gente,

Se regocijan juntos todos los seres”. 

 


NOTA:

[1] Vishnu. 

 


FUENTES:

Anandajoti Bhikkhu (2008). The Discourse on the Great Convention. Recuperado de https://suttacentral.net/en/dn20

Piyadassi Thera (1999).  Maha-samaya Sutta: The Great Assemby. Recuperado de http://www.accesstoinsight.org/tipitaka/dn/dn.20.0.piya.html

Thanissaru Bhikkhu (1997). Maha-samaya Sutta: The Great Meeting. Recuperado de http://www.accesstoinsight.org/tipitaka/dn/dn.20.0.than.html

Walshe, M. (1995). Mahasamaya Sutta: The Mighty Gathering. Devas Come to See the Buddha en The Long Discourses of the Buddha: A Translation of the Digha Nikaya, pp. 315-320.

Mahasamayasuttam en World Tipitaka Edition.


Traducción: Anton P. Baron

Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2015-2017.