Habiendo escuchado y comprendido una resumida exposición del Dhamma, dada por el Buda, un monje se retira a practicar en soledad alcanzando el arhantado.
[3] En cierta ocasión el Bienaventurado moraba en Savatthi, en la Arboleda de Jeta del Parque de Anathapindika. Entonces, cierto monje se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y, sentándose a un lado, le dijo:
«Venerable Señor, sería bueno si el Bienaventurado me enseñara el Dhamma en resumen, de este modo, habiendo oído el Dhamma del Bienaventurado, podría morar en soledad, retirado, diligente, fervoroso y resuelto».
[Respondió el Buda:]
«Es de tal modo que algunos necios me hacen peticiones, pero cuando el Dhamma se les ha expuesto, solo piensan en seguirme de cerca».
«¡Que el Bienaventurado me enseñe el Dhamma resumidamente! ¡Permítase el Afortunado enseñarme el Dhamma en resumen! Quizá pueda comprender el significado de la declaración del Bienaventurado, tal vez pueda llegar a ser un heredero de la declaración del Bienaventurado».
«Pues bien, monje, purifica el punto de partida de los estados saludables. ¿Y cuál es el punto de partida de los estados saludables? La virtud que está bien purificada y la visión correcta. Entonces, monje, cuando tu virtud esté bien purificada y tu visión sea correcta, basado en la virtud, establecido en la virtud, deberás desarrollar los Cuatro Establecimientos de la Atención Consciente de triple manera.
«¿Cuáles cuatro? He aquí, monje, permanece contemplando el cuerpo en el cuerpo internamente, con fervor, clara comprensión y consciencia, habiendo eliminado la codicia y desagrado respecto al mundo. Permanece contemplando el cuerpo en el cuerpo externamente, con fervor, clara comprensión y atención consciente, habiendo eliminado la codicia y desagrado respecto al mundo. Permanece contemplando el cuerpo en el cuerpo interna y externamente, con fervor, clara comprensión y atención consciente, habiendo eliminado la codicia y desagrado respecto al mundo.
«Permanece contemplando las sensaciones en las sensaciones internamente… externamente… interna y externamente, con fervor, clara comprensión y consciencia, habiendo eliminado la codicia y desagrado respecto al mundo. Permanece contemplando la mente en la mente internamente… externamente… interna y externamente, con fervor, clara comprensión y atención consciente, habiendo eliminado la codicia y desagrado respecto al mundo. Permanece contemplando los fenómenos [mentales] en los fenómenos [mentales] internamente… externamente… interna y externamente, con fervor, clara comprensión y atención consciente, habiendo eliminado la codicia y desagrado respecto al mundo.
«Monje, cuando basado en la virtud y establecido en la virtud, desarrolles estos Cuatro Establecimientos de la Atención Consciente, de esta triple manera —tanto de día como de noche—, sólo podrás esperar un aumento de los estados saludables, no una disminución».
Entonces, aquel monje, deleitado y regocijado por la declaración del Bienaventurado, se levantó de su asiento y, tras rendir homenaje al Bienaventurado, se apartó de él manteniéndolo siempre a su derecha.
Luego, morando en soledad, retirado, diligente, fervoroso y resuelto, aquel monje —dándose cuenta por sí mismo, por conocimiento directo—, en esta misma vida entró y permaneció en la meta insuperable de la vida santa, motivo por el cual los miembros de clan correctamente abandonan la vida hogareña por la vida sin hogar. Y directamente supo: «Destruido está el nacimiento, la vida santa ha sido vivida, aquello que había que hacer ha sido hecho, ya no habrá más estados de existencia». Y aquel monje llegó a ser uno de los arahants.
FUENTE:
Bhikkhu Bodhi (2000). “A Bhikkhu”, en The Connected Discourses of the Buddha: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Pp. 1628-1630.
Traducción: Federico Angulo
Edición: Anton P. Baron y Federico Angulo
Publicación de Bosque Theravada, 2014, 2020.