Siguiendo la línea del sutta anterior, el Buda se sirve de la muerte de Sariputta y Mogallana, sus dos grandes discípulos, para exhortar al Sangha de monjes a hacer de ellos mismos —y del Dhamma— su propia isla y refugio.
[14] En cierta ocasión el Bienaventurado estaba morando entre los vajjians en Ukkacela, en la orilla del río Ganges, junto con un gran Sangha de monjes, no mucho después de que Sariputta y Moggallana hubiesen alcanzado el Nibbana final. Ahora bien, en esa ocasión el Bienaventurado estaba sentado al aire libre en medio de los monjes. Entonces, el Bienaventurado habiendo observado el silencio del Sangha, se dirigió a los monjes así:
«Ciertamente, monjes, ahora que Sariputta y Mogallana alcanzaron el Nibbana final, esta asamblea aparece vacía para mí. Antes, monjes, esta asamblea no aparecía vacía para mí, y no me preocupaba por el lugar en el cual Sariputta y Mogallana estuvieran morando».
«Los Arahants, los Perfectamente Iluminados —que surgieron en el pasado—, también tuvieron solo un par de supremos discípulos, como yo tuve en Sariputta y Moggallana. Los Arahants, los Perfectamente Iluminados —que surgirán en el futuro—, también tendrán solo un par de supremos discípulos, como yo tuve en Sariputta y Moggallana.
«Monjes, es maravilloso por parte de los discípulos, es sorprendente por parte de los discípulos, que actuasen de acuerdo con las instrucciones del Maestro y cumpliesen con sus advertencias, que fuesen queridos y agradables para las cuatro asambleas, que fuesen venerados y estimados por ellos. Monjes, es maravilloso por parte del Tathagata, es sorprendente por parte del Tathagata, que cuando un par de discípulos semejantes hayan alcanzado el Nibbana final, no haya lamento ni pesar en el Tathagata.
«¿Monjes, cómo se puede lograr esto: ‘Que lo que nace, lo que llega a ser, lo condicionado y sujeto a desintegración, no se desintegre’? Eso es imposible. Tal como se desgajan las ramas más grandes de un enorme y duradero árbol poseedor de duramen: del mismo modo, monjes, en el gran y duradero Sangha monacal —poseedor de duramen―, Sariputta y Mogallana han alcanzado el Nibbana final. ¿Monjes, cómo se puede lograr esto: ‘Que lo que nace, lo que llega a ser, lo condicionado y sujeto a desintegración, no se desintegre’? Eso es imposible.
«Por lo tanto, monjes, permanezcan con ustedes mismos como su propia isla, con ustedes mismos como su propio refugio, sin otro refugio; permanezcan con el Dhamma como su isla, con el Dhamma como su refugio, sin otro refugio… [como en SN 47,9]… Cualquiera de aquellos monjes que ahora o después de que me haya ido, permanezcan con ellos mismos como su propia isla, con ellos mismos como su propio refugio, sin otro refugio; que permanezcan con el Dhamma como su isla, con el Dhamma como su refugio, sin otro refugio; estos monjes serán para mí los más fervorosos en el adiestramiento».
FUENTE:
Bhikkhu Bodhi (2000). “Ukkacela”, en The Connected Discourses of the Buddha: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Pp. 1644-1645.
Traducción Federico Angulo
Corrección: Anton P. Baron
Edición: Anton P. Baron y Federico Angulo
Publicación de Bosque Theravada, 2014.