El Buda le pide a Kassapa que exhorte a los monjes, pero éste por tercera vez se rehúsa hacerlo y el Bienaventurado reconoce el deterioro del liderazgo del Sangha en comparación con los tiempos pasados.
[8] En la arboleda de los bambúes, cerca de Rajagaha.
Entonces el Venerable Mahakassapa se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y se sentó a un lado. Entonces el Bienaventurado le dijo:
“Exhorta a los monjes, Kassapa, ofréceles una plática del Dhamma. Yo debo exhortar a los monjes, Kassapa, o lo debes hacer tú. Yo debo ofrecerles una plática del Dhamma, Kassapa, o lo debes hacer tú”.
“Venerable Señor, los monjes ahora son difíciles de ser amonestados y tienen características que les hacen difíciles de ser amonestados. Ellos son ahora impacientes y no aceptan las instrucciones respetuosamente”.
“Precisamente así, Kassapa, en el pasado los monjes ancianos han sido los moradores del bosque y hablaron elogios sobre morar en el bosque. Han sido los que comían una sola comida de las limosnas y hablaron elogios sobre comer una sola comida de las limosnas. Han sido los que vestían gastados hábitos de trapo y cáñamo, y hablaron elogios sobre vestir gastados hábitos de trapo y cáñamo. Han sido los que usaban tres hábitos y hablaron elogios sobre usar tres hábitos. Han sido los que tenían pocos deseos y hablaron elogios sobre tener pocos deseos. Han estado contentos y hablaron elogios sobre el contentamiento. Han estado recluidos y hablaron elogios sobre la soledad. Han estado apartados de la sociedad y hablaron elogios sobre estar apartado de la sociedad. Han sido enérgicos y hablaron elogios sobre el surgimiento de la energía.
“Entonces, cuando un monje ha sido un morador del bosque y hablaba elogios sobre morar en el bosque… ha sido enérgico y hablaba elogios sobre el surgimiento de la energía, los monjes ancianos lo invitaban a tomar asiento, diciendo: ‘Ven, monje, ¿cuál es el nombre del monje? Este es un excelente monje. Este monje es un entusiasta del entrenamiento. Ven, monje, he aquí un asiento, tómalo’. Y, entonces, esto se les ocurría a los monjes recientemente ordenados: ‘Parece que cuando un monje es un morador del bosque y habla elogios sobre morar en el bosque… cuando es enérgico y habla elogios sobre el surgimiento de la energía, los monjes ancianos lo invitan a sentarse’. De esta manera, ellos practicaban acorde y aquello les conducía a su bienestar y felicidad por mucho tiempo.
“Pero ahora, Kassapa, los monjes ancianos no son moradores del bosque ni hablan elogios sobre morar en el bosque… no son enérgicos ni hablan elogios sobre el surgimiento de la energía. Ahora es el monje que es bien conocido y famoso el que gana los hábitos, la comida de las limosnas, las viviendas y los requisitos medicinales, a quien los monjes ancianos invitan a sentarse, diciendo: ‘Ven, monje, ¿cuál es el nombre del monje? Este es un excelente monje. Este monje es un entusiasta en la compañía de sus hermanos en la vida santa. Ven, monje, he aquí un asiento, tómalo’. Y, entonces, esto se les ocurre a los monjes recientemente ordenados: ‘Parece que cuando un monje es bien conocido y famoso gana los hábitos, la comida de las limosnas, las viviendas y los requisitos medicinales, y los monjes ancianos lo invitan a sentarse’. De esta manera, ellos practican acorde, y aquello les conduce al dolor y a la insatisfacción por mucho tiempo.
“Si uno, Kassapa, hablara rectamente, podría decir: ‘Aquellos que se conducen hacia la vida santa, han sido arruinados por la ruina de los que lideran la vida santa. Aquellos que se conducen hacia la vida santa, han sido vencidos por la derrota de los que lideran la vida santa’. Es justamente así, cómo uno podría decir, si hablara rectamente”.
FUENTE:
Bodhi, B. (2000). Ovada (3) en The Connected Discourses of the Buddha: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston: Wisdom Publications, (versión digital), p. 859.
Dutiyaovadasuttam en Digital Pali Reader
Traducción: Anton P. Baron
Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2015.