MN 88 Bahitika Sutta – Discurso sobre la manta

El Venerable Ananda responde al rey Pasenadi las preguntas sobre el comportamiento del Buda.

 


[Leer en pali]

[1] Esto he escuchado:

En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Jeta, en el Parque de Anathapindika, cerca de Savatthi.

[2] Entonces, por la mañana temprano, el Venerable Ananda se vistió, tomó su cuenco y hábito exterior, y entró a Savatthi en búsqueda de la comida de las limosnas. Después de haber retornado de esta, su habitual ronda en búsqueda de la comida de las limosnas, y después de haberse alimentado, fue a la residencia de la madre de Migara, en el Parque Oriental, para establecer allí su morada diurna.

[3] En aquella ocasión, el rey Pasenadi de Kosala montó el elefante Ekapundarika y se dirigió hacia las afueras de Savatthi para la siesta. Entonces, vio al Venerable Ananda llegando desde cierta distancia y preguntó a su ministro Sirivaddha: “¿Es ese el Venerable Ananda o no?”. “Sí, señor, ese es el Venerable Ananda”.

[4] Entonces, el rey Pasenadi de Kosala dijo a cierto hombre: “Ven, buen hombre, acércate al Venerable Ananda, ríndele homenaje en mi nombre con tu cabeza a sus pies, y dile: ‘Venerable Señor, el rey Pasenadi de Kosala le rinde homenaje con su cabeza a sus pies y dice que si el Venerable Ananda no tiene algo urgente que hacer, tal vez le ceda un momento, por compasión’”.

[5] “Sí, señor”, respondió aquel hombre e hizo su cometido.

[6] Y el Venerable Ananda consintió en silencio. Entonces, el rey Pasenadi de Kosala fue montado sobre el elefante hasta donde eso le era posible y, después, bajó de él para caminar a pie hacia donde estaba el Venerable Ananda. Al llegar allí le rindió homenaje, se quedó a un lado y le dijo: “Si el Venerable Ananda no tiene nada urgente que hacer, sería bueno que fuéramos a la orilla del río Aciravati, por compasión”.

[7] Entonces, el Venerable Ananda consintió en silencio y fue a la orilla del río Aciravati, donde se sentó al pie de un árbol en un asiento que estaba preparado para él. Mientras que el rey Pasenadi de Kosala fue montado sobre el elefante hasta donde eso le era posible y después bajó de él para caminar a pie adonde estaba el Venerable Ananda. Al llegar allí le rindió homenaje, se quedó a un lado y le dijo: “He aquí, Venerable Ananda, la manta del elefante: que el Venerable Ananda se siente sobre ella”.

No hay necesidad de esto, gran rey, estoy sentado en mi propia manta”.

[8] Entonces, el rey Pasenadi de Kosala se sentó sobre el asiento que estaba preparado para él y dijo: “Venerable Ananda, ¿sería posible que el Bienaventurado se comportara con su cuerpo de tal manera que esto pudiese ser objeto de censura por parte de los sabios ascetas o brahmanes?”.

No, gran rey, no es posible que el Bienaventurado se comporte con su cuerpo de tal manera que esto pudiese ser objeto de censura por parte de los sabios ascetas o brahmanes”.

Y, ¿sería posible, Venerable Ananda, que el Bienaventurado se comportara con su habla… con su mente de tal manera que esto pudiese ser objeto de censura por parte de los sabios ascetas o brahmanes?”.

No, gran rey, no es posible que el Bienaventurado se comporte con su habla… con su mente de tal manera que esto pudiese ser objeto de censura por parte de los sabios ascetas o brahmanes”.

[9] “¡Esto es maravilloso, Venerable Ananda, es asombroso, Venerable Ananda! La pregunta que no podíamos responder ha sido respondida por el Venerable Ananda. Nosotros no le damos ningún valor a las alabanzas y censuras que provienen de los demás, las personas tontas e ignorantes que hablan sin investigar ni evaluar. Pero reconocemos el valor de las alabanzas y las censuras que provienen de los demás, las personas sabias, inteligentes y sagaces que hablan después de haber investigado y evaluado.

[10] “Ahora bien, Venerable Ananda, ¿qué clase de comportamiento corporal es censurado por los sabios ascetas y brahmanes?”.

Cualquier comportamiento corporal que es perjudicial, gran rey”.

Y, ¿cuál es, Venerable Ananda, la clase de comportamiento corporal que es perjudicial?”.

Cualquier comportamiento corporal que es reprobable, gran rey”.

Y, ¿cuál es, Venerable Ananda, la clase de comportamiento corporal que es reprobable?”.

Cualquier comportamiento corporal que trae aflicción, gran rey”.

Y, ¿cuál es, Venerable Ananda, la clase de comportamiento corporal que trae aflicción?”.

Cualquier comportamiento corporal que tiene resultados dolorosos, gran rey”.

Y, ¿cuál es, Venerable Ananda, la clase de comportamiento corporal que tiene resultados dolorosos?”.

Cualquier comportamiento corporal, gran rey, que conduce a la aflicción de uno mismo, a la aflicción de los demás o a la aflicción de ambos, debido al cual se incrementan los estados perjudiciales y disminuyen los estados beneficiosos. Esta es la clase de comportamiento corporal que es censurado por los sabios ascetas y brahmanes, gran rey”.

[11-12] “Ahora bien, Venerable Ananda, ¿qué clase de comportamiento verbal… mental es censurado por los sabios ascetas y brahmanes?”.

Cualquier comportamiento verbal… mental que es perjudicial, gran rey”… [igual que en el verso 10 reemplazando “comportamiento corporal” por “verbal” y “mental” respectivamente]

Cualquier comportamiento mental, gran rey, que conduce a la aflicción de uno mismo, a la aflicción de los demás o a la aflicción de ambos, debido al cual se incrementan los estados perjudiciales y disminuyen los estados beneficiosos. Esta es la clase de comportamiento mental que es censurado por los sabios ascetas y brahmanes, gran rey”.

[13] “Ahora bien, Venerable Ananda, ¿es el Bienaventurado elogiado por haber abandonado todos los estados perjudiciales?”.

El Tathagata ha abandonado, gran rey, todos los estados perjudiciales y posee los estados beneficiosos”.

[14] “Ahora bien, Venerable Ananda, ¿qué clase de comportamiento corporal no es censurado por los sabios ascetas y brahmanes?”.

Cualquier comportamiento corporal que es beneficioso, gran rey”.

Y, ¿cuál es, Venerable Ananda, la clase de comportamiento corporal que es beneficioso?”.

Cualquier comportamiento corporal que es irreprochable, gran rey”.

Y, ¿cuál es, Venerable Ananda, la clase de comportamiento corporal que es irreprochable?”.

Cualquier comportamiento corporal que no trae aflicción, gran rey”.

Y, ¿cuál es, Venerable Ananda, la clase de comportamiento corporal que no trae aflicción?”.

Cualquier comportamiento corporal que tiene resultados placenteros, gran rey”.

Y, ¿cuál es, Venerable Ananda, la clase de comportamiento corporal que tiene resultados placenteros?”.

Cualquier comportamiento corporal, gran rey, que no conduce a la aflicción de uno mismo, a la aflicción de los demás ni a la aflicción de ambos, debido al cual disminuyen los estados perjudiciales e incrementan los estados beneficiosos. Esta es la clase de comportamiento corporal que no es censurado por los sabios ascetas y brahmanes, gran rey”.

[15-16] “Ahora bien, Venerable Ananda, ¿qué clase de comportamiento verbal… mental no es censurado por los sabios ascetas y brahmanes?”.

Cualquier comportamiento verbal… mental que es beneficioso, gran rey”… [igual que en el verso 14 reemplazando “comportamiento corporal” por “verbal” y “mental” respectivamente]

Cualquier comportamiento mental, gran rey, que no conduce a la aflicción de uno mismo, a la aflicción de los demás ni a la aflicción de ambos, debido al cual disminuyen los estados perjudiciales e incrementan los estados beneficiosos. Esta es la clase de comportamiento mental que no es censurado por los sabios ascetas y brahmanes, gran rey”.

[17] “Ahora bien, Venerable Ananda, ¿es el Bienaventurado elogiado por haber emprendido todos los estados beneficiosos?”.

El Tathagata ha abandonado, gran rey, todos los estados perjudiciales y posee los estados beneficiosos”.

[18] ¡Estos es maravilloso, Venerable Ananda, es asombroso, Venerable Ananda, qué bien ha explicado el Venerable Ananda este asunto! Estamos satisfechos y complacidos con lo que ha sido tan bien explicado por él. Estamos tan satisfechos y complacidos con lo que ha sido explicado por el Venerable Ananda que, si nos hubiese sido permitido, le entregaríamos el tesoro del elefante; si nos hubiese sido permitido, le entregaríamos el tesoro del caballo; si nos hubiese sido permitido, le entregaríamos la dádiva de un pueblo. Pero nosotros sabemos, Venerable Señor, que nada de eso está permitido para el Venerable Ananda. Pero he aquí, está mi manta, Venerable Señor, que mide dieciséis codos de largo y ocho de ancho, la cual me ha sido enviada en el mismo paquete que el paraguas real por el rey Ajatasatto de Magadha. Que el Venerable Ananda la acepte, por compasión”.

Eso no es necesario, gran rey: con mi triple hábito tengo suficiente”.

[19] “Venerable Señor, este río Aciravati ha sido visto tanto por el Venerable Ananda como por nosotrosdesbordado en sus dos orillas cuando cayó una abundante lluvia del cielo sobre las montañas. De la misma manera, Venerable Señor, el Venerable Ananda puede hacerse su triple hábito de este manto y ofrecer su triple hábito antiguo a sus compañeros en la vida santa, por compasión. De esta manera, nuestra dádiva va a desbordar. Venerable Señor, que el Venerable Ananda acepte el manto”.

[20] Y el Venerable Ananda aceptó el manto. Entonces el rey Pasenadi de Kosala dijo: “Ahora bien, Venerable Señor, vamos a partir. Estamos ocupados y tenemos mucho que hacer”.

Es el tiempo, gran rey, para que haga lo que tenía previsto”.

Entonces, el rey Pasenadi de Kosala, habiéndose deleitado y regocijado en las palabras del Venerable Ananda, se levantó de su asiento, rindió homenaje al Venerable Ananda y, cuidando que éste quedase siempre a su lado derecho, partió de allí.

[21] Entonces, no mucho después de esto, el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le relató el contenido entero de esta conversación que tuvo con el rey Pasenadi de Kosala. También mostró al Bienaventurado la manta.

[22] Entonces el Bienaventurado se dirigió a los monjes de esta manera: “Monjes, esta es una ganancia, es una gran ganancia para el rey Pasenadi de Kosala que haya tenido la oportunidad de ver y presentarle sus respetos a Ananda”.

Esto es lo que dijo el Bienaventurado, y aquellos monjes fueron satisfechos y se deleitaron en las palabras del Bienaventurado.

 


FUENTES:

Bhikkhu Ñanamoli y Bhikkhu Bodhi (1995). Bahitika Sutta – The Cloak The Middle-Length Discourses of the Buda: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Pp. 485-488.

Bahitikasuttam en Digital Pali Reader 4.1.


 

Traducido por Anton P. Baron

Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2015.