DN 10 Subha Sutta –Discurso con Subha

Los acontecimientos de este sutta, tienen lugar después de la muerte del Buda. El Venerable Ananda explica al joven Subha en qué consisten los tres pilares de la práctica budista, es decir, la moralidad, la concentración y la sabiduría. Al escuchar esta explicación, Subha se convierte en seguidor laico.


[Leer en pali]

[1.1] Esto he escuchado:

En una ocasión, el Venerable Ananda estaba morando en la arboleda de Jeta, en el parque de Anathapindika, cerca de Savatthi, poco después del fallecimiento del Bienaventurado. En aquella ocasión un joven brahmán, Subha, hijo del hombre de Todeyya, se encontraba en Savatthi por alguno que otro negocio.

[1.2] Entonces, el joven brahmán Subha se dirigió a cierto hombre joven así: “Ven, joven hombre, y acércate al asceta Ananda. Pregúntale en mi nombre si se encuentra bien de salud, libre de fatiga, fuerte y vigoroso, y si mora confortablemente. Y luego dile: ‘Sería bueno que el Venerable Señor visitara por compasión a Subha, el hijo del hombre de Todeyya’”.

[1.3] “Sí, señor”, respondió aquel hombre joven, y se acercó al Venerable Ananda e intercambió con él cordiales saludos. Cuando concluyeron estas amables palabras de bienvenida y cordiales saludos, se sentó a un lado y entregó el mensaje.

[1.4] Entonces, el Venerable Ananda respondió: “Este no es el tiempo apropiado, joven hombre, por cuanto he tomado ya mi medicina. Pero quizá mañana me será posible hacerlo, si las condiciones lo permiten”.

Acto seguido, el hombre joven se levantó de su asiento y regresó junto a Subha, reportándole el contenido de la conversación que tuvo con el Venerable Ananda, agregando esto: “Hice mi misión hasta dónde me fue posible, señor, de modo que el Venerable Ananda, probablemente, tendrá la oportunidad de venir mañana”.

[1.5] Entonces, por la mañana temprano, el Venerable Ananda se vistió, tomó su cuenco y hábito exterior, y, acompañado por el Venerable Cetiya, fue a la residencia de Subha, donde se sentó en el asiento que estaba preparado para él. Acto seguido, el joven brahmán Subha, hijo del hombre de Todeyya, se acercó al Venerable Ananda e intercambió con él cordiales saludos. Cuando concluyeron estas amables charlas de bienvenida y cordiales saludos, se sentó a un lado y le dijo:

“Por mucho tiempo, Venerable Ananda, usted fue el asistente personal del Venerable Gotama, estuvo cerca de él constantemente y, constantemente, gozó de su compañía. Usted sabrá cuáles fueron las cosas que el Venerable Gotama consideraba dignas de elogios, aquellas que enseñaba para que la gente se estableciera en ellas y se afirmara en ellas. ¿Cuáles fueron estas cosas, Venerable Ananda?”.

[1.6] “He aquí, Subha, había tres divisiones que el Bienaventurado consideraba dignas de elogios, que enseñaba para que la gente se estableciera en ellas y se afirmara en ellas. Y, ¿cuáles son esas tres? La división de la noble moral, la división de la noble concentración y la división de la noble sabiduría. Estas son las tres divisiones que el Bienaventurado consideraba dignas de elogios, que enseñaba para que la gente se estableciera en ellas y se afirmara en ellas”.

“Y, ¿cuál es, Venerable Ananda, la división de la moral que el Bienaventurado consideraba digna de elogios, que enseñaba para que la gente se estableciera en ella y se afirmara en ella?”.

[1.7-29] “He aquí, hombre joven, el Tathagata surge en el mundo… [igual que en DN 2,41-63].

[1.30] “Esta es, hombre joven, la división de la moral que el Bienaventurado consideraba digna de elogios, que enseñaba para que la gente se estableciera en ella y se afirmara en ella. Aunque algo más permanece que debe ser hecho”.

“¡Esto es maravilloso, Venerable Ananda, es asombroso, Venerable Ananda! Esta división de la noble moral es perfecta y completa, no deja nada para completar. Y yo no veo que esta división de la moral aria sea completada entre las escuelas de otros ascetas y brahmanes. Si cualquiera de ellos se perfeccionara a sí mismo, de esta manera, habría estado tan contento que diría: ‘Hemos completado la tarea. La meta de nuestro ascetismo ha sido lograda. He aquí, no hay más nada qué hacer’. Pero, y con todo esto, el Venerable Ananda declara que hay algo más que debe ser hecho”.

[2.1] “Y, ¿cuál es, Venerable Ananda, la división de la concentración que el Bienaventurado consideraba digna de elogios, que enseñaba para que la gente se estableciera en ella y se afirmara en ella?”.

[2.2-18] “Y, ¿de qué manera el monje guarda las puertas de los sentidos?… [igual que en DN 2,64-82].

[2.19] “Esta es, hombre joven, la división de la concentración que el Bienaventurado consideraba digna de elogios, que enseñaba para que la gente se estableciera en ella y se afirmara en ella. Aunque algo más permanece que debe ser hecho”.

“¡Esto es maravilloso, Venerable Ananda, es asombroso, Venerable Ananda! Esta división de la noble concentración es perfecta y completa, no deja nada para completar. Y yo no veo que esta división de la concentración aria sea completada entre las escuelas de otros ascetas y brahmanes. Si cualquiera de ellos se perfeccionara a sí mismo, de esta manera, habría estado tan contento que diría: ‘Hemos completado la tarea. La meta de nuestro ascetismo ha sido lograda. He aquí, no hay más nada qué hacer’. Pero, y con todo esto, el Venerable Ananda declara que hay algo más que debe ser hecho”.

[2.20] “Y, ¿cuál es, Venerable Ananda, la división de la sabiduría que el Bienaventurado consideraba digna de elogios, que enseñaba para que la gente se estableciera en ella y se afirmara en ella?”.

[2.21-36] “Con la mente concentrada, purificada, brillante… [igual que en DN 2,83-97].

[2.37] “Esta es, hombre joven, la división de la sabiduría que el Bienaventurado consideraba digna de elogios, que enseñaba para que la gente se estableciera en ella y se afirmara en ella. Más allá de esto, no queda nada que debe ser hecho”.

“¡Esto es maravilloso, Venerable Ananda, es asombroso, Venerable Ananda! Esta división de la noble sabiduría es perfecta y completa, no deja nada para completar. Y yo no veo que esta división de la sabiduría aria sea completada entre las escuelas de otros ascetas y brahmanes. Y más allá de esto, no queda nada que debe ser hecho.

“¡Excelente, Venerable Ananda! ¡Excelente, Venerable Ananda! El Venerable Ananda esclareció el Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara, en medio de la oscuridad, de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al Buda, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el Venerable Ananda me considere como su seguidor laico, a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.


FUENTES:

Rhys Davids, T.W. (1899). Subha Sutta en Dialogues of the Buddha. Londres, Oxford University Press.

Walshe, M. (1995).Subha Sutta: About Subha. Morality, Concentration, Wisdom en The Long Discourses of the Buddha: A Translation of the Digha Nikaya, pp. 171-157.

Subhasuttam en World Tipitaka Edition


Traducción: Anton P. Baron

Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2015.