MN 7 {9M.1.7} Vattha Sutta – Discurso con el símil de la tela

Con un simple símil, el Buda explica la diferencia entre una mente pura e impura.

[Leer en pali]

 

[1] {70} Esto he escuchado. En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la Arboleda Jeta, del Parque de Anathapindika cerca de Savatthi. Allí, se dirigió a los monjes de esta manera: «Monjes.» – «Sí, venerable señor», respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:

 

[2] «Monjes, imaginad una tela manchada y sucia, y que un pintor la sumergiera en un tinte para teñirla, sea de color azul, amarillo, rojo o rosa; la tela parecería de color impuro y mal teñida. Y, ¿por qué? Por causa de la impureza de la tela. Del mismo modo, monjes, cuando la mente es impura, cabe esperar un destino infeliz para ella. Monjes, imaginad una tela limpia y resplandeciente, y que un pintor la sumergiera en un tinte para teñirla, sea de color azul, amarillo, rojo o rosa; la tela parecería de color puro y bien teñida. Y, ¿por qué? Por causa de la pureza de la tela. Del mismo modo, monjes, cuando la mente es pura, cabe esperar un destino feliz para ella.

 

[3] {71} «Y ¿cuáles son, monjes, las impurezas que contaminan la mente? La codicia y la  avidez desmesurada son una impureza que contamina la mente. La animadversión… La ira… El rencor… El desprecio… La soberbia… La envidia… La avaricia… El engaño… La deshonestidad… La obstinación… La rivalidad… La presunción… La arrogancia… La vanidad… La negligencia es una impureza que contamina la mente.

 

[4] {72} «Monjes, al conocer que la codicia y la avidez desmesurada son una impureza que contamina la mente, el monje la abandona. Al conocer que la animadversión… la ira… el rencor… el desprecio… la soberbia… la envidia… la avaricia… el engaño… la deshonestidad… la obstinación… la rivalidad… la presunción… la arrogancia… la vanidad… la negligencia es una impureza que contamina la mente, el monje la abandona.

 

[5] «Monjes, cuando el monje haya conocido que la codicia y la avidez desmesurada son una impureza que contamina la mente y las haya abandonado.  Cuando haya conocido que la animadversión… la ira… el rencor… el desprecio… la soberbia… la envidia… la avaricia… el engaño… la deshonestidad… la obstinación… la rivalidad… la presunción… la arrogancia… la vanidad… la negligencia es una impureza que contamina la mente y la haya abandonado.

 

{74} «Entonces adquiere plena confianza en el Buda de esta manera: ‘El Bienaventurado es realizado, plenamente despierto, perfecto en el conocimiento y la buena conducta, sublime, conocedor de los mundos, incomparable líder de los que han ser amansados, maestro de dioses y seres humanos, iluminado, bienaventurado’.

 

[6] «Adquiere plena confianza en el Dhamma de esta manera: ‘El Dhamma está bien proclamado por el Bienaventurado, visible aquí y ahora, inmediatamente efectivo, que invita a examinarlo, que hace progresar e invita ser experimentada por el sabio personalmente’.

 

[7] «Además, adquiere plena confianza en el Sangha de esta manera: ‘El Sangha de los discípulos del Bienaventurado practica de buena manera, practica el camino recto, practica el camino verdadero, practica el camino apropiado, es decir, los cuatro pares de personas, los ocho tipos de individuos; este Sangha de los discípulos del Bienaventurado es merecedor de dádivas, merecedor de hospitalidad, merecedor de ofrendas, merecedor de reverencias, el insuperable campo de mérito para el mundo’.

 

[8] {75} «Y cuando se aparta así [de las imperfecciones mentales], las expulsa, se libera de ellas, las abandona y renuncia a ellas parcialmente, considera esto: ‘tengo plena confianza en el Buda’, y entonces, se inspira en el significado, se inspira en el Dhamma y gana la alegría al estar conectado con el Dhamma. Cuando está alegre, surge en él el arrobamiento. En alguien extático, se sosiega el cuerpo. Alguien cuyo cuerpo es sosegado, siente el placer. En alguien que experimenta placer, la mente llega a concentrarse.

 

[9] «Y él considera esto: ‘tengo plena confianza en el Dhamma’, y entonces, se inspira en el significado, se inspira en el Dhamma y gana la alegría al estar conectado con el Dhamma. Cuando está alegre, surge en él el arrobamiento. En alguien extático, se sosiega el cuerpo. Alguien cuyo cuerpo es sosegado, siente el placer. En alguien que experimenta placer, la mente llega a concentrarse.

 

[10] «Y él considera esto: ‘tengo plena confianza en el Sangha’, y entonces, se inspira en el significado, se inspira en el Dhamma y gana la alegría al estar conectado con el Dhamma. Cuando está alegre, surge en él el arrobamiento. En alguien extático, se sosiega el cuerpo. Alguien cuyo cuerpo es sosegado, siente el placer. En alguien que experimenta placer, la mente llega a concentrarse.

 

[11] «Y él considera esto: [las imperfecciones mentales] han sido apartadas y expulsadas de mí, me he liberado de ellas, las he abandonado y he renunciado a ellas, parcialmente’, entonces se inspira en el significado, se inspira en el Dhamma y gana la alegría al estar conectado con el Dhamma. Cuando está alegre, surge en él el arrobamiento. En alguien extático, se sosiega el cuerpo. Alguien, cuyo cuerpo es sosegado siente el placer. En alguien que experimenta placer, la mente llega a concentrarse.

 

[12] {76} «Monjes, si el monje con semejante virtud, con semejante estado [de concentración] y con semejante sabiduría comiese la comida de las limosnas consistente en el fino arroz de la colina acompañado de varias salsas y condimentos, aún esto no consistiría  obstáculo alguno para él.  Al igual que una tela manchada y sucia, llega a ser pura y resplandeciente cuando se la lava en el agua cristalina, o al igual que el oro queda puro y resplandeciente cuando se lo funde en un crisol, de la misma manera, monjes, si el monje con semejante virtud, con semejante estado [de concentración] y con semejante sabiduría comiese la comida de las limosnas consistente en el fino arroz de la colina acompañado de varias salsas y condimentos, aún esto no consistiría  obstáculo alguno para él.

 

[13] {77} «Además, él permanece con la mente imbuida en el amor benevolente, irradiándolo hacia el primero de los puntos cardinales, lo mismo hacia el segundo, lo mismo hacia el tercero y lo mismo hacia el cuarto, hacia arriba, hacia abajo y todo alrededor, por todas partes y a todos como a sí mismo. Permanece irradiando su mente imbuida en el amor benevolente hacia todo el mundo, exaltada, magnánima e inconmensurablemente, sin hostilidad ni animadversión.

 

[14-16] «Además, permanece con la mente imbuida en la compasión… imbuida en el gozo altruista… imbuida en la ecuanimidad, irradiándola hacia el primero de los puntos cardinales, lo mismo hacia el segundo, lo mismo hacia el tercero y lo mismo hacia el cuarto, hacia arriba, hacia abajo y todo alrededor, por todas partes y a todos como a sí mismo. Permanece irradiando su mente imbuida en la ecuanimidad hacia todo el mundo, exaltada, magnánima e inconmensurablemente, sin hostilidad ni animadversión.

 

[17] «Y comprende así: ‘He aquí que existe esto, existe lo inferior, existe lo superior, y más allá existe una escapatoria de este entero campo de la percepción’.

 

[18] {78} «Al comprender y ver así, su mente se libera de la contaminación del deseo sensual, de la contaminación de la existencia y de la contaminación de la ignorancia. Cuando es liberado de este modo, llega el siguiente conocimiento: ‘esta es la liberación’, entonces comprende esto: ‘el nacimiento está destruido, la vida santa ha sido vivida, lo que había por hacer ha sido realizado y he aquí, no hay ya más futuros estados de existencia’. Monjes, a este monje se le denomina purificado mediante el baño interior».

 

[19] {79} En aquel momento, el brahmán Sundarika Bharadvaja estaba sentado cerca del Bienaventurado. Entonces, se dirigió al Bienaventurado con estas palabras: «Pero, ¿es que el maestro Gotama no irá al río Bahuka para bañarse?»

 

«¿Por qué, brahmán, me iría al río Bahuka? ¿Qué podría hacerme el río Bahuka?»

 

«Maestro Gotama, mucha gente sostiene que el río Bahuka ofrece la liberación, mucha gente sostiene que [bañarse en] el río Bahuka genera mérito y mucha gente lava sus malas acciones en el río Bahuka».

 

[20] Entonces el Bienaventurado se dirigió al brahmán Sundarika Bharadvaja con estos versos:

 

Sea en el Bahuka o en el Adhikakka,

 

En el Gaya o en el Sundarika también,

 

En el Payaga o en el Sarassatí,

 

E incluso, en la corriente de Bahumati-

 

El tonto, puede bañarse ahí para siempre,

 

Y nunca purificará sus oscuras acciones.

 

¿Qué puede llevar a cabo el Sundarika?

 

¿Qué el Payaga o qué el río Bahuka?

 

Ellos no pueden purificar ni una sola mala acción

 

Del hombre violento, culpable y malvado.

 

Pero para alguien que es puro de corazón,

 

Cualquier día es una fiesta de primavera, un día santo.

 

Alguien honrado, que actúa con pureza,

 

Lleva su virtud a la perfección.

 

Aquí es, brahmán, donde hay que bañarse,

 

Convirtiéndose uno mismo en el refugio de otros.

 

Si no hablas falsedades

 

Ni provocas daños a los seres vivos,

 

Si no tomas lo que no te dan,

 

Con la fe y libre de avaricia,

 

¿Qué necesidad tienes de ir a Gaya?

 

Cualquier pozo se convierte en  Gaya para ti.

 

[21] {80} Cuando esto fue dicho, el brahmán Sundarika Bharadvaja dijo al Bienaventurado: «¡Magnífico, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! Maestro Gotama aclaró el Dhamma de diferentes maneras: como si levantara lo que estaba caído,  o revelara lo que estaba oculto, o indicara el camino para alguien que estaba extraviado, o alzara una lámpara en la oscuridad para todos aquellos que puedan ver las formas. Yo voy por refugio al maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Quisiera recibir del maestro Gotama el renunciamiento y la plena ordenación».

 

[22] Entonces, el brahmán Sundarika Bharadvaja recibió del Bienaventurado el renunciamiento y recibió la plena ordenación. Y pronto, no mucho después de haber recibido la plena ordenación, el venerable Bharadvaja, viviendo en soledad, retirado, diligente, fervoroso y resuelto, realizándola por sí mismo con conocimiento directo, aquí y ahora, entró y permaneció en la meta suprema de la vida santa, por la cual el miembro del clan correctamente renuncia la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar. Y supo directamente: ‘el nacimiento ha sido destruido, la vida santa ha sido vivida, lo que había por hacer se ha realizado y he aquí no hay más futuros estados de existencia’. Y el venerable Bharadvaja llegó a ser un Arahant.


 

FUENTES:

 

BHIKKHU NANAMOLI y BHIKKHU BODHI (2001) «Vatthupama Sutta: The Simile of the Cloth» en The Middle Lenght Discoursess of the Buddha: A Translation of the Majjhima Nikaya. Págs. 118-122.

 

SOLÉ-LERIS, Amadeo y Abraham Vélez de Cea (2004) «Sermón sobre el símil de la tela» en Mjjhima Nikaya: Los sermones medios del Buddha. Versión digital. Págs. 146-147.

 

«Vatthasutta» en World Tipitaka Edition. http://studies.worldtipitaka.org/tipitaka/9M/1/1.7 (13 de mayo de 2008)


 

Traducción y edición: Isidatta, 2011

Publicación del Bosque Theravada, 2011