Introducción de Bhikkhu Bodhi al Majjhima Nikaya que es la segunda gran colección de los discursos del Buda dentro de la Canasta de los Discursos (el Sutta Pitaka) del Canon Pali, una compilación de textos autorizados por la escuela budista Theravada, como palabras del Buda.
Por Bhikkhu Bodhi
El Majjhima Nikaya es la segunda colección de los discursos del Buda que se encuentra en el Sutta Pitaka del Canon Pali. Su título significa literalmente Colección del Medio y se llama así porque los suttas que contiene, generalmente son de mediana longitud en comparación con los suttas más largos del Digha Nikaya que la precede y con los suttas más cortos contenidos en las dos siguientes mayores colecciones: el Samyutta Nikaya y el Anguttara Nikaya.
El Majjhima Nikaya contiene 152 suttas. Los mismos se dividen en tres partes llamadas Grupos de Cincuenta (pannasa), aunque el último grupo contiene en realidad cincuenta y dos suttas. Dentro de cada parte, los suttas están agrupados en los capítulos o divisiones (vaggas) de diez suttas cada uno (la penúltima división contiene doce suttas). Los nombres asignados a estas divisiones frecuentemente sólo derivan del título del sutta que abre a cada una de ellas (o, en algunos casos, el par de los suttas) y así apenas indican el contenido del material dentro de cada división en sí mismo. Una excepción, aunque parcial, constituyen los Cincuenta Medianos, donde los títulos de las divisiones usualmente se refieren al principal tipo de interlocutor o la figura clave que cada uno de estos suttas contiene. Aún así, la conexión entre el título y el contenido, algunas veces es apenas tenue. El entero sistema de clasificación aparentemente fue divisado más para el propósito de la conveniencia, que por homogeneidad esencial alguna del objeto tratado en los suttas e incluido en una división particular.
Tampoco existe una particular secuencia pedagógica en los suttas, algún despliegue del desarrollo del pensamiento. De esta manera, mientras los diferentes suttas se esclarecen mutuamente, y uno puede rellenar algunas ideas que en el otro apenas fueron sugeridas, virtualmente, cada sutta puede ser tomado para un estudio individual y puede ser comprensible en sí mismo. Desde luego, el estudio de la compilación entera, de forma natural producirá una cosecha más rica del entendimiento.
Si el Majjhima Nikaya estuviera caracterizado por una sola frase que la distinguiera de los otros libros del Canon Pali, la misma podría hacerse describiéndolo como la colección que combina la más rica variedad de los escenarios contextuales con la más profunda y comprensible variedad de enseñanzas. Como el Digha Nikaya, el Majjhima está repleto de dramas y narrativas, pero carece de la tendencia de su predecesor hacia los embellecimientos imaginativos y la profusión hacia las leyendas. Como el Samyutta, contiene algunos de los más profundos discursos de todo el Canon, exposiciones de la radical perspicacia del Buda dentro de la naturaleza de la existencia; y como el Anguttara, cubre una amplia gama de temas de práctica aplicabilidad. Pero en contraste con estos últimos dos Nikayas, el Majjhima pone este material, no en forma de cortas, auto-contenidas declaraciones, sino dentro de un fascinante contexto de escenarios que exhiben el resplandor de la sabiduría del Buda, su habilidad de adaptar sus enseñanzas a las necesidades y las proclividades de sus interlocutores, su ingenio y el gentil sentido de humor, su majestuosa sublimidad y su compasiva humanidad.
Naturalmente, el más grande número de los discursos en el Majjhima Nikaya está dirigido a los bhikkhus -los monjes- siendo que fueron ellos quienes vivieron en la más próxima cercanía del Maestro y lo han seguido dentro del estado carente del hogar, asumiendo por si mismos el completo curso del entrenamiento. Pero en el Majjhima, no sólo encontramos al Buda en su rol de la cabeza de la Orden. Repetidas veces lo vemos involucrado en el vívido diálogo con la gente de diferentes estratos de la antigua sociedad india: con los reyes y las princesas, con los brahmanes y los ascetas, con los simples pueblanos y eruditos filósofos, con los sinceros buscadores y vanidosos cuestionadores. Es quizá en esta escritura por encima de las otras, donde el Buda emerge en el rol que le adscriben los versos canónicos del homenaje al Bienaventurado como el «incomparable líder de personas que han de ser amansadas, el maestro de los dioses y los seres humanos».
Pero no sólo es el Buda quien aparece en el Majjhima en el rol de maestro. La obra introduce también a los realizados discípulos que él ha producido y quienes llevaron a cabo la transmisión de su enseñanza. De los 152 suttas de la colección, nueve fueron pronunciados por el venerable Sariputta, el General del Dhamma; tres de ellos (MN 9, MN 28, MN 141) llegaron a ser textos básicos del estudio de la doctrina budista en las escuelas monásticas a lo largo del mundo budista Theravada. El venerable Ananda, el asistente personal del Buda durante los últimos veinticinco años de su vida, ofrece siete suttas y participa en muchos otros. Cuatro suttas fueron pronunciados por el venerable Maha Kaccana, quien se destacó en la elaboración de los breves pero enigmáticos dichos del maestro, y dos, por el segundo de los principales discípulos, el venerable Maha Moggallana, uno de los cuales (MN 15) ha sido recomendado para la reflexión diaria de los monjes. El diálogo entre el venerable Sariputta y el venerable Punna Mantaniputta (MN 24) explora el esquema de los siete estadios de la purificación que para Acariya Buddhaghosa, fue la forma de bosquejar su gran tratado sobre el sendero budista, el Visuddhimagga. Otro diálogo (MN 44) introduce a la bhikkhuni Dhammadinna, cuyas respuestas a una serie de preguntas de sondeo, fueron tan hábiles, que el Buda las selló para la posteridad con las palabras: «yo te lo hubiese explicado de la misma manera».
El formato de los suttas es altamente variado. La mayoría, toma la forma de los discursos propiamente dichos, exposiciones de la enseñanza vertida de manera ininterrumpida de los labios del Iluminado. Unos pocos entre ellos, fueron entregados en series de proposiciones instructivas carentes de adornos o delineamientos para la práctica, pero la mayoría está entrelazada con notables símiles y parábolas que brillan e iluminan la densa masa doctrinal de manera tal, que la misma se imprima más profundamente en la mente. Los otros suttas despliegan diálogos y discusiones, y algunos elementos predominantes dramáticos o narrativos. Quizá el más conocido y más ampliamente apreciado entre ellos es el Angulimala Sutta (MN 86), el cual relata cómo el Buda sojuzgó a un notorio bandido Angulimala y lo transformó en un iluminado santo. Igualmente emocionante, aunque de diferente manera, es la historia de Ratthapala (MN 82), un joven de rica familia, cuya preciosa penetración dentro de la universalidad del sufrimiento fue tan convincente, que prefirió prepararse para la muerte antes de aceptar la negativa de sus padres de salir hacia la vida carente de hogar. Varios de los suttas se centran en el debate, y éstos ponen en relieve el ingenio del Buda y su delicado sentido de ironía, al igual que sus habilidades dialécticas. De manera especial, se podría hacer mención del MN 35 y MN 56, con su sutil sentido de humor que contrasta con la seriedad de sus oponentes. Una categoría en sí mismo es el Brahmanimantanika Sutta (MN 49), en el cual el Buda visita el mundo del Brahma para desprender la engañada deidad de sus ilusiones de grandeza, y pronto se encuentra inmerso en una acalorada disputa con el Mara, el Malvado -una inconcebible alianza entre de la Divinidad con la Maldad defendiendo la santidad del ser en contra del llamado del Buda a la liberación del Nibbana, el cese del ser.
FUENTE:
BHIKKHU BODHI (2001) «Introduction» en BHIKKHU NANAPOLI y BHIKKHU BODHI The Middle Length Discourses of the Buda: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Págs. 19-58.
Traducido y publicado por Isidatta para el Bosque Theravada, 2010
Edición de Bosque Theravada, 2010