Sobre el surgimiento de la conciencia: uno de los pocos discursos del Buda, en el cual esboza una combinación de las seis bases internas y externas de los sentidos con los cinco cúmulos, un esquema que recién en Abhidhamma será plenamente estructurado.
[93] {93} «Monjes, la conciencia llega a ser en dependencia del elemento bivalente. Y ¿cómo, monjes, la conciencia llega a ser en dependencia del elemento bivalente? En dependencia del ojo y las formas surge la conciencia del ojo. El ojo es impermanente, cambiante y se convierte en otra cosa; las formas son impermanentes, cambiantes y se convierten en otra cosa. Así, este elemento bivalente es movedizo y tambaleante, impermanente, cambiante y se convierte en otra cosa.
«La conciencia del ojo es impermanente, cambiante y se convierte en otra cosa. La causa y la condición del surgimiento de la conciencia del ojo también es impermanente, cambiante y se convierte en otra cosa. Monjes, cuando la conciencia del ojo surge a partir de una condición que es impermanente, ¿cómo podría ser permanente?
«La confluencia, el encuentro, la concurrencia de estas tres cosas se llama el contacto del ojo. El contacto del ojo también es impermanente, cambiante y se convierte en otra cosa. La causa y la condición del surgimiento del contacto del ojo también es impermanente, cambiante y se convierte en otra cosa. Monjes, cuando el contacto del ojo surge a partir de una condición que es impermanente, ¿cómo podría ser permanente?
«Estando en contacto, monjes, uno siente, estando en contacto, monjes, uno tiene la intención y estando en contacto, monjes, uno percibe. Así, estas cosas también son movedizas y tambaleantes, impermanentes, cambiantes y se convierten en otra cosa.
«En dependencia del oído y los sonidos surge la conciencia del oído… En dependencia de la nariz y los olores surge la conciencia de la nariz…. En dependencia de la lengua y los sabores surge la conciencia de la lengua… En dependencia del cuerpo y los objetos táctiles surge la conciencia del cuerpo… En dependencia de la mente y los fenómenos surge la conciencia de la mente. La mente es impermanente, cambiante y se convierte en otra cosa; los fenómenos son impermanentes, cambiantes y se convierten en otra cosa. Así, este elemento bivalente es movedizo y tambaleante, impermanente, cambiante y se convierte en otra cosa.
«La conciencia de la mente es impermanente, cambiante y se convierte en otra cosa. La causa y la condición del surgimiento de la conciencia de la mente también es impermanente, cambiante y se convierte en otra cosa. Monjes, cuando la conciencia de la mente surge a partir de una condición que es impermanente, ¿cómo podría ser permanente?
«La confluencia, el encuentro, la concurrencia de estas tres cosas se llama el contacto de la mente. El contacto de la mente también es impermanente, cambiante y se convierte en otra cosa. La causa y la condición del surgimiento del contacto de la mente también es impermanente, cambiante y se convierte en otra cosa. Monjes, cuando el contacto de la mente surge a partir de una condición que es impermanente, ¿cómo podría ser permanente?
«Estando en contacto, monjes, uno siente, estando en contacto uno tiene la intención y estando en contacto uno percibe. Así, estas cosas también son movedizas y tambaleantes, impermanentes, cambiantes y se convierten en otra cosa.
«Es de esta manera, monjes, que la conciencia llega a ser en dependencia del elemento bivalente.»
FUENTES:
Bhikkhu Bodhi (2000) «The All» en The Connected Discourses of the Buda: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Pág. 1140.
«Sabbasutta» en World Tipitaka Edition, http://studies.worldtipitaka.org/tipitaka/13S4/1/1.2/1.2.4/1.2.4.10 13 de mayo de 2008
Traducido y editado por Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2010.