Pregunta de Federico:
Agradeceré se pida a Bhante Sujato me ilustre con respecto al monje cismático Devadatta y la posibilidad de que éste haya dejado un linaje. Conozco las versiones tradicionales de su historia gracias a Bosque Theravada. También he leído las especulaciones mahayanas sobre su futuro renacimiento como buddha y algunos trabajos literarios que insinúan que la disidencia que promovió se debió a sus exigencias de hacer obligatorias, para la sangha, ciertas disciplinas ascéticas: – Vivir exclusivamente en los bosques, alejado de las ciudades. – Vivir a la intemperie, bajo árboles sin acceder a lugares techados. – No aceptar invitaciones de laicos. – Vivir sólo de la limosna. – No comer carne ni pescado. Según las mismas fuentes, aunque las prácticas no fueron consideradas obligatorias por el Bendito, éste tampoco las condenó, lo cual dejó abierta la posibilidad de que algunos bikkhus las practicaran a discreción. El ven. Sravasti Dhammika escribe que el monje Fa Hsien (circa s.V dc) menciona en sus memorias haber conocido una sangha que decía pertenecer al linaje de Devadatta. Leí que algo similar menciona Hsuan Tsang (s. VII dc) en su diario de viaje. Si aceptamos la versión de ambos peregrinos chinos, se debería admitir que Devadatta generó una rama del budismo que perduró por varios siglos antes de extinguirse. Agradeceré a Bhante Sujato me dé luces al respecto. Finalmente, felicito a Bosque Theravada por su trabajo de difusión del buddha-dhamma, quizá no lo sepan, pero su labor de traducción de los suttas pali al castellano es invaluable.
Querido Federico, Ah, Devadatta y sus cismáticos compañeros: han sido un (tema) favorito para los cuenta-cuentos budistas durante tanto tiempo – y parece que siguen sin perder su atractivo… Ha habido intentos en los tiempos modernos por rehabilitar a Devadatta, particularmente por Reginald Ray en su Buddhist Saints in India (Santos budistas en India) – cuya lectura merece la pena (http://books.google.com/books?…navlinks_s). Ray argumenta que Devadatta fue un monje del bosque estricto, que fue vilipendiado cuando el Sangha se tornó hacia una vida monástica asentada. Un problema con la tesis de Ray es que, mientras argumenta que la desarrollada Vinaya es un producto de los moradores de ciudad, en contra de los hábitos más libres y ‘silvestres’ de los eremitas del bosque, son realmente los monjes del bosque quienes normalmente se adhieren más estrictamente al Vinaya. Sin duda, no obstante, hay algo de verdad en estos intentos, cuando Devadatta -como cualquier principal villano- ha tenido todo tipo de vilipendios sobre sí, muchos de los cuales deben surgir de la imaginación de los cuenta-cuentos más que de la historia periodística. Pero, aunque la maldad de Devadatta ha sido adornada sin lugar a dudas, parece haber pocas razones para dudar de que él fue, de hecho, una persona bastante difícil. No hay nada remotamente increíble en lo esencial de la historia: un familiar del Buda, con una inicial promesa en ciertos poderes psíquicos, se vuelve envidioso y corrupto por el poder y la influencia, y se vuelve hacia el lado oscuro. Uno podría observar escenarios similares en cualquier movimiento espiritual hoy día. Ray, y otros revisadores, ignoran cortésmente la profundidad en la cual la historia de Devadatta penetra en la escritura budista, tanto en los Suttas como en el Vinaya, en todas las escuelas. Si fuese simplemente un asunto de interpolar una leyenda en el Vinaya, por ejemplo, podríamos fácilmente creer que todo el episodio fue una invención posterior. Tal es el caso, por ejemplo, de la historia del origen de las bhikkhunis, la cual se encuentra solo en un pasaje, repetido y copiado en varios lugares. Pero hay docenas de pasajes, pequeños suttas, versos, etc, que hablan de Devadatta y sus compinches, todos en un tono negativo, encontrados por todos los textos. Todavía estoy por ver un razonamiento textual serio que explique esta situación, si es que él no era más que un monje del bosque estricto. En la escena espiritual de la India, los valores ascéticos son altamente venerados, y es más que plausible encontrar a Devadatta, mientras predica sus doctrinas de ascetismo, siendo realmente indulgente y obsesionado por el poder. Hoy es común en Tailandia, por ejemplo, encontrar a monjes sin escrúpulos que utilizan el carisma y la fama de los monjes del bosque para obtener riquezas y un estatus. Cuando estuve viviendo en Wat Nanachat un ‘monje’ vino a quedarse, solo para marcharse, robar un juego de hábitos del ‘bosque’ y un bol, sin duda para recolectar apoyos. En cuanto a las menciones ocasionales de los seguidores de Devadatta en tiempos posteriores, debemos recordar que aquellos que cuentan estas historias están totalmente familiarizados con la versión estándar de que Devadatta murió y su movimiento se disolvió antes de la muerte del Buda. Este es uno de los elementos más básicos del mito del Buda, y encuentro difícil de creer que alguien en aquel tiempo pudiera haber dado fe de la verdadera supervivencia de un remanente de seguidores de Devadatta; o si realmente sobrevivieron, que atrajeran tan poca atención. Hablé de esto con Ajahn Brahms hace muchos años y se rió y me dijo que incluso hoy día en Tailandia, cualquier grupo de monjes que intenta separarse y definirse mediante algún tipo de práctica especial, sobre todo el vegetarianismo, es despectivamente llamado ‘seguidores de Devadatta’. Observa que no son las prácticas las que son menospreciadas, sino el intento de crear un Sangha separado basado en ellas, lo cual es el problema.
Tradujo del inglés: DhammaJosé
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- Federico’s question
I would be grateful if Bhante Sujato could illminate me regarding the schismatic monk Devadatta and the possibility that he could have left a lineage. I know the traditional versions about his story thanks to Bosque Theravada. I’ve also read the mahayanic speclations about his future rebirth as a Buddha and some literary works which hint that the dissidence promoted by him was due to his requirements of making certain ascetic disciplines mandatory for the Sangha: – To live exclusively in the forests, away from the cities. – To live in the open air, under tress, without going into places covered with roof. – Not to accept laymen’s invitations. – To live just on alms. – Not to eat meat nor fish. According to the same sources, although these practices were not considered mandatory by the Blessed One, he didn’t condemn them either, which left open the possibility for some bhikkhus to practice them as much as they liked. Ven. Sravasti Dhammika writes that monk Fa Hsien (circa Vth century AD) mentions in his memoirs having met a sangha who claimed to belong to Devadatta’s lineage. I read that something similar is mentioned by Hsuan Tsang (VIIth century AD) in his travel journal. If we accept both Chinese pilgrims’ versions, it should be admitted that Devadatta created a branch of Buddhism that lasted some centuries before dying out. Thank you. Federico
Dear Frederico,
Ahh, Devadatta and his schismatic mates: they’ve been a favorite for Buddhist storytellers for such a long time – and they don’t seem to be losing their allure…
There has been some attempts in modern times to rehabilitate Devadatta, notably by Reginald Ray in his Buddhist Saints in India – which is well worth a read. (http://books.google.com/books?id=0TMsdV8lS8wC&dq=reginald+ray+forest+monks&source=gbs_navlinks_s). Ray argues that Devadatta was a strict forest monk, who became vilified as the Sangha moved towards a settled monastic life. One problem with Ray’s thesis is that, while he argues that the developed Vinaya is a product of city-dwellers, as opposed to the more free and ‘wild’ habits of the forest hermits, in fact it is forest monks who usually adhere more strictly to the Vinaya.
No doubt, however, there is some truth in these attempts, as Devadatta, like any chief villain, has had all manner of vilification heaped upon him, much of which must stem from the imagination of the storytellers, rather than journalistic history.
But, embroidered though Devadatta’s evil no doubt has become, there seems little reason to doubt that he was, in fact, a nasty piece of work. There is nothing remotely implausible about the basic storyline: a relative of the Buddha, with initial promise in certain psychic powers, becomes jealous, corrupted by power ad influence, and turns to the dark side. One might observe similar scenarios in any number of spiritual movements today. Ray, and other revisioners, politely ignore the depth to which the Devadatta story permeates the Buddhist scripture, both Suttas and Vinaya, in all schools. If it were merely a matter of interpolating a legend in the Vinaya, for example, we could easily believe that the whole episode was a late invention. Such, for example, is the case in the story of the origin of the bhikkhunis, which is found only in one passage, repeated and copied in various places. But there are dozens of passages, little suttas, verses, and so on, that refer to Devadatta and his cronies, all in negative light, found throughout the texts. I have yet to see a serious textual argument to explain this situation, if he was nothing more than a strict forest monk.
In the Indian spiritual scene, ascetic values are highly revered, and it is most plausible to find Devadatta, while preaching his doctrines of asceticism, actually being indulgent and power-mad. It is common in Thailand today, for example, to find unscrupulous monks who use the charisma and fame of the forest monks to gain wealth and status. When I was staying at Wat Nanachat, a ‘monk’ came to stay, only to leave, stealing a set of ‘forest’ robes and bowl, no doubt to use in gleaning support.
As for the occasional mentions of followers of Devadatta in later times, we must remember that those who tell these stories are entirely familiar with the standard version, that Devadatta died and his movement disbanded before the Buddha passed away. This is one of the most basic elements of the Buddha’s myth, and I find it difficult to believe that anyone at that time could have given credence to the actual survival of a remnant of Devadatta’s followers; or if they did survive, that they should attract so little attention. I raised this with Ajahn Brahm many years ago, and he just laughed and said that in Thailand even today, any group of monks that tries to separate and define itself by some sort of special practice, especially vegetarianism, is disparagingly called ‘followers of Devadatta’. Note that it is not the practices that is disparaged, but the attempt to create a separate Sangha on that basis which is the problem.