Hoy he estado de charla con la masajista de mi madre (que no solo es masajista sino también osteópata, y hace reiki, y está muy metida en el rollo «new-age energético etc»), y me ha preguntado por mis «meditaciones».
Ha usado un montón de términos, preguntándome por la finalidad de mi meditación (que si era viaje astral, que si era «ir al fondo»…¿qué es «ir al fondo»?), y cuando le he explicado que básicamente observábamos nuestra mente para ver cómo surgían los pensamientos, emociones, deseos, etc. y qué ocurría ahí, me ha dicho: «Ah, sí, eso es como esa técnica que hacía yo en la que metia los pensamientos en burbujas y los hacía desaparecer». Y luego se ha puesto a hablarme sobre el poder del pensamiento, las conexiones energéticas, y demás cosas que no he entendido.
Llevo ya un tiempo un poco extrañado frente a estas actitudes. No me malinterpretéis, no tengo nada en contra de este tipo de eclecticismo new-age de terapias limpiadoras de complejos multienergéticos que llevan allí desde el origen del transuniverso que precedió a todo lo anterior y que es la Gran Madre de todas las cosas, que son solo Una. A veces tengo algún pensamiento maligno que otro (y eso es la mente, al fin y al cabo), pero que cada uno haga con su vida lo que quiera. Lo que me extraña es ver eso en practicantes de meditación budista.
Entendedme. Cuando yo empecé a practicar, fue con los compis de Bosque Theravada, allá cuando «solo» éramos un grupo de Yahoo, y toda la gente que escribía eran practicantes budistas, conocedores del Dhamma (con sus más y sus menos, claro), y que tenían una meta común: el fin del sufrimiento. Erais gente como yo, que buscabais respuestas a la tristeza en nuestras vidas, y algo que nos sacase de ella. Pero, cuando comencé a meditar con Jerome, me encontré con gente que combinaba la meditación con todo tipo de creencias «new-age» y, lo que me extrañó más todavía, equiparaban todo eso al Buddha-Dhamma.
Mi primera pregunta fue «¿cómo lo hacen?». Conozco a un monje que estudia el Tao te King, a Krishnamurti, a Nisargadatta y al Buda, y entiendo que eso tiene un denominador común. Pero, ¿cómo se integran las fibras electromagnéticas de tu espalda con las cuatro nobles verdades? Es verdaderamente extraordinario. De veras, si eso les ayuda a conseguir lo que quieran conseguir, bravo por ellos. Yo me quedo con mi respiración y el caminito este de ocho pasitos, que ya es bastante.
Que os vaya bien
Un abrazo