SN 45,4 Janussonibrahmana Sutta – Discurso con el brahmán Janussoni

El Venerable Ananda queda impresionado por la belleza del carro blanco del brahmán Janussoni, al que la gente califica de «divino». Luego, el Buda explica en qué sentido su Dhamma y Disciplina puede ser calificada de esta manera.

[Leer en pali]

{4} En Savatthi. En esta ocasión, por la mañana temprano, el Venerable Ananda se vistió y, tomando su cuenco y el hábito exterior, entró a Savatthi para mendigar alimentos. Entonces, el Venerable Ananda visualizó al brahmán Janussoni cuando estaba saliendo de Savatthi dentro de un carro blanco con el atelaje de yeguas. Los caballos uncidos al carro eran blancos, al igual que sus ornamentos. También era blanco el mismo carro, su tapizado, las riendas, el látigo y el dosel. Era blanco el turbante [de Janussoni], sus vestimentas y las sandalias, siendo además, refrescado por un abanico blanco.

La gente, observando la escena, exclamaba: “¡Realmente divino, señor, es este vehículo! ¡Este carro aparece, señor, como si fuera realmente divino!”

Entonces, cuando el Venerable Ananda hubo caminado para mendigar alimentos y hubo retornado de esta su habitual ronda, se alimentó y se acercó al Bienaventurado. Después de saludarlo respetuosamente, se sentó a un lado y dijo:

“He aquí, venerable señor, esta mañana temprano me vestí y, tomando mi cuenco y la vestimenta exterior, entré a Savatthi para mendigar alimentos. En esta ocasión, he visto a brahmán Janussoni cuando estaba saliendo de Savatthi dentro de un carro blanco con el atelaje de yeguas. Los caballos uncidos al carro eran blancos, al igual que sus ornamentos. También era blanco el mismo carro, su tapizado, las riendas, el látigo y el dosel. Era blanco el turbante [de Janussoni], sus vestimentas y las sandalias, siendo además, refrescado por un abanico blanco. La gente, mientras observaba esta escena, exclamaba: ‘¡Realmente divino, señor, es este vehículo! ¡Este carro aparece, señor, como si fuera realmente divino!’

“Venerable señor, ¿es posible señalar al Dhamma y la Disciplina como un vehículo divino?”

“Sí, esto es posible, Ananda” –respondió el Bienaventurado y añadió:

“Al Óctuple Noble Sendero, Ananda, se pueden asignar estos calificativos: ‘el vehículo divino’, ‘el vehículo del Dhamma’ y ‘la incomparable victoria en la batalla’.

“La recta visión, Ananda, cuando está desarrollada y cultivada, tiene como meta final, la eliminación de la codicia, la eliminación de malicia y la eliminación de falsa ilusión. La recta intención, Ananda… La recta forma de hablar… La recta acción… La recta forma de vida… El recto esfuerzo… La recta atención consciente… La recta concentración, Ananda, tiene como meta final, la eliminación de la codicia, la eliminación de malicia y la eliminación de falsa ilusión.

“De esta manera, Ananda, se puede entender la asignación de los términos ‘el vehículo divino’, ‘el vehículo del Dhamma’ y ‘la incomparable victoria en la batalla’, al Óctuple Noble Sendero”.

Esto es lo que fue dicho por el Bienaventurado. Habiendo pronunciado estas palabras, el Bienhechor, el Maestro, dijo además estos versos:

Estas dos cualidades: fe y sabiduría,

Siempre se uncen juntos equitativamente.

La vergüenza es su mástil y la mente es lo que liga al yugo,

La conciencia, el atento auriga.

El carro está adornado con la virtud,

Su eje es el jhana y sus ruedas, la energía;

La ecuanimidad mantiene la carga balanceada,

Y el desapasionamiento sirve como tapizado.

La bondad, el favor y la reclusión

conforman el armamento del carro,

La paciencia es su coraza y escudo,

Y es así como roda hacia el refugio del cautiverio.

Este incomparable vehículo divino

Se origina dentro de uno mismo,

El sabio lo usa para salir en él del mundo,

Para alcanzar la inevitable victoria.


FUENTES:

Bhikkhu Bodhi (2000) “The Brahmin” en The Connected Discourses of th e Buddha: A Translation of the Samyutta Nikaya. Boston, Wisdom Publications. Págs. 1525-1526.

“Janussonibrahmanamsutta” en World Tipitaka Edition.


Traducido y editado por Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2008.