3. Las escrituras buddhistas

Del libro «Buena pregunta, buena respuesta«, por Venerable Sravasti Dhammika

PREGUNTA: Casi todas las religiones tienen alguna clase de santas escrituras o Biblia. ¿Cuál es el libro sagrado buddhista?

RESPUESTA: El libro sagrado del buddhismo es denominado el Tipitaka. Está escrito en un antiguo idioma indio llamado Pali que es muy cercano a la lengua en la que habló el mismo Buddha. El Tipitaka es un libro muy extenso. Su traducción inglesa abarca aproximadamente cuarenta volúmenes.

 

PREGUNTA: ¿Qué significa el nombre «Tipitaka»?

RESPUESTA: Está compuesto por dos palabras, «ti», que significa «tres», y «pitaka», que significa «canastas». La primera parte del nombre se refiere al hecho de que las escrituras buddhistas consisten en tres partes. La primera parte, llamada el Sutta Pitaka, contiene todos los discursos del Buddha así como de algunos de sus discípulos iluminados. La clase de material del Sutta Pitaka es muy diversa, lo cual permite comunicar las verdades que el Buddha enseñó a todas las diferentes clases de personas. Muchos de los discursos del Buddha tienen la forma de sermones mientras que otros tienen la del diálogo. Otras partes como el Dhammapada, presentan las enseñanzas del Buddha a través de la poesía. Los Jatakas, para tomar otro ejemplo, consisten en encantadoras historias en las cuales los personajes son, a menudo, animales. La segunda parte del Tipitaka se llama Vinaya Pitaka. Esta parte contiene las reglas para los monjes y las monjas, consejos para la administración monástica y procedimientos y la historia temprana de la orden. La última sección se denomina el Abhidhamma Pitaka. Éste es un sofisticado y complejo intento de analizar y clasificar todos los componentes que conforman al individuo. Aunque el Abhidhamma es un tanto posterior a las dos primeras partes del Tipitaka, no contiene nada que las contradiga.

Ahora con relación a la palabra «pitaka». En la antigua India, los trabajadores de la construcción acostumbraban trasladar los materiales de un lugar a otro utilizando una cadena de relevos de canastas. Ponían las canastas sobre sus cabezas, caminaban un poco hasta el próximo trabajador, se la pasaban, y éste repetía el proceso. La escritura era conocida en los tiempos del Buddha, pero como medio de comunicación se consideraba menos confiable que la memoria humana. Un libro podía deteriorarse o pudrirse durante la época del monzón o ser devorado por las termitas, pero la memoria de la persona podía perdurar tanto como viviese. En consecuencia, los monjes y monjas confiaron a la memoria todas las enseñanzas del Buddha y las pasaron unos a otros, exactamente como los trabajadores pasaban la tierra y los ladrillos de unos a otros mediante las canastas. Ésta es la razón por la cual las tres primeras partes de las escrituras buddhistas se llaman «canastas». Luego de ser conservado de esta manera durante varios cientos de años, el Tipitaka fue escrito, finalmente, alrededor del año 100 antes de Cristo en Sri Lanka.

 

PREGUNTA: Si las escrituras fueron conservadas en la memoria por tanto tiempo, no deben ser muy confiables. ¿Pueden haberse perdido o cambiado en mucho las enseñanzas del Buddha?

RESPUESTA: La conservación de las escrituras fue un esfuerzo conjunto realizado por la comunidad de monjes y monjas. Ellos se reunían cada cierto tiempo con regularidad y cantaban partes o todo el Tipitaka. Esto hizo que fuera virtualmente imposible que alguna cosa fuese agregada o cambiada. Piense en ello de esta manera. Si un grupo de cien personas conoce una canción de memoria y mientras todas ellas están cantando uno de ellos se equivoca con un verso o trata de insertar un nuevo verso, ¿qué pasaría? El total de aquellos que conocen la canción correctamente le impediría al dispar realizar cualquier cambio. También es importante recordar que en aquellos días no había televisores, diarios o publicidad que distrajeran y confundieran la mente, lo cual, junto con el hecho de que los monjes y las monjas meditaban, significa que tenían una muy buena memoria. Aún hoy, mucho tiempo después de que los libros han comenzado a usarse, hay monjes que todavía pueden recitar el Tipitaka completo de memoria. Mengong Sayadaw de Myanmar es capaz de hacerlo y es mencionado en el libro Guinness de los Récords como la mejor memoria del mundo.

 

PREGUNTA: ¿Cuán importantes son las escrituras para los buddhistas?

RESPUESTA: Los buddhistas no consideran que el Tipitaka sea divino, como una infalible revelación de un dios, cada una de cuyas palabras debamos creer. Sino más bien es un registro de las enseñanzas de un gran hombre que ofrece explicaciones, consejos, guía y estímulo y al que deberíamos leer concienzuda y respetuosamente. Nuestro objetivo debería ser entender lo que el Tipitaka enseña, no solamente creer en él, y de esta manera, lo que el Buddha dice, debería ser siempre cotejado con nuestra propia experiencia.

 

PREGUNTA: Anteriormente usted mencionó el Dhammapada. ¿Qué es?

RESPUESTA: El Dhammapada es una de las más pequeñas obras de las primeras partes del Tipitaka. El nombre podría ser traducido como «El Sendero de la Verdad» o «Versos de Verdad». Consiste en 423 versos, algunos sucintos y expresivos, otros profundos, algunos conteniendo llamativas analogías, otros de considerable belleza, todos dichos por el Buddha. En consecuencia, el Dhammapada es la pieza más popular de la literatura buddhista. Ha sido traducido a los idiomas más importantes y es reconocido como una de las obras cumbre de la literatura religiosa mundial.

 

PREGUNTA: Alguien me dijo que ustedes nunca deberían poner un libro de sus escrituras sagradas en el piso o debajo de su brazo sino que éste siempre debería colocarse en un lugar elevado. ¿Es verdad?

RESPUESTA: Hasta hace poco, en los países buddhistas así como en la Europa medieval, los libros eran objetos poco comunes y valiosos. Por lo tanto las escrituras fueron siempre tratadas con sumo respeto y algunas de las costumbres que ha mencionado son ejemplos de ello. Sin embargo, aunque está bien que las costumbres y las prácticas tradicionales se consideren, la mayoría de la gente hoy estará de acuerdo en que la mejor manera de respetar las escrituras buddhistas sería practicar las enseñanzas que contienen.

 

PREGUNTA: Encuentro difícil leer las escrituras buddhistas. Parecen ser largas, reiterativas y aburridas.

RESPUESTA: Cuando tomamos una escritura religiosa, esperamos leer palabras de exaltación, júbilo o alabanza que nos eleven y nos motiven. En consecuencia, es probable que alguien que realice una lectura de las escrituras buddhistas se sienta un poco decepcionado. Mientras que algunos de los discursos del Buddha encierran considerable encanto y belleza, la mayoría se asemejan a tesis filosóficas con definiciones de términos, argumentos cuidadosamente elaborados, consejos puntuales sobre la forma de conducirse o acerca de la meditación y verdades expuestas con precisión. Están hechos para apelar al intelecto y no a las emociones. Cuando dejemos de comparar las escrituras buddhistas con las de otras religiones, veremos que tienen su propia clase de belleza… la belleza de la lucidez, la profundidad y la sabiduría.