Vassakara es un brahmín y alto oficial enviado por el rey Ajatasattu junto al Buda con el fin de comunicarle sus planes de conquistar el pueblo de los Vajjians. Al saber que los mismos fueron enseñados por el Buda sobre el bienestar y que ponen en práctica esta enseñanza, desiste del ataque.
Esto he oído. En una ocasión, el Bienaventurado se había quedado en Rajagaha, en la colina llamada Pico de Buitre. Justo en aquel entonces, el rey Ajatasattu Vedehiputta de Magadha quiso atacar a los Vajjians. Y dijo lo siguiente: “Voy a golpear a los Vajjians, por más que sean poderosos y gloriosos. Voy a cortarlos y destruirlos. Voy a traerles ruina y destrucción”.
Y el rey Ajatasattu se dirigió a su primer ministro, el brahmín Vassakara con estas palabras: “Brahmín, ve junto al Bienaventurado, ríndele el homenaje con tu cabeza a sus pies en mi nombre y pregúntale si se encuentra libre de enfermedad o dolencia, si está viviendo tranquilo, vigorosa y confortablemente. Luego dile: ‘Señor, el rey Ajatasattu Vedehiputta de Magadha desea atacar a los Vajjians y dice «Voy a golpear a los Vajjians, por más que sean poderosos y gloriosos. Voy a cortarlos y destruirlos. Voy a traerles ruina y destrucción.»’ Entonces, cualquier cosa que el Bienaventurado te declare, vuelve a reportármelo fielmente, ya que el Tathagata nunca miente”.
“Muy bien, señor”, respondió Vassakara y, habiendo tenido los carruajes estatales enganchados, montó uno de ellos y se dirigió fuera de Rajagaha hacia el Pico de Buitre, montando el carruaje hasta donde le permitió el camino, para después continuar a pie al lugar, en el cual estaba el Bienaventurado. Al llegar, intercambió los saludos de cortesía con el Bienaventurado y se sentó a su lado y le entregó el mensaje de parte del rey.
En esta ocasión, el Venerable Ananda estaba parado detrás del Bienaventurado, abanicándolo. Y el Bienaventurado dijo: “Ananda, ¿escuchaste si los Vajjians se reúnen frecuentemente en las asambleas regulares?” “Lo escuché, venerable señor, ellos lo hacen con frecuencia”.
“Ananda, mientras los Vajjians mantengan estas frecuentes y regulares asambleas, pueden esperar la prosperidad y no la decadencia. ¿Escuchaste si los Vajjians se encuentran en armonía, disuelven sus asambleas en armonía y hacen sus negocios en armonía? “Lo escuché, venerable señor, ellos lo hacen así”.
“Ananda, mientras los Vajjians se encuentren en armonía, disuelvan sus asambleas en armonía y hagan sus negocios en armonía, pueden esperar la prosperidad y no la decadencia. ¿Escuchaste si los Vajjians no autorizan cosas que no han sido autorizadas aún, no derogan las que han sido autorizadas, sino que proceden de acuerdo con lo que ha sido autorizado por sus costumbres ancestrales?” “Lo escuché, venerable señor…” “¿Escuchaste si ellos respetan, veneran, honran y saludan a sus ancianos y los consideran dignos de ser escuchados… si no secuestran forzosamente las mujeres de otros, ni sus hijas y las obligan a vivir con ellos… si respetan, veneran, honran y saludan a los santuarios, tanto los que están en su tierra como los del extranjero, no retirándoles el debido soporte al cual se comprometieron con anterioridad… si ofrecen la debida provisión para la seguridad de los Arahants, de manera tal que los Arahants podrían llegar y vivir ahí en el futuro y los que ya viven ahí, lo hacen confortablemente?” “Lo escuché, venerable señor, ellos lo hacen así”.
“Ananda, mientras los Vajjians ofrezcan la debida provisión para la seguridad de los Arahants, de manera tal que los Arahants podrían llegar y vivir ahí en el futuro y los que ya viven ahí, lo hacen confortablemente, pueden esperar la prosperidad y no la decadencia.”
Entonces el Bienaventurado se dirigió al Brahmín Vassakara: “En una ocasión, Brahmín, cuando estaba en el santuario Sarandada en Vesali, enseñé a los Vajjians estos siete principios que previenen la decadencia y mientras que ellos los guarden, mientras que estos principios mantengan su fuerza, los Vajjians pueden esperar a ser prósperos y no decadentes”.
A esto, Vassakara respondió: “Venerable Gotama, si los Vajjians cumplan aunque sea con uno de estos principios, pueden esperar la prosperidad y no la decadencia, mucho más si lo hacen con todos los siete. Realmente, los Vajjians nunca van a ser conquistados por el rey Ajatasattu por medio de la fuerza o de las armas. Solamente, esto sería posible por medio de alguna traición o si sucediera discordia entre ellos. Y ahora, Venerable Gotama, te pedimos permiso para partir; estamos ocupados y tenemos mucho que hacer”. “Brahmín, puedes hacerlo de acuerdo a tu propia conveniencia”. Entonces, Vassakara se regocijó en las palabras del Bienaventurado y se deleitó en ellas, después de lo cual, se levantó de su asiento y partió.
FUENTES:
HARE, E.M. (2006) «Vassakara» en The Gradual Sayings (Anguttara Nikaya) or More-Numbered Suttas. Vol. IV: The Books of Sevens, Eights and Nines. Lancaster, Pali Text Society. Págs. 11.
«Vassakarasuttam» en Chattha Sangayana. CD-Rom, Versión 3.
Traducido por Isidatta para el Bosque Theravada © 2008
Edición de Bosque Theravada © 2008
Para libre distribución. Esta obra se puede volver a publicar, formatear, imprimir y redistribuir por medio de cualquier soporte, siempre y cuando no sea para los fines lucrativos. Es el deseo del autor, sin embargo, que dicha publicación y distribución sea accesible a todo publico sin restricciones algunas, como también toda traducción u otra obra derivada sea señalada como tal.
Revisado: 10/06/2009 (Isi)