Del libro «Anapanasati Sutta: Una guía práctica para la meditación de la conciencia de la respiración», por Bhante Vimalaramsi.
Namo Tassa Bhagavato Arahato Samma Sambudhasa
Muchas personas están ahora en una búsqueda espiritual por un camino que lleve su mente a la paz y la apertura. Han descubierto que las normas del mundo que enfatizan la felicidad material, en realidad no traen una real paz y seguridad.
En vez de esto, llevan a más dolor e insatisfacción. Para estas personas, el Noble Camino Óctuple del Buda ejemplifica una vida simple y feliz. Una vida abierta y libre. Él enseñó los métodos para liberar nuestras mentes del deseo, del odio y de la falsa ilusión, y comenzó a mostrar a sus discípulos cómo tener una mente abierta que se expande más allá de sus limitaciones presentes para que uno pueda examinar con el entendimiento. En el Kalama Sutta, el Señor Buda explícitamente señala que uno debe siempre examinar e investigar y no seguir ninguna creencia ciegamente.
Todos estos consejos tenían como propósito abrir y expandir la propia experiencia para así, no apegarse a ninguna doctrina en particular sin una completa investigación.
Este tipo de investigación honesta de cualquier doctrina particular, abre la propia mente y expande la conciencia. Luego, uno puede ver a lo que lleva una mente cerrada y apretada y a lo que lleva una mente abierta y clara. Una de las muchas lecciones que el Señor Buda enseñó es primero expandir nuestra conciencia con la práctica de la generosidad (dana). Cuando una persona es avara, tiene una tendencia a tener una mente apretada y limitada. Su mente se aferra a cosas materiales y se vuelve apegada fácilmente a ellas. El apego de cualquier forma, hace a una mente inconfortable y tensa. Esta tensión es la causa del dolor y sufrimiento inmensurables (dukkha). Así, alentando la práctica de la generosidad, enseña a uno sobre cómo tener una mente alegre, abierta y clara, que nunca está cerrada o apretada. Otra forma de generosidad es el dar tiempo y energía para ayudar a aquellos que están teniendo problemas, es decir volverse verdaderos amigos. Esto incluye ayudar a otros a ser felices! Cuando uno dice o hace algo que cause sonrisa en las personas, abre su propia mente y hace que surja la alegría, no sólo para la otra persona sino también en la propia mente. Este tipo de práctica ayuda a expandir la mente y dejar ir la tensión.
El Señor Buda también enfatizó la importancia de mantener una disciplina moral (sila). Hay cinco preceptos morales que liberan la mente del remordimiento, ansiedad y sentimientos de culpa, cuando son mantenidos continuamente y observados. Estos preceptos son: abstenerse de matar seres vivientes, abstenerse de tomar lo que no ha sido dado, abstenerse de actividades sexuales erróneas, abstenerse de mentir y abstenerse de consumir drogas y alcohol.
La mente estará libre de tensión cuando uno mantiene estas simples reglas de conducta continuamente.
Subsecuentemente, el Señor Buda enseñó los métodos de meditación (bhavana) o desarrollo mental para liberar la mente de tensión. La esencia de la meditación es abrir y calmar la propia mente y aceptar lo que sea que surja sin ninguna tensión. Y así, este libro de instrucciones está escrito para aquellos que están en esta noble aventura. Para un principiante, estas instrucciones pueden parecer confusas y difíciles de entender pero, uno gradualmente descubrirá los múltiples beneficios cuando dichas instrucciones son seguidas de cerca.
En realidad, la meditación, tal como la enseñó el Señor Buda, nunca se fragmenta en diferentes tipos, como es comúnmente practicada actualmente. Nunca consiste en la concentración profunda en ninguna de sus formas, dígase, concentración fija o absorta (appana samadhi), concentración de acceso o cercano (upacara samadhi) o concentración momento a momento (khanika samadhi); todas ellas, en realidad traen tensión a la mente y sólo reprimen los obstáculos. La meditación de ‘concentración’ es una forma de represión, un tipo de corte de la propia experiencia, lo que provoca el surgimiento de un tipo de resistencia en la mente. Como resultado, hay un conflicto con la realidad. Por otra parte, la «Meditación de Sabiduría Tranquila» abre la mente y está continuamente expandiéndola, nunca excluyendo o resistiendo nada. Una mente ‘concentrada’ no medita en la manera budista. No importa si uno está hablando de concentración de absorción fija o completa, o concentración de acceso. Es lo mismo.
La regla importante de la meditación es, no importa lo que distraiga a la mente fuera de la respiración y la tranquilidad, uno simplemente abre, expande y lo deja ir sin pensar acerca de la distracción, relaja la mente y la tensión en la cabeza, siente la mente abrirse y relaja la tensión, y suavemente redirige la atención al objeto de meditación, es decir, la respiración y relajamiento. El acto de calmar la mente y relajar la tensión en la cabeza antes de volver a la respiración hace tremenda diferencia entre la «Meditación de Concentración» y la «Meditación de Sabiduría Tranquila». Un meditador que practica la «Meditación de Concentración» se centra exageradamente en el objeto de meditación y así, tiene una tendencia a cerrar o apretar la mente hasta que no haya más distracciones. Esta práctica lleva a una profunda absorción de la mente donde los obstáculos son bloqueados. Por otra parte, la «Meditación de Sabiduría Tranquila» tiene la tendencia de abrir la mente y dejar que la misma se calme naturalmente. Uno no reprime o fuerza la mente para que ésta permanezca centrada en el objeto de meditación. En vez de esto, la mente está siempre consciente de lo que hace en el momento presente. Cuando sea que una distracción surge, uno la deja ir, abre, expande y relaja la tensión en la cabeza antes de volver a la respiración y calma la mente. Así, como está descrito en el sutta, la «Meditación de Sabiduría Tranquila» lleva a la sabiduría, a la atención consciente completa, a la atención aguda y, finalmente, a la meta más alta de alcanzar, el nibbana.
La inhalación, la exhalación, el relajar la tensión en la cabeza, la apertura y la expansión de la mente, constituyen el hogar-base de uno. Esto significa que cuando la mente se va del hogar, uno primero lo deja ir, relaja la tensión otra vez, siente la mente expandirse y volverse calmada, luego redirige la atención a la respiración y a la tranquilidad de la mente. Uno «siempre vuelve al hogar» sin importar si se trate de un pensamiento vagabundo, de un dolor emocional, de una sensación física o de cualquier otra distracción. ¡Todos ellos son tratados de la misma forma! Éstas son las instrucciones de meditación, por lejos, más fáciles que el Señor Buda dio. Simplemente deja ir, relaja la tensión en la cabeza, siente la mente expandirse y volverse tranquila, redirige la atención a la respiración, en la inhalación, relaja la rigidez en la cabeza y calma la mente, y en la exhalación, relaja la rigidez en la cabeza y calma la mente. Fácil!
No trates de controlar la respiración. Sólo respira normal y naturalmente. Eso es en resumen.
El resto del libro describe estas instrucciones, pero con explicaciones más precisas. Mientras uno examina y explora el significado de este libro, comienza a entender y gradualmente aplica esta técnica en su meditación, como también en las actividades diarias. Al mismo tiempo, uno se maravillará de la belleza y simplicidad de esta «atención en la respiración» (anapanasati) del Señor Buda.
Que a todos los que lean este libro les sea de ayuda y que alcancen la meta más alta.
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Edición y revisión del Bosque Theravada © 2008