Recta forma de hablar

Del artículo Las Cuatro Nobles Verdades, por Anton Baron.

Con el correcto hablar entramos en la segunda categoría de pasos que hacen referencia a la moral, a la conducta ética o al desarrollo de la virtud.

En este campo, el budismo propone a sus seguidores cinco tradicionales preceptos, que son los siguientes:

1º abstenerse de matar o producir daños intencionalmente;

2º abstenerse de robar o tomar algo que no nos fue explícitamente ofrecido;

3º abstenerse de cometer adulterio u otro tipo de conducta sexual impropia;

4º abstenerse de mentir y hablar de modo violento;

5º abstenerse de tomar bebidas intoxicantes y drogas parecidas.

Los maestros budistas siempre subrayan que estos preceptos no deberían ser interpretados como mandamientos, o sea, no deberían ser vistos como si constituyeran una especie de revelación divina o como si fueran ordenados por alguna fuerza superior de manera absoluta. Esta es simplemente una forma de conducta que cada uno ensaya de acuerdo a sus propias convicciones, condiciones y circunstancias. El cuarto de dichos preceptos se relaciona directamente con el paso que ahora estamos estudiando, mientras que en los siguientes encontramos el eco de los demás preceptos.

Las palabras tienen mucho poder. Se cuenta que un día cierto maestro trataba de explicar esta verdad a un grupo de personas. Mientras hablaba, se levantó de pronto un oyente y dijo: “perdone Usted, pero me parece que lo que está diciendo aquí es un montón de sandeces: ¿cómo podrá Usted creer que las palabras en sí mismas tendrán algún poder?” “¡Cállese, maldito imbécil!”, le respondió el maestro. El hombre quedó estupefacto y dijo: “¿Cómo puede ser que Usted se crea un maestro espiritual e insulta la gente? ¡Esto es una vergüenza!”. “Bueno, perdóneme -dijo en tono reconciliador el maestro- es que me excedí en palabras; le ruego, por favor, que no se enoje”. El hombre se tranquilizó y, una vez sentado escuchó estas palabras: “¿Se da Usted cuenta? Tres palabras mías le pusieron furioso y seguidamente unas otras pocas palabras le devolvieron la calma. ¿Y luego seguirá Usted negando que las palabras tengan poder?”.

Tradicionalmente, en el budismo el correcto hablar significa no mentir, no utilizar un lenguaje violento capaz de producir daño en las personas, no divulgar chismes y abstenerse de charlas frívolas o ligeras. Pero esto tiene también su lado positivo: el de convertir el lenguaje en un vehículo de amor y comunión. No se trata solamente de no mentir, sino decir la verdad de manera amable y cuidadosa. Sabemos bien que la llamada “cruda verdad” muchas veces es mal intencionada y dañina, cuando se la pronuncia de manera incorrecta.

Algunos maestros, prefieren traducir el correcto hablar como “hablar desde el corazón”, porque ellos creen que “hablar con la verdad significa poder tocar el corazón del que oye” (Kornfield, 1995:37).