AN 10,96 Kokanuda Sutta – Discurso con Kokanuda

El Venerable Ananda explica que la verdadera sabiduría no consiste en adherirse a un determinado punto de vista especulativo.


[Leer en pali]

En una ocasión, el Venerable Ananda estaba morando cerca de Rajagaha, en el Parque de Tapoda. Entonces, cuando la noche estaba por terminar, el Venerable Ananda se levantó y entró en el manantial caliente para bañar sus miembros [1]. Habiendo bañado sus miembros y habiendo salido de las aguas calientes, estaba vestido sólo con la ropa interior, esperando que se secaran sus miembros.

Al mismo tiempo, el asceta errante Kokanuda cuando la noche estaba por terminar, se levantó y también entró en el manantial caliente de Tapoda para bañar sus miembros. Entonces, al visualizar al Venerable Ananda desde una cierta distancia le preguntó: “¿Quién eres tú, amigo?”

“Soy un monje, amigo”.

“¿Qué clase de monje?”

“Uno de los ascetas que son hijos de los Sakyas”

“Yo quisiera hacerte una pregunta acerca de un tópico, si es que me des la oportunidad para escuchar tu respuesta”.

“Procede con tu pregunta. Una vez que la escuche, voy a saber [si podré respondértela].

“¿Cómo es esto amigo, sostienes tú el punto de vista, según el cual el mundo es eterno; solamente ésta es la verdad y ningún otro punto de vista tiene valor alguno?”

“No, amigo. Yo no sostengo este punto de vista”.

“Bien, amigo. Entonces tú ¿sostienes el punto de vista, según el cual el mundo no es eterno; solamente ésta es la verdad y ningún otro punto de vista tiene valor alguno?”

“No, amigo. Yo tampoco sostengo este punto de vista”.

“Bien, amigo. Entonces tú ¿sostienes el punto de vista, según el cual el mundo es finito… el mundo es infinito… el alma y el cuerpo son lo mismo… el alma es una cosa y el cuerpo, otra… el Tathagata existe después de la muerte… el Tathagata no existe después de la muerte… después de la muerte, ocurren ambas cosas: el Tathagata existe y no existe… después de la muerte, no ocurre ninguna de estas dos cosas: el Tathagata ni existe ni no existe; solamente ésta es la verdad y ningún otro punto de vista tiene valor alguno?”

“No, amigo. Yo tampoco sostengo este punto de vista”.

“Entonces, amigo, ¿tú no ves ni conoces nada?”

“No, amigo; no es cierto que yo no vea ni conozca nada; yo sí veo y conozco”.

“Pero amigo, cuando yo te hice estas preguntas –sobre si sostienes el punto de vista, según el cual el mundo es eterno; solamente ésta es la verdad y ningún otro punto de vista tiene valor alguno, si sostienes el punto de vista, según el cual el mundo no es eterno… si el mundo es finito… si el mundo es infinito… si el alma y el cuerpo son lo mismo… si el alma es una cosa y el cuerpo, otra… si el Tathagata existe después de la muerte… si el Tathagata no existe después de la muerte… si después de la muerte, ocurren ambas cosas: el Tathagata existe y no existe… si después de la muerte, no ocurre ninguna de estas dos cosas: el Tathagata ni existe ni no existe; solamente ésta es la verdad y ningún otro punto de vista tiene valor alguno- tú siempre respondes: ‘No, amigo; yo no sostengo este punto de vista’. Y finalmente, siendo acusado de que, en este caso, entonces, tú no ves ni conoces nada, respondes: ‘No, amigo; no es cierto que yo no vea ni conozca nada; yo sí veo y conozco’. Ahora bien, ¿cómo debería entenderse el significado de semejante discurso?”

“En referencia a estas afirmaciones –que el mundo es eterno; solamente ésta es la verdad y ningún otro punto de vista tiene valor alguno, que el mundo no es eterno… que el mundo es finito… que el mundo es infinito… que el alma y el cuerpo son lo mismo… que el alma es una cosa y el cuerpo, otra… que el Tathagata existe después de la muerte… que el Tathagata no existe después de la muerte… que después de la muerte, ocurren ambas cosas: el Tathagata existe y no existe… que después de la muerte, no ocurre ninguna de estas dos cosas: el Tathagata ni existe ni no existe; solamente ésta es la verdad y ningún otro punto de vista tiene valor alguno- todas ellas son puntos de vista especulativos. Con los especulativos puntos de vista sucede que, una vez fijados, se instalan en uno y uno pone su confianza en ellos, luego hasta se obsesiona por ellos. Siendo que yo conozco la causa de la aparición de estos puntos de vista y también el desarraigo de ellos, ¿por qué debería yo declarar que no conozco ni veo nada? Pues, yo sí veo y conozco”.

“¿Cuál es tu nombre, amigo? ¿Cómo te llaman tus compañeros en esta vida santa?”

“Mi nombre es, Ananda, amigo y es así cómo me llaman mis compañeros en esta vida santa”.

“¿Cómo? ¡Estaba yo entonces hablando con un gran maestro sin darme cuenta de que se trataba del venerable Ananda! Si yo hubiese reconocido al venerable Ananda, jamás lo hubiese examinado de esta manera: qué el venerable Ananda acepte mis disculpas, por favor”.


NOTA:

[1] O, “entró en Tapoda para bañar sus miembros”, ya que tapoda en pali significa “las aguas calientes” o “manantial caliente” y es el nombre del parque, al mismo tiempo.


FUENTES:

HARE, E.M. (2001) “Kokanuda” en The Book of the Gradual Sayings (Anguttara-Nikaya) or More-Numbered Suttas. Vol. V: The Book of the Tens and Elevens. Oxford, Pali Text Society. Págs. 135-137.

“Kokanudasuttam” en Chattha Sangayana. CD-Rom, versión 3.

THANISSARO BHIKKHU [en línea] Ditthi Sutta – Views. http://www.accesstoinsight.org/tipitaka/an/an10/an10.096.than.html (18/06/2006)


Traducido por Anton P. Baron

Publicación de Bosque Theravada, 2009.