El Buda usa unos símiles para explicar la práctica de la contemplación de los peligros de cometer ofensas de Patimohka.
[244] “Monjes, he aquí estos cuatro peligros de [cometer] las ofensas. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“Imaginad, monjes, que se capturara a un ladrón y se lo llevara al rey, diciendo: ‘Su majestad, este es un ladrón, un criminal. Que su majestad le imponga la penalidad correspondiente’. Y que el rey les dijera: ‘Id, señores, y atad sus brazos estrechamente detrás de su espalda con una cuerda fuerte, afeitad su cabeza y conducidlo de calle a calle, de plaza a plaza, batiendo fuerte el tambor. Luego conducidlo hasta la puerta del sur y decapitadlo en el sur de la ciudad’; y que, finalmente, los hombres del rey instruidos de esta manera, lo decapitaran en el sur de la ciudad. Entonces, si algún hombre lo hubiese observado ahí, pensaría esto: ‘Realmente este hombre tuvo que haber cometido una mala acción, una acción reprensible y punible con la decapitación, en cuanto que los hombres del rey ataron sus brazos estrechamente… y lo decapitaron en el sur de la ciudad’. Verdaderamente, nunca debo cometer semejante hecho reprensible y punible con la decapitación’.
“Así también, cuando un monje o una monja se ha establecido en la percepción aguda del peligro de [cometer] la ofensa de parajika, se puede esperar de que alguien que nunca haya cometido una ofensa parajika no la cometerá, y que alguien que la haya cometido va a remendarla de acuerdo con el Dhamma.
“Imaginad también, monjes, que un hombre se envolviera a sí mismo en una tela negra, se soltara el pelo, se pusiera un palo sobre su espalda y dijera a la gente: ‘Dignos señores, he cometido una acción reprensible y punible con el aporreo; haced conmigo lo que os plazca’. Entonces, si algún hombre lo hubiese observado ahí, pensaría esto: ‘Realmente este hombre tuvo que haber cometido una mala acción, una acción reprensible y punible con el aporreo, en cuanto que se envolvió a sí mismo en una tela negra… Verdaderamente, nunca debo cometer semejante hecho reprensible y punible con el aporreo’.
“Así también, cuando un monje o una monja se ha establecido en la percepción aguda del peligro de [cometer] la ofensa de sanghadisesa, se puede esperar de que alguien que nunca haya cometido una ofensa sanghadisesa no la cometerá, y que alguien que la haya cometido va a remendarla de acuerdo con el Dhamma.
“Imaginad también, monjes, que un hombre se envolviera a sí mismo en una tela negra, se soltara el pelo, se pusiera un saco con cenizas sobre su espalda y dijera a la gente: ‘Dignos señores, he cometido una acción reprensible y punible con el saco con cenizas; haced conmigo lo que os plazca’. Entonces, si algún hombre lo hubiese observado ahí, pensaría esto: ‘Realmente este hombre tuvo que haber cometido una mala acción, una acción reprensible y punible con el saco con cenizas, en cuanto que se envolvió a sí mismo en una tela negra… Verdaderamente, nunca debo cometer semejante hecho reprensible y punible con el saco con cenizas’.
“Así también, cuando un monje o una monja se ha establecido en la percepción aguda del peligro de [cometer] la ofensa de pacittiya, se puede esperar de que alguien que nunca haya cometido una ofensa pacittiya no la cometerá, y que alguien que la haya cometido va a remendarla de acuerdo con el Dhamma.
“Imaginad también, monjes, que un hombre se envolviera a sí mismo en una tela negra, se soltara el pelo y dijera a la gente: ‘Dignos señores, he cometido una acción reprensible y censurable; haced conmigo lo que os plazca’. Entonces, si algún hombre lo hubiese observado ahí, pensaría esto: ‘Realmente este hombre tuvo que haber cometido una mala acción, una acción reprensible y censurable, en cuanto que se envolvió a sí mismo en una tela negra… Verdaderamente, nunca debo cometer semejante hecho reprensible y censurable’.
“Así también, cuando un monje o una monja se ha establecido en la percepción aguda del peligro de [cometer] la ofensa de patidesaniya, se puede esperar de que alguien que nunca haya cometido una ofensa patidesaniya no la cometerá, y que alguien que la haya cometido va a remendarla de acuerdo con el Dhamma.
“Estos son, monjes, los cuatro peligros de [cometer] las ofensas”.
FUENTES:
Bhikkhu Bodhi (2012). “Offenses” en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston, USA: Wisdom Publications. Versión digital. Pp. 364-365.
“Apattibhayasuttam” en Digital Pali Reader
Traducido por Anton P. Baron
Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2016.