El Buda menciona los cuatro “peligros” que encuentra el miembro de buena familia que “renuncia a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar”: la ira al ser instruido por un monje más joven, ansia por los alimentos que se ve frustrada por las regulaciones referentes a la comida, atracción por las cinco clases de placeres sensuales y el hecho de haberse encontrado con una mujer seductora.
[122] “Monjes, he aquí se pueden esperar estos cuatro peligros para alguien que se sumerge en el agua. Y, ¿cuáles son esos cuatro? El peligro de las olas, el peligro de los cocodrilos, el peligro de las corrientes de agua y el peligro del pez feroz. Estos son, monjes, los cuatro peligros que se pueden esperar para alguien que se sumerge en el agua. Así también, monjes, he aquí se pueden esperar estos cuatro peligros para el miembro de buena familia que sale por fe, de la vida hogareña, para asumir el estilo de vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina. Y, ¿cuáles son esos cuatro? El peligro de las olas, el peligro de los cocodrilos, el peligro de las corrientes de agua y el peligro del pez feroz.
“Y, ¿qué es, monjes, el peligro de las olas? He aquí el miembro de buena familia que sale, por fe, de la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar con este pensamiento: ‘Estoy inmerso en el nacimiento, la vejez y la muerte; en el dolor, el lamento, la pena, el abatimiento y la angustia. Estoy inmerso en la insatisfacción, afligido por la insatisfacción. Tal vez, el fin de esta gran masa de insatisfacción puede ser alcanzado’. Entonces, después de haber renunciado, sus compañeros monjes lo exhortan e instruyen así: ‘Deberías ir delante de esta manera y retornar de la otra; mira hacia adelante así, mira hacia atrás de esta forma; recoge tus extremidades de esta manera y extiéndelas de la otra; deberías vestir tu hábito y sostener tu hábito exterior de esta manera’. Así que él piensa así: ‘Anteriormente fui un hombre laico que exhortaba e instruía a otros. Pero ahora éstos, que son más jóvenes que yo, que podrían ser mis hijos o nietos, presumen poder exhortar e instruirme’. Siendo airoso y enfadado, abandona el entrenamiento y retorna al estilo de vida inferior. Este se llama el monje que abandona el entrenamiento y retorna al estilo de vida inferior por causa del peligro de las olas. ‘El peligro de las olas’ es la designación de la ira y el enfado. Éste es, monjes, el peligro de las olas.
“Y, ¿qué es, monjes, el peligro de los cocodrilos? He aquí el miembro de buena familia que sale, por fe, de la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar con este pensamiento: ‘Estoy inmerso en el nacimiento, la vejez y la muerte; en el dolor, el lamento, la pena, el abatimiento y la angustia. Estoy inmerso en la insatisfacción, afligido por la insatisfacción. Tal vez, el fin de esta gran masa de insatisfacción puede ser alcanzado’. Entonces, después de haber renunciado, sus compañeros monjes lo exhortan e instruyen así: ‘Deberías consumir esto pero no aquello; deberías comer esto pero no aquello; deberías saborear esto pero no aquello; deberías tomar lo que está permitido, pero no aquello. Deberías consumir, comer, saborear y tomar lo que está permitido, no lo que no está permitido. Deberías consumir, comer, saborear y tomar [las cosas] en el tiempo apropiado, no fuera del tiempo apropiado’. Así que él piensa así: ‘Anteriormente fui un hombre laico que consumía lo que quería y, lo que no deseaba, no consumía. Comía lo que quería y, lo que no deseaba, no comía. Saboreaba lo que quería y, lo que no deseaba, no saboreaba. Tomaba lo que quería y, lo que no deseaba, no tomaba. Consumía, comía, saboreaba y tomaba tanto lo que está permitido como lo que no está permitido. Consumía, comía, saboreaba y tomaba tanto en el tiempo apropiado como fuera del tiempo apropiado. Pero ahora, cuando los creyentes hombres hogareños me ofrecen deliciosas cosas para consumir y comer, durante el día fuera del tiempo propio, éstos parecen poner una mordaza en nuestra boca’. Siendo airoso y enfadado, abandona el entrenamiento y retorna al estilo de vida inferior. Este se llama el monje que abandona el entrenamiento y retorna al estilo de vida inferior por causa del peligro de los cocodrilos. ‘El peligro de los cocodrilos’ es la designación de la glotonería. Éste es, monjes, el peligro de los cocodrilos.
“Y, ¿qué es, monjes, el peligro de las corrientes de agua? He aquí el miembro de buena familia que sale, por fe, de la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar con este pensamiento: ‘Estoy inmerso en el nacimiento, la vejez y la muerte; en el dolor, el lamento, la pena, el abatimiento y la angustia. Estoy inmerso en la insatisfacción, afligido por la insatisfacción. Tal vez, el fin de esta gran masa de insatisfacción puede ser alcanzado’. Entonces, después de haber renunciado, por la mañana temprano, se viste, toma su cuenco y hábito exterior, y entra al pueblo o a la ciudad en busca de la comida de las limosnas, con el cuerpo, el habla y la mente sin vigilancia, sin haber establecido la atención consciente y las facultades sensoriales irrestrictos. Entonces, ve al hombre hogareño o al hijo del hombre hogareño divirtiéndose, dotado de los cinco objetos de los placeres sensuales y disfrutando de ellos. Y se le ocurre eso: ‘Anteriormente fui un hombre laico que se divertía, estaba dotado de los cinco objetos de los placeres sensuales y disfrutaba de ellos. Mi familia era rica. Podía disfrutar tanto de la riqueza como de las acciones meritorias. Dejadme ahora abandonar el entrenamiento y retornar a la vida inferior para que pueda volver a disfrutar tanto de la riqueza como de las acciones meritorias’. De modo que abandona el entrenamiento y retorna a la vida inferior. Este se llama el monje que abandona el entrenamiento y retorna al estilo de vida inferior por causa del peligro de las corrientes de agua. ‘El peligro de las corrientes de agua’ es la designación de los cinco objetos de los placeres sensuales. Éste es, monjes, el peligro de las corrientes de agua.
“Y, ¿qué es, monjes, el peligro del pez feroz? He aquí el miembro de buena familia que sale, por fe, de la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar con este pensamiento: ‘Estoy inmerso en el nacimiento, la vejez y la muerte; en el dolor, el lamento, la pena, el abatimiento y la angustia. Estoy inmerso en la insatisfacción, afligido por la insatisfacción. Tal vez, el fin de esta gran masa de insatisfacción puede ser alcanzado’. Entonces, después de haber renunciado, por la mañana temprano, se viste, toma su cuenco y hábito exterior, y entra al pueblo o a la ciudad en busca de la comida de las limosnas, con el cuerpo, el habla y la mente sin vigilancia, sin haber establecido la atención consciente y las facultades sensoriales irrestrictos. Entonces, ve a las mujeres desordenada y ligeramente vestidas. Y cuando las ve, la lujuria invade su mente. Con la mente invadida por la lujuria, abandona el entrenamiento y retorna a la vida inferior. Este se llama el monje que abandona el entrenamiento y retorna al estilo de vida inferior por causa del peligro del pez feroz. ‘El peligro del pez feroz’ es la designación de las mujeres. Éste es, monjes, el peligro del pez feroz.
“Éstos son, monjes, los cuatro peligros para el miembro de buena familia que sale, por fe, de la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina”.
FUENTES:
Bhikkhu Bodhi (2012). Waves en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston: Wisdom Publications. Pp. 302-304.
“Umibhayasuttam” en Digital Pali Reader
Traducido por Anton P. Baron
Editado por Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación del Bosque Theravada, 2013.