El Buda, usando la historia sobre un fabricante de carros que fabrica dos ruedas en apariencia iguales, pero esencialmente diferentes, revela que fue él mismo quien en aquellos días era un hábil especialista en “lo torcido, defectuoso y deficiente de la madera”, pero que al convertirse en Buda, se volvió ahora un hábil especialista en “lo torcido, defectuoso y deficiente del cuerpo, habla y mente”.
[15] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el Parque de los Venados de Isipatana, cerca de Baranasi. Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes así: “Monjes”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, en los tiempos pasados había una vez un rey de nombre Sacetana. Y una vez, el rey Sacetana se dirigió a su fabricante de carros de esta manera: ‘Amigo fabricante de carros, de aquí a seis meses habrá una batalla. ¿Podrías fabricarme [para entonces] un nuevo par de ruedas?’. – ‘Sí, lo puedo hacer, señor’, respondió el fabricante de carros. Cuando faltaban seis días para que se cumpliesen los seis meses, el fabricante de carros terminó la primera rueda. Entonces, el rey Sacetana se dirigió al fabricante de ruedas de esta manera: ‘Sólo faltan seis días para que comience la batalla: ¿está terminado el nuevo par de ruedas?’. – ‘Durante los últimos seis meses, faltando seis días [para que se cumpliesen], señor, he terminado la primera rueda’. – ‘Pero, amigo fabricante de ruedas, ¿podrás terminar la segunda rueda para mí en los siguientes seis días?’. – ‘Sí, lo podré hacer, señor’, respondió el fabricante de ruedas. Entonces, pasando los seis días, el fabricante de carros terminó la segunda rueda y llevó el par de nuevas ruedas al rey Sacetana, diciendo: ‘Este es el nuevo par de ruedas que hice para ti, oh rey’. – ‘¿Cuál es la diferencia, amigo fabricante de ruedas, entre la rueda que te llevó seis meses menos seis días para terminar y la que te tomó seis días para terminar? Yo no veo diferencia alguna entre ambas’. – ‘He aquí hay una diferencia, señor. Obsérvela’.
“Entonces, el fabricante de ruedas hizo rodar la rueda que le tomó seis días para terminar y la rueda rodó tan lejos como duró el ímpetu que llevaba, para luego tambalearse y caer al suelo. Pero cuando hizo rodar la rueda que le tomó seis meses menos seis días para terminar, y cuando la misma rodó tan lejos como duró el ímpetu que llevaba, se detuvo firme en su eje.
“[Entonces el rey pregunto:] ‘¿Por qué la rueda que te tomó seis días para terminar, al rodar tan lejos como duró el ímpetu que llevaba, se tambaleó y luego cayó al suelo, mientras que la rueda que te tomó seis meses menos seis días para terminar, al rodar tan lejos como duró el ímpetu que llevaba, al final se detuvo firme en su eje?’.
“[El fabricante de ruedas respondió:] ‘La rueda que me tomó seis días para terminar, señor, tiene un borde que está torcido, defectuoso y deficiente; los radios están torcidos, defectuosos y deficientes; el eje está torcido, defectuoso y deficiente. Por esa razón, al rodar tan lejos que duró el ímpetu que llevaba, la rueda se tambaleó y luego se cayó al suelo. Pero la rueda que me tomó seis meses menos seis días para terminar, tiene un borde que no está torcido, defectuoso ni deficiente; los radios no están torcidos, defectuosos ni deficientes; ni el eje tampoco está torcido, defectuoso ni deficiente. Por esa razón, al rodar tan lejos como duró el ímpetu que llevaba, al final se detuvo firme en su eje’.
“Monjes, quizá pensáis así: ‘En aquella ocasión el fabricante de carros fue alguna otra persona’. Pero no deberíais pensar de esta manera. En aquella ocasión yo mismo era el fabricante de carros. Y fui hábil en lo torcido, defectuoso y deficiente de la madera. Pero ahora soy un Arahant, un Perfectamente Iluminado, y soy hábil en lo torcido, defectuoso y deficiente del cuerpo, hábil en lo torcido, defectuoso y deficiente del habla, y hábil en lo torcido, defectuoso y deficiente de la mente.
“Todo monje o monja que no abandone lo torcido, defectuoso y deficiente del cuerpo, habla y mente cae de este Dhamma y Disciplina, al igual que aquella rueda fabricada en seis días [cae al suelo].
“Pero todo monje o monja que abandone lo torcido, defectuoso y deficiente del cuerpo, habla y mente se establece en este Dhamma y Disciplina, al igual que aquella rueda fabricada en seis meses menos seis días [permanece firme].
“Por eso, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos así: ‘Vamos a abandonar lo torcido, defectuoso y deficiente del cuerpo; vamos a abandonar lo torcido, defectuoso y deficiente del habla; vamos a abandonar lo torcido, defectuoso y deficiente de la mente’. De esta manera, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos”.
FUENTES:
Bhikkhu Bodhi (2012). Pacetana en The Numerical Discourses of the Buddha: A Translation of the Anguttara Nikaya. Boston: Wisdom Publications. P. 210-211.
“Sacetanasutta” en World Tipitaka Edition
Traducido por Anton P. Baron
Editado por Anton P. Baron y Federico Angulo
Publicación de Bosque Theravada, 2012.