Mensaje del Venerable Bhikkhu Bodhi con motivo del segundo aniversario de Bosque Theravada
Durante la fase temprana del budismo, la comunidad budista en India se dividió en diferentes escuelas que florecieron en distintas partes del país. Cada una de estas escuelas conservaba un registro de las enseñanzas del Buda que estaban probablemente basados en una versión muy antigua recogida en el primer concilio budista, que tuvo lugar cerca de la ciudad real de Rajagaha poco después del parinibbana (muerte) del Buda. Con el tiempo, todas estas escuelas tempranas desaparecieron, con una sola excepción. Esta excepción es la escuela llamada budismo Theravada, que había migrado desde la India a Sri Lanka alrededor de dos siglos después del parinibbana del Buda y así sobrevivió a la desaparición del budismo en la misma India.
Los textos sagrados del budismo Theravada son conocidos como el Canon Pali. Se llama así porque está escrito en un antiguo idioma indio que llamamos pali. El pali probablemente no es idéntico a ninguna de las lenguas que el mismo Buda habló, pero pertenece a la misma familia de idiomas, y así su terminología refleja bastante fielmente la intención del Buda de formular sus enseñanzas de la manera en que lo hizo. El Canon Pali también se llama Tipitaka Pali. La palabra «Tipitaka» significa «tres cestas», porque está dividido en tres secciones principales. El Vinaya Pitaka contiene las reglas y regulaciones que gobernan el Sangha, la orden de monjes y monjas. El Sutta Pitaka contiene los discursos del Buda y sus discípulos más famosos. El Abidhamma Pitaka, que procede de un período algo más tardío, consiste de siete tratados que dan a las enseñanzas una expresión más detallada y filosófica.
Entre las tres «cestas», la más útil para obtener acceso a las enseñanzas originales del Buda es el Sutta Pitaka. Esta recopilación es por tanto de importancia primordial para los seguidores de todas las escuelas de budismo, sea Theravada, Mahayana o Vajrayana. Para comprender el Dharma de manera adecuada, sea cual sea su forma, debemos entender los principios más fundamentales, y estos son establecidos de manera más clara en el Sutta Pitaka, tal y como está conservado en el Canon Pali. Por esta razón, el estudio intensivo de los suttas debería ser llevado a cabo por los seguidores de todas las formas de budismo que deseen probar el sabor del desde su origen más antiguo.
Mientras que el budismo ha evolucionado en muchas formas en las distintas tierras hacia las que se ha expandido, y siempre se ha adaptado a la cultura dominante, en el Sutta Pitaka Pali podemos atravesar las adaptaciones culturales y discernir los principios eternos del corazón del Dharma. Por encima de todo, estos son las cuatro nobles verdades, el noble óctuple sendero y los tres entrenamientos en ética, concentración y sabiduría. Incluso hoy, después de 25 siglos, estos principios todavía permanecen vivos y pueden guiar al buscador de la verdad hacia la sabiduría y la amistad espiritual.
Traducido del inglés por Pablo Catalán
Ven. Bhikkhu Bodhi’s message
During the early phase of Buddhism, the Buddhist community in India divided into a different schools which flourished in different parts of the country. Each of these schools preserved a record of the Buddha’s teachings that was probably based on a very ancient version compiled at the first Buddhist council, held near the royal city of Rajagaha shortly after the Buddha’s parinibbana (passing away). In time, all these early schools eventually vanished, with one exception. This exception is the school called Theravada Buddhism, which had migrated from India to Sri Lanka about two centuries after the Buddha’s parinibbana and thus survived the disappearance of Buddhism in India itself.
The sacred texts of Theravada Buddhism are known as the Pali Canon. It is called thus because it is composed in an ancient Indian language that we call Pali. Pali is probably not identical with any of the languages that the Buddha himself actually spoke, but it belongs to the same family of languages and thus its terminology reflects quite faithfully the Buddha’s intention in formulating his teachings in the way he did. The Pali Canon is also called the Pali Tipitaka. The word «Tipitaka» means «Three Baskets,» because it is divided into three main sections. The Vinaya Pitaka contains the rules and regulations governing the Sangha, the order of monks and nuns. The Sutta Pitaka contains the discourses of the Buddha and his most famous disciples. The Abhidhamma Pitaka, which comes from a somewhat later period, consists of seven treatises that give a more detailed philosophical expression to the teachings.
Among the three «baskets,» the most useful for gaining access to the Buddha’s original teachings is the Sutta Pitaka. This compilation is therefore of primary importance for followers of all schools of Buddhism, whether Theravada, Mahayana, or Vajrayana. To understand the Dharma properly, whatever the form, we must understand the fundamental principles, and these are set forth most clearly in the Sutta Pitaka as preserved in the Pali Canon. For this reason, intensive study of the suttas should be undertaken by followers of all forms of Buddhism who wish to taste the flavor of the Dharma from its most ancient fountainhead.
While Buddhism has evolved into many forms in the different lands to which it has spread, and has always adapted to the dominant culture, in the Pali Sutta Pitaka we can pass back beyond the cultural adaptations and discern the timeless principles at the heart of the Dharma. Above all, these are the four noble truths, the noble eightfold path, and the three trainings in ethics, concentration, and wisdom. Even today, after 25 centuries, these principles still remain alive and can guide the seeker of truth towards wisdom and spiritual freedom.