El Venerable Sariputta describe cinco hábiles maneras de lidiar con los sentimientos de odio hacia otras personas.
{162} Entonces, el venerable Sariputta se dirigió a los monjes diciendo: “amigos monjes”.
“Sí, amigo”, respondieron los monjes y el venerable Sariputta continuó:
“Amigos, he aquí, las cinco maneras de abandonar el odio, para que, cuando el odio surja en el monje, el monje lo pueda abandonar por completo. ¿Cuáles cinco?
“Este es el caso, amigos, cuando ciertos individuos son impuros en su conducta corporal, pero son puros en su conducta verbal. El odio hacia esta clase de personas ha de ser abandonado.
“Este es otro caso, amigos, cuando ciertos individuos son impuros en su conducta verbal, pero son puros en su conducta corporal. El odio hacia esta clase de personas ha de ser abandonado.
“Este es otro caso, amigos, cuando ciertos individuos son impuros tanto en su conducta corporal como en su conducta verbal, pero periódicamente experimentan la claridad mental y calma. El odio hacia esta clase de personas ha de ser abandonado.
“Este es otro caso, amigos, cuando ciertos individuos son impuros tanto en su conducta corporal como en su conducta verbal, pero no experimentan periódicamente la claridad mental y calma. El odio hacia esta clase de personas ha de ser abandonado.
“Este es otro caso, amigos, cuando ciertos individuos son puros tanto en su conducta corporal como en su conducta verbal, y experimentan periódicamente la claridad mental y calma. El odio hacia esta clase de personas ha de ser abandonado.
“Ahora, bien, ¿en qué manera debería ser abandonado el odio hacia la persona cuya conducta corporal es impura, pero cuya conducta verbal es pura? Al igual, cuando el monje que hace uso de las cosas tiradas mira el andrajo en el camino: sujetándolo con su pie izquierdo y tendiéndolo con el derecho, puede quedarse con la mejor parte y llevársela consigo. De la misma manera, cuando algún individuo es impuro en su conducta corporal, pero puro en su conducta verbal, uno al mismo tiempo, no debería prestar atención a la impureza de su conducta corporal, sino en vez de eso, poner atención en la pureza de su conducta verbal. De esta manera, el odio hacia él debería ser abandonado.
“¿Y en qué manera debería ser abandonado el odio hacia la persona cuya conducta verbal es impura, pero cuya conducta corporal es pura? Al igual, cuando un estanque de agua está descuidado con limo y plantas acuáticas y un individuo camina a lo largo, acalorado, cubierto de sudor, exhausto, tembloroso y sediento. Él debería entrar en el estanque, apartar el limo y las plantas acuáticas y luego, juntando ambas manos, tomar el agua y seguir su camino. De la misma manera, cuando algún individuo es impuro en su conducta verbal, pero puro en su conducta corporal, uno al mismo tiempo, no debería prestar atención a la impureza de su conducta verbal, sino en vez de eso, poner atención en la pureza de su conducta corporal. De esta manera, el odio hacia él debería ser abandonado.
“¿Y en qué manera debería ser abandonado el odio hacia la persona cuya conducta, tanto verbal como corporal, es impura, pero que periódicamente experimenta la claridad mental y calma? Al igual, cuando un pequeño charco está dentro de la huella de una vaca y un individuo camina por ahí, acalorado, cubierto de sudor, exhausto, tembloroso y sediento. Entonces, él podría pensar esto: ‘he aquí, un pequeño charco está dentro de la huella de una vaca. Si trato de tomar el agua usando mis manos o la taza, podría disturbarla, revolverla y hacerla no apta para beber. ¿Qué tal si me acerco a cuatro patas, como una vaca, para sorber el agua?’ Entonces, él se acerca a cuatro patas, como una vaca, para sorber el agua y luego sigue su camino. De la misma manera, cuando una persona es impura, tanto en su conducta verbal como corporal, pero periódicamente experimenta la claridad mental y calma, uno al mismo tiempo, no debería prestar atención a la impureza de su conducta verbal ni tampoco prestar atención a su conducta corporal, sino en vez de eso, poner atención en el hecho, según el cual, esta persona periódicamente experimenta la claridad mental y calma. De esta manera, el odio hacia él debería ser abandonado.
“¿Y en qué manera debería ser abandonado el odio hacia la persona cuya conducta, tanto verbal como corporal, es impura, y que además, no experimenta periódicamente la claridad mental y calma? Al igual, cuando un hombre enfermo –penosa y seriamente enfermo- está viajando a lo largo del camino, lejos del anterior pueblo y lejos del siguiente, incapaz de conseguir la comida que necesita, incapaz de conseguir la medicina que necesita, incapaz de conseguir la asistencia necesaria e incapaz de conseguir a nadie que le ofrezca una habitación humana. E imaginad a otra persona que lo ve caminando a lo largo del camino. Él haría lo que pudiera por la compasión, lástima y simpatía por este hombre, pensando: ‘oh, que este hombre consiga la comida que necesita, la medicina que necesita, la asistencia que necesita y a alguien que lo ofrezca una habitación humana. ¿Por qué así? Para que no caiga dentro de la ruina justo aquí’. De la misma manera, cuando una persona tiene una conducta impura, tanto verbal como corporal, y que además, no experimenta periódicamente la claridad mental y calma, uno debería hacer lo que pudiera por compasión, lástima y simpatía por este hombre, pensando: ‘oh, que esta persona abandone la incorrecta conducta verbal y desarrolle la conducta verbal correcta; que abandone la incorrecta conducta corporal y desarrolle la conducta corporal correcta. ¿Por qué así? Porque al disolverse este cuerpo, después de la muerte, él puede caer dentro de un estado de privación, en el mal destino, en un reino bajo, en el infierno. De esta manera, el odio hacia él debería ser abandonado.
“¿Y en qué manera debería ser abandonado el odio hacia la persona cuya conducta, tanto verbal como corporal, es pura y que experimenta periódicamente la claridad mental y calma? Al igual, cuando un estanque está lleno de agua pura –dulce, fresca y limpia, con suaves pendientes y sombras en todos lados de árboles de toda clase, y un individuo camina por ahí, acalorado, cubierto de sudor, exhausto, tembloroso y sediento. Entonces, habiéndose hundido dentro del estanque, habiéndose bañado y bebido, vuelve y se sienta o recuesta justo ahí, a la sombra de los árboles. De la misma manera, cuando una persona tiene conducta pura, tanto verbal como corporal, y experimenta periódicamente la claridad mental y calma, uno debería, al mismo tiempo, prestar atención a la pureza de su conducta verbal y prestar atención a la pureza de su conducta corporal, y poner atención en el hecho, según el cual, esta persona periódicamente experimenta la claridad mental y calma. De esta manera, el odio hacia él debería ser abandonado. Un individuo enteramente inspirador, puede hacer que la mente crezca en serenidad.
“Estas son las cinco maneras de abandonar el odio, para que, cuando el odio surja en el monje, el monje lo pueda abandonar por completo.”
FUENTES:
HARE, E.M. (2001) “The same” en The Book of the Gradual Sayings (Anguttara Nikaya) or More-Numbering Suttas. Vol. II (The Books of Fives and Sixes). Oxford, Pali Text Society. Págs. 137-140.
“ Dutiyaaghatapativinasutta ” en World Tipitaka Edition , http://studies.worldtipitaka.org/tipitaka/16A5/4/4.2/4.2.2 (13 de mayo de 2008)
THANISSARO BHIKKHU [en línea] Aghatavinaya Sutta: Subduing Hatred (2)http://www.accesstoinsight.org/tipitaka/an/an05/an05.162.than.html (07 de junio de 2009)
Traducido y publicado por Isidatta para el Bosque Theravada © 2010
Edición de Bosque Theravada © 2010
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