AN 5,49 Kosala Sutta – Discurso con los kosalas

Cuando muere la reina Mallika, su esposo el rey Pasenadi, es sobrecogido por un gran dolor. El Buda aconseja al rey sobre cómo sobreponerse a un dolor obsesivo.


[Leer en pali]

[49] En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando cerca de Savatthi en la arboleda Jeta del parque de Anathapindika. En este tiempo, el rey de los kosalas, Pasenadi, se fue junto al Bienaventurado y, al llegar, lo saludó respetuosamente y se sentó a un lado. Justo en este tiempo acababa de fallecer la reina Mallika.

Entonces, un cierto hombre se acercó al rey y susurró a su oído lo siguiente: “Su majestad, la reina Mallika acaba de fallecer”. Cuando esto fue dicho, el rey de los kosalas, Pasenadi, se puso gravemente dolorido y enfermo de corazón; con sus hombros caídos, con el rostro marchito, permaneció empollado y sin palabra.

Y el Bienaventurado miró al rey, empollado ahí y sin palabra, gravemente dolorido y enfermo de corazón y se dirigió a él con estas palabras:

“He aquí, gran rey, hay cinco cosas que no pueden ser obtenidas por el asceta, por el buen hombre, por el deva, por el Mara, por el Brama ni por nadie en este mundo; ¿cuáles cinco?

“Que lo que esté sujeto al deterioro, no se deteriore. Esto es algo que no puede ser obtenido por el asceta, por el buen hombre, por el deva, por el Mara, por el Brama ni por nadie en este mundo

“Que lo que esté sujeto a la enfermedad, no se enferme. Esto es algo que no puede ser obtenido por el asceta, por el buen hombre, por el deva, por el Mara, por el Brama ni por nadie en este mundo.

“Que lo que esté sujeto a la muerte, no se muera. Esto es algo que no puede ser obtenido por el asceta, por el buen hombre, por el deva, por el Mara, por el Brama ni por nadie en este mundo.

“Que lo que es finito, no se acabe. Esto es algo que no puede ser obtenido por el asceta, por el buen hombre, por el deva, por el Mara, por el Brama ni por nadie en este mundo.

“Que lo que esté sujeto a la destrucción, no sea destruido. Esto es algo que no puede ser obtenido por el asceta, por el buen hombre, por el deva, por el Mara, por el Brama ni por nadie en este mundo.

“Gran rey, una persona no instruida, común y corriente, sujeta al deterioro, mientras se deteriora no piensa así: ‘No solamente yo estoy sujeto al envejecimiento, sino que esto se extiende a todos los seres –del pasado y del futuro, los que murieron y los que van a nacer- esto, pasa a todos los que están sujetos al deterioro, que se están deteriorando. Y cuando llegue el deterioro a mí, que estoy sujeto a deteriorarse, experimentaré la tristeza, el dolor y el lamento; golpearé mi pecho y seré distraído; la comida perderá su atractivo para mí, mi cuerpo se volverá feo, mis asuntos no serán atendidos y mis enemigos estarán felices, mientras que mis amigos, tristes.’ Así que, cuando el deterioro finalmente le llega, él experimenta la tristeza, el dolor y el lamento; golpea su pecho y se queda distraído; la comida pierde su atractivo para él, su cuerpo se vuelve feo, sus asuntos no son atendidos y sus enemigos están felices, mientras que sus amigos, tristes. Gran rey, a este hombre se le llama una persona no instruida, común y corriente, penetrada con el ponzoñoso dardo del dolor, que se atormenta a sí mismo.

“Además, gran rey, una persona no instruida, común y corriente, sujeta a la enfermedad… sujeta a la muerte… finita… sujeta a la destrucción, mientras se está destruyendo no piensa así: ‘No solamente yo estoy sujeto a la destrucción, sino que esto se extiende a todos los seres –del pasado y del futuro, los que murieron y los que van a nacer- esto, pasa a todos los que están sujetos a la destrucción, que se están destruyendo. Y cuando llegue la destrucción a mí, que estoy sujeto a ella, experimentaré la tristeza, el dolor y el lamento; golpearé mi pecho y seré distraído; la comida perderá su atractivo para mí, mi cuerpo se volverá feo, mis asuntos no serán atendidos y mis enemigos estarán felices, mientras que mis amigos, tristes.’ Así que, cuando la destrucción finalmente le llega, él experimenta la tristeza, el dolor y el lamento; golpea su pecho y se queda distraído; la comida pierde su atractivo para él, su cuerpo se vuelve feo, sus asuntos no son atendidos y sus enemigos están felices, mientras que sus amigos, tristes. Gran rey, a este hombre se le llama una persona no instruida, común y corriente, penetrada con el ponzoñoso dardo del dolor, que se atormenta a sí mismo.

“Pero, gran rey, el bien instruido discípulo de un noble, sujeto al deterioro, mientras se deteriora piensa así: ‘No solamente yo estoy sujeto al envejecimiento, sino que esto se extiende a todos los seres –del pasado y del futuro, los que murieron y los que van a nacer- esto, pasa a todos los que están sujetos al deterioro, que se están deteriorando. Y si llegara el deterioro a mí, que estoy sujeto a deteriorarse, experimentaría la tristeza, el dolor y el lamento; golpearía mi pecho y sería distraído; la comida perdería su atractivo para mí, mi cuerpo se volvería feo, mis asuntos no serían atendidos y mis enemigos estaría felices, mientras que mis amigos, tristes.’ Así que, cuando el deterioro le llega, él no experimenta la tristeza, el dolor ni el lamento; no golpea su pecho ni se queda distraído. Gran rey, a este hombre se le llama el bien instruido discípulo de un noble, que tiene sacado fuera el ponzoñoso dardo del dolor, que atormenta a la persona no instruida, común y corriente. Libre del dolor, libre del dardo, el discípulo de un noble se ha atemperado por completo.

“Además, gran rey, el bien instruido discípulo de un noble sujeto a la enfermedad… sujeto a la muerte… finito… sujeto a la destrucción, mientras se está destruyendo piensa así: ‘No solamente yo estoy sujeto a la destrucción, sino que esto se extiende a todos los seres –del pasado y del futuro, los que murieron y los que van a nacer- esto, pasa a todos los que están sujetos a la destrucción, que se están destruyendo. Y si llegara la destrucción a mí, que estoy sujeto a ella, experimentaría la tristeza, el dolor y el lamento; golpearía mi pecho y sería distraído; la comida perdería su atractivo para mí, mi cuerpo se volvería feo, mis asuntos no serían atendidos y mis enemigos estarían felices, mientras que mis amigos, tristes.’ Así que, cuando la destrucción le llega, él no experimenta la tristeza, el dolor y el lamento; no golpea su pecho ni se queda distraído. Gran rey, a este hombre se le llama el bien instruido discípulo de un noble, que tiene sacado fuera el ponzoñoso dardo del dolor, que atormenta a la persona no instruida, común y corriente. Libre del dolor, libre del dardo, el discípulo de un noble se ha atemperado por completo.

“Éstas son, gran rey, las cinco cosas que no pueden ser obtenidas por el asceta, por el buen hombre, por el deva, por el Mara, por el Brama ni por nadie en este mundo.”

No a través del lamento,

No a través del dolor,

Se encaran ciertos logros,

Ni siquiera un poco.

Al conocer tu lamento y dolor,

Tus enemigos se sienten gratificados.

Pero, cuando el sabio,

Con la determinación, se fija en lo que es su logro,

No se conmueve frente al infortunio,

Sus enemigos se ven apenados

Observando su rostro inmutable, como el de los antiguos.

Pero, sin embargo, cuando el logro es obtenido

A través de elogios, cantos, buenos dichos,

Donativos y costumbres familiares [1] ,

Sígalos diligentemente, de ésta u otra manera.

Pero cuando disciernas que tu propio logro,

O el de los demás,

Ha sido alcanzado de esta manera,

Ceda a la ausencia del dolor, con éste pensamiento:

“¿Cómo aplico ahora mejor el esfuerzo que estoy haciendo?”

 


NOTA:

[1] Son componentes de los antiguos tradicionales ritos funerarios.


FUENTES:

HARE, E.M (2001) “The Kosalan” en The Book of the Gradual Sayings (Anguttara-Nikaya or More-Numbered Suttas). Vol. III: The Book of the Fives and Sixes. Oxford, Pali Text Society. Págs. 47-48.

“Kosalasutta” [en línea] en World Tipitaka Edition (13/05/2008).

THANIISARO BHIKKU [en línea] Kosala Sutta: The Kosalan.http://www.accesstoinsight.org/tipitaka/an/an05/an05.049.than.html (7 de junio de 2009)


Traducido y Editado por Anton P. Baron

Publicación del Bosque Theravada, 2012.