Introducción

Del libro Las Cuatro Verdades Nobles, por Ajahn Sumedho.

Que tanto vosotros como yo hayamos tenido que viajar y caminar penosamente por este largo camino se debe a nuestro no descubrir, no penetrar, las cuatro verdades. ¿Qué cuatro?

Son: La Verdad Noble del Sufrimiento, La Verdad Noble del Origen del Sufrimiento, La Verdad Noble de la Cesación del Sufrimiento, y la Verdad Noble del Camino que lleva a la Cesación del Sufrimiento.

(Digha Nikaya, Sutta 16)

 

El Dhammacakkappavattana Sutta, la enseñanza del Buddha sobre las Cuatro Verdades Nobles, ha sido la principal referencia que he usado para mi práctica a lo largo de los años. Es la enseñanza que usábamos en nuestro monasterio en Tailandia. La escuela Theravada del Buddhismo considera a este sutta como la quintaesencia de la enseñanza del Buddha . Este sutta contiene todo lo necesario para comprender el Dhamma y para la iluminación.

Aunque el Dhammacakkappavattana Sutta se considera como el primer sermón que dio el Buddha después de su iluminación, a veces me gusta pensar que dio su primer sermón al encontrarse con un asceta camino a Varanasi. Después de su iluminación en Bodh Gaya, el Buddha pensó: ‘Esta es una enseñanza tan sutil. Probablemente no pueda transmitir con palabras lo que he descubierto, así que no enseñaré. Sólo me sentaré bajo el árbol Bodhi por el resto de mi vida’.

Para mí esta idea es muy tentadora, simplemente irse y vivir sólo sin tener que tratar con los problemas de la sociedad. Sin embargo, mientras el Buddha estaba pensando de este modo, Brahma Sahampati, la deidad creadora del Hinduismo, se acercó al Buddha y le convenció para que fuera a enseñar. Brahma Sahampati persuadió al Buddha de que había seres que podrían comprender, seres que sólo tenían un poco de polvo en sus ojos. Así que las enseñanzas del Buddha tuvieron como objetivo a aquellos con un poco de polvo en sus ojos – estoy seguro de que no pensaba en que se fuese a convertir en un movimiento popular de masas.

Después de la visita de Brahma Sahampati, el Buddha se encontraba de camino de Bodh Gaya a Varanasi cuando se encontró con un asceta que estaba impresionado por su apariencia radiante. El asceta dijo: ‘¿Qué es lo que has descubierto?’ Y el Buddha respondió: ‘Soy el perfectamente iluminado, el Arahant, el Buddha’.

Me gusta considerar este como su primer sermón. Fue un fracaso porque el hombre que escuchaba pensó que el Buddha había estado practicando demasiado duro y se estaba sobrestimando. Si alguien nos dijera esas palabras estoy seguro de que reaccionaríamos igual. ¿Qué haríais si yo os dijera: ‘soy el perfectamente iluminado’?

En realidad, la afirmación del Buddha era una enseñanza muy acertada y precisa. Es la enseñanza perfecta, pero la gente no puede comprenderla. Tiende a malinterpretarla y a creer que proviene de un ego porque la gente siempre está interpretando todo a partir de su ego. ‘Soy el perfectamente iluminado’ puede sonar como una afirmación egotista, pero ¿no es en realidad puramente trascendente? Esa afirmación: ‘Soy el Buddha, el perfectamente iluminado’ es interesante de contemplar porque conecta el uso de ‘yo soy’ con logros o comprensiones superlativas. En todo caso, el resultado de la primera enseñanza del Buddha fue que el oyente no pudo comprenderla y se fue.

Más tarde, el Buddha encontró a sus viejos compañeros en el Parque de los Ciervos de Varanasi. Los cinco estaban sinceramente dedicados al ascetismo estricto. Se habían desilusionado con el Buddha anteriormente porque creían que había dejado de ser sincero en su práctica. Esto fue porque el Buddha , antes de iluminarse, había empezado a comprender que el ascetismo estricto no era conducente de manera alguna hacia un estado iluminado, y entonces dejó de practicar de aquella forma. Estos cinco amigos pensaron que se lo estaba tomando a la ligera: quizás le vieron comer arroz con leche, lo que tal vez se podría comparar a comer helados en la actualidad. Si eres un asceta y ves a un monje comiendo un helado, podrías perder tu fe en él porque piensas que los monjes deberían comer sopa de ortigas. Si realmente amaras el ascetismo y me vieras comiendo un helado ya no tendrías fe en Ajahn Sumedho. Este es el modo en que funciona la mente humana; tendemos a admirar hechos impresionantes de autotortura y negación. Cuando perdieron la fe en él, estos cinco amigos o discípulos abandonaron al Buddha – lo que le dio la oportunidad de sentarse bajo el árbol Bodhi e iluminarse.

Luego, cuando se encontraron nuevamente con el Buddha en el Parque de los Ciervos de Varanasi, al principio los cinco pensaron, ‘Ya sabemos cómo es él. Ni siquiera nos molestemos’. Pero a medida que se acercaba, todos sintieron que había algo especial en el Buddha . Permanecieron de pie para hacerle un lugar donde sentarse y el Buddha ofreció su sermón sobre las Cuatro Verdades Nobles.

Esta vez, en lugar de decir ‘soy el iluminado’, dijo: ‘Hay sufrimiento. Hay un origen del sufrimiento. Hay la cesación del sufrimiento. Hay un camino para salir del sufrimiento’. Presentada de este modo, su enseñanza no necesita aceptación o negación. Si hubiera dicho: ‘soy el totalmente iluminado’, estaríamos forzados a estar de acuerdo o a oponernos, o simplemente desconcertados. No hubiéramos sabido muy bien cómo ver esa afirmación. Sin embargo, diciendo: ‘Hay sufrimiento. Hay un origen del sufrimiento. Hay la cesación del sufrimiento. Hay un camino para salir del sufrimiento’, ofreció algo para la reflexión: ‘¿Qué quieres decir con esto? ¿Qué quieres decir con sufrimiento, su origen, su cesación y el camino?’

Así que empezamos a contemplarlo, a pensar en ello. Con la afirmación: ‘soy el totalmente iluminado’, simplemente podríamos discutir sobre ello. ‘¿Realmente está iluminado?’… ‘No lo creo’. Sólo discutiríamos; no estamos preparados para una enseñanza que sea tan directa. Obviamente, el primer sermón del Buddha fue para alguien que todavía tenía bastante polvo en sus ojos y fracasó. Así que en la segunda ocasión, ofreció la enseñanza sobre las Cuatro Verdades Nobles.

Entonces las Cuatro Verdades Nobles son: hay sufrimiento; hay una causa u origen del sufrimiento; hay un fin del sufrimiento; y hay un sendero de salida del sufrimiento que es el Sendero Óctuple. Cada una de estas Verdades tiene tres aspectos que hacen un total de doce entendimientos. En la escuela Theravada, un arahant, una persona que se ha perfeccionado, es alguien que ha visto claramente las Cuatro Verdades Nobles con sus tres aspectos y sus doce entendimientos. ‘Arahant’ significa un ser humano que comprende la verdad; se aplica principalmente a la enseñanza de las Cuatro Verdades Nobles.

Para la Primera Verdad Noble, ‘Hay sufrimiento’ es el primer entendimiento. ¿Cuál es ese entendimiento? No necesitamos convertirlo en algo grandioso; es sólo el reconocimiento: ‘Hay sufrimiento’. Ese es un entendimiento intuitivo básico. La persona ignorante dice: ‘Yo estoy sufriendo. No quiero sufrir. Medito y voy a retiros para salir del sufrimiento, pero aun estoy sufriendo y no quiero sufrir… ¿Cómo puedo salir del sufrimiento? ¿Qué puedo hacer para liberarme de él?’ Pero esa no es la Primera Verdad Noble; no es: ‘Yo estoy sufriendo y yo quiero terminar con esto’. El entendimiento es: ‘Hay sufrimiento’. Ahora estás observando el dolor o la angustia que sientes – no desde la perspectiva de ‘es mío’ sino como una reflexión: ‘Hay este sufrimiento, este dukkha ’. Está llegando desde la posición reflexiva de ‘Buddha viendo el Dhamma’. El entendimiento es simplemente el reconocimiento de que hay este sufrimiento sin hacerlo personal. Ese reconocimiento es una comprensión intuitiva importante; simplemente observar la angustia mental o el dolor físico y verlo como dukkha más que como una desgracia personal – simplemente verlo como dukkha y no reaccionar ante ello del modo habitual.

El segundo entendimiento de la Primera Verdad Noble es: ‘El sufrimiento debe ser comprendido’. El segundo entendimiento o aspecto de cada una de las Verdades Nobles contiene la palabra ‘debe’: ‘Debe ser comprendido’. La segunda intuición, entonces, es que dukkha es algo para comprender. Uno debería comprender dukkha , no sólo intentar deshacerse de ello.

Podemos ver la palabra ‘comprensión’ como ‘estar debajo’[1] . Es una palabra bastante común pero, en Pali, ‘comprender’ significa aceptar realmente el sufrimiento, permanecer debajo o abrazarlo en lugar de reaccionar ante él. Con cualquier forma de sufrimiento – físico o mental – normalmente sólo reaccionamos, pero con comprensión podemos observar el sufrimiento realmente; aceptarlo realmente, sostenerlo realmente, y abrazarlo. Así que ese es el segundo aspecto, ‘Debemos comprender el sufrimiento’.

El tercer aspecto de la Primera Verdad Noble es: ‘El sufrimiento ha sido comprendido’. Cuando realmente has practicado con el sufrimiento observándolo, aceptándolo, conociéndolo y dejándolo ser como es, entonces está el tercer aspecto, ‘el sufrimiento ha sido comprendido’, o ‘Dukkha ha sido comprendido’. Así que estos son los tres aspectos de la Primera Verdad Noble: ‘Hay dukkha ’, ‘tiene que ser comprendido’; y ‘ha sido comprendido’.

Este es el modelo para los tres aspectos de cada Verdad Noble. Está la afirmación, luego la prescripción, y luego el resultado de haber practicado. Uno también puede verlo en términos de las palabras pali pariyatti, patipatti y pativedha. Pariyatti es la teoría o la afirmación, ‘hay sufrimiento’. Patipatti es la práctica – practicar con él; y pativedha es el resultado de la práctica. Esto es lo que llamamos un modelo reflexivo; realmente estás desarrollando tu mente de un modo muy reflexivo. Una mente de Buddha es una mente reflexiva que conoce las cosas tal como son.

Utilizamos estas Cuatro Verdades Nobles para nuestro desarrollo. Las aplicamos a las cosas comunes de nuestra vida, a los apegos y obsesiones comunes de la mente. Con estas verdades, podemos investigar nuestros apegos para tener los entendimientos intuitivos. A través de la Tercera Verdad Noble podemos comprender la cesación, el fin del sufrimiento, y practicar el Sendero Óctuple hasta que haya comprensión. Cuando el Sendero Óctuple ha sido plenamente desarrollado, uno es un arahant, uno lo ha logrado. Aunque esto suene complicado – cuatro verdades, tres aspectos, doce comprensiones intuitivas – es bastante simple. Es una herramienta que tenemos para utilizarla para ayudarnos a comprender el sufrimiento y el no-sufrimiento.

Dentro del mundo buddhista, no existen ya muchos buddhistas que utilicen las Cuatro Verdades Nobles, incluso en Tailandia. La gente dice: ‘Oh, sí, las Cuatro Verdades Nobles – cosas de principiantes’. Luego puede que utilicen toda clase de técnicas vipassana y se vuelvan realmente obsesionados con los dieciséis niveles antes de comprender las Cuatro Verdades Nobles. Me resulta bastante sorprendente que en el mundo buddhista la enseñanza realmente profunda haya sido desechada como Buddhismo primitivo: ‘Es para niños, para los principiantes. El curso avanzado es…’ Acuden a teorías e ideas complicadas – olvidando la enseñanza más profunda.

Las Cuatro Verdades Nobles son una reflexión para toda la vida. No es sólo un asunto de comprender las Cuatro Verdades Nobles, los tres aspectos, y los doce niveles y volverse un arahant en un retiro y después pasar a algo más avanzado. Las Cuatro Verdades Nobles no son así de fáciles. Requieren una actitud continuada de vigilancia y proveen el contexto para toda una vida de examen.



[1] Aquí se refiere a la palabra inglesa ‘understanding ’, ‘under ’: debajo, y ‘standing ’: estar o permanecer.