Este sutta, a parte de contener una historia alentadora sobre cómo vencer las dificultades en el camino, muestra que en la época del Buda el rol del preceptor o maestro consistía en ser una aspecie de «amigo espiritual» con el cual uno podría francamanete compartir sus logros o fracasos.
{55} En una ocasión, cierto monje se acercó a su preceptor y le dijo:
“Siento, señor, como si mi cuerpo estuviera drogado. He perdido la orientación. Veo confusas las cosas. La somnolencia y la apatía se apoderan de mi mente todo el tiempo. No soy feliz llevando esta vida santa y tengo dudas acerca de los fenómenos mentales.”
Entonces, el preceptor llevó a este monje en la presencia del Bienaventurado. Al llegar, lo saludó respetuosamente y se sentó a un lado. Luego, el preceptor dijo al Bienaventurado: “Señor, este monje me dijo lo siguiente: ‘Siento, señor, como si mi cuerpo estuviera drogado. He perdido la orientación. Veo confusas las cosas. La somnolencia y la apatía se apoderan de mi mente todo el tiempo. No soy feliz llevando esta vida santa y tengo dudas acerca de los fenómenos mentales.’”
Entonces, el Bienaventurado respondió con estas palabras: “Monje, esto siempre ocurre así. Cuando uno mora con las puertas de los sentidos desguarnecidas, con falta de moderación en la comida, no inclinándose hacia la atención, no buscando lo que es recto y no desarrollando, día tras día, las cualidades mentales que llevan a la Iluminación [1] , entonces uno siente como si su cuerpo estuviera drogado, como si haya perdido la orientación. Ve confusas las cosas. La somnolencia y la apatía se apoderan de su mente todo el tiempo. No es feliz llevando esta vida santa y tiene dudas acerca de los fenómenos mentales.
“De modo que, monje, entrénate a ti mismo así:
“Voy a guardar las puertas de los sentidos con mayor ahínco, voy a ser moderado en la comida e inclinado hacia la atención. Voy a buscar lo que es recto y, día tras día, voy a desarrollar las cualidades mentales que llevan a la Iluminación. Entrénate de esta manera, monje.”
Después de esto, el monje, al haber recibido las instrucciones por parte del Bienaventurado, se levantó de su asiento, se inclinó delante del él y partió de allí, teniendo cuidado que el Bienaventurado quedara siempre a su mano derecha.
Y no mucho tiempo después, morando en soledad, recluido, con ardiente y firme resolución, este monje alcanzó la suprema meta de la vida santa, por la que rectamente, un dueño de casa la abandona para vivir un estilo de vida sin hogar, y permaneció en ella. Él supo: “El nacimiento está destruido, la vida santa ha sido vivida, la tarea está hecha. He aquí, que no hay nada más qué hacer en referencia a este mundo.” Y aquel monje llegó a acrecentar el número de los arahants.
Luego, una vez alcanzado el estado de arahant, este monje se fue junto a su preceptor y le dijo:
“Señor, ya no siento más como si mi cuerpo estuviera drogado. He recuperado la orientación. Las cosas las veo claras. La somnolencia y la apatía no se apoderan más de mi mente. Soy feliz llevando esta vida santa y no tengo más dudas acerca de los fenómenos mentales.”
Entonces, el preceptor llevó a este monje, lo presentó delante del Bienaventurado. Al llegar, lo saludó respetuosamente y se sentó a un lado. Luego, el preceptor dijo al Bienaventurado: “Señor, este monje me dijo lo siguiente: ‘Señor, ya no siento más como si mi cuerpo estuviera drogado. He recuperado la orientación. Las cosas las veo claras. La somnolencia y la apatía no se apoderan más de mi mente. Soy feliz llevando esta vida santa y no tengo más dudas acerca de los fenómenos mentales.’”
Entonces, el Bienaventurado respondió con estas palabras: “Monje, esto siempre ocurre así… [aquí, el texto repite íntegramente, las anteriores instrucciones del Buda ].
NOTA:
[1] Se trata de 37 cualidades mentales que llevan a la Iluminación (bodhipakkhiyadhamma ) , agrupadas en siete conjuntos, constituyen un listado de elementos más importantes de la enseñanza budista, confeccionado por el mismo Buda.
FUENTES:
“Upajjhayasuttam” en Chattha Sangayana . CD-Rom, versión 3.
HARE, E.M. (2001) “The preceptor” en The Book of the Gradual Sayings (Anguttara-Nikaya) or More-Numbered Suttas. Oxford, Pali Text Society. Págs. 57-58.
Traducido y publicado por Isidatta para el Bosque Theravada © 2009
Edición de Bosque Theravada © 2009
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Revisado: 09/06/2009