Del libro «Anapanasati Sutta: Una guía práctica para la meditación de la conciencia de la respiración», por Bhante Vimalaramsi.
Nota de Bosque Theravada: Bhante Vimalaramsi se basa en este apartado en el MN 77 {10M.3.7,237-259} Mahasakuludayi Sutta – Discurso a Sakuludayo. En cursiva el texto del sutta. En formato normal los comentarios de Bhante Vimalaramsi
«Nuevamente Udayin, he proclamado a mis discípulos la manera de desarrollar los cuatro tipos correctos de esfuerzo. Un Bhikkhu se levanta con fervor, por el no-surgimiento de estados no beneficiosos perjudiciales no manifestados, y hace el esfuerzo, despierta energía, empeña su mente, y lucha.»
Aparte de fervor, la palabra pali chanda además significa interés alegre o entusiasmo. Una mente que apunta hacia un objeto beneficioso como la alegría tiene esta cualidad de interés alegre. Así, el primer tipo correcto de esfuerzo es cultivar una mente con interés alegre y entusiasmo para que ésta se vuelva clara y libre de estados perjudiciales. La alegría crece cuando la mente está sonriente y feliz tanto durante nuestra vida diaria como durante la meditación. Como resultado, la mente estará positiva y saludable. Hoy en día, estos cuatro tipos de esfuerzo son usualmente llamados los cuatro esfuerzos correctos. Algunos maestros de meditación solicitan al meditador que pongan un esfuerzo enérgico para notar lo que está ocurriendo en el momento presente. Pero el sutta claramente muestra que este no es ese tipo de atención.
La atención de interés alegre y entusiasmo, es decir, tener una mente sonriente lleva a tener una mente liviana, abierta, aceptante y sin tensión alguna.
Esta es la definición apropiada de esfuerzo correcto y, de acuerdo al sutta, nada tiene que ver con notar los fenómenos hasta que se vayan.
«Se levanta con fervor por el abandono de estados no-beneficiosos perjudiciales no manifestados, y hace el esfuerzo, despierta energía, empeña su mente y lucha.»
El segundo tipo correcto de esfuerzo enseña a abandonar los estados emocionalmente cargados como el enojo, la tristeza, celos, ansiedad, stress, depresión, miedo, etc., y reemplazarlos por una mente sonriente que relaja incluso la más sutil tensión. Este es el estado beneficioso de interés alegre y entusiasmo.
Al cultivar tal mente sonriente, uno se sobrepone a la identificación de estos estados con el ego, de que son «míos». Un buen sentido del humor acerca de uno mismo es una herramienta poderosa para desarrollar el camino espiritual.
«Se levanta con fervor por el surgimiento de estados beneficiosos no manifestados, y hace el esfuerzo, despierta energía, empeña su mente, y lucha.»
Esto significa que la mente trae interés alegre y entusiasmo cuando estos estados beneficiosos no están en la mente. En otras palabras, la cultivación de la atención significa cultivar la alegría y una mente sonriente. Aún cuando haya una mente neutral que esté meramente pensando esto o aquello, este es el momento para practicar sonreír en la mente y experimentar el interés alegre y el entusiasmo.
«Se levanta con fervor para la continuación, no-desaparición, refuerzo, aumento y realización de los estados beneficiosos manifestados, y hace el esfuerzo, despierta energía, empeña su mente, y lucha. Y así muchos discípulos míos permanecen habiendo alcanzado la consumación y perfección de directo conocimiento.»
El cuarto tipo correcto de esfuerzo se refiere a una continua práctica, no sólo durante la práctica formal de meditación sino también durante las actividades diarias.
Una vez el autor fue abordado por unos estudiantes que preguntaron: «¿Cómo puede uno lograr el Nibbana al practicar el sonreír y tener el interés alegre?»
Ellos pensaron que habían dicho algo muy profundo porque pensaron que el Nibbana es logrado al observar el dolor y el sufrimiento todo el tiempo.
Estos estudiantes no están practicando ser livianos y felices como el Señor Buda enseñó. El autor les respondió preguntándoles: «¿Cómo pueden llegar al Nibbana sin sonreír y tener interés alegre en su mente? ¿No es la alegría uno de los factores de la iluminación? ¿No dijo el Señor Buda, ‘Nosotros somos los felices’?»
Aquí uno puede ver la importancia de desarrollar una mente que sonría y tenga interés alegre. Allí surge un verdadero cambio de perspectiva en la propia mente cuando se tiene interés alegre y una sonrisa. Uno no es tan pesado y enojado cuando las cosas se ponen difíciles. Esto es porque no hay tanto apego al ego y el meditador puede ver cualquier situación claramente. Cuando la mente no sonríe y no tiene interés alegre, todo se vuelve pesado y todo estado mental y los pensamientos se vuelven deprimentes. La mente se vuelve demasiado seria y toma todo negativamente.
Por ejemplo, digamos que estás muy feliz y yo llego y te doy una rosa. Puede que tomes esa rosa y admires su color, la forma y la fragancia. Piensas, «Que flor maravillosa! Solo verla me hace feliz». Pero, si estás con ánimo depresivo o enojado y llego y te doy la misma rosa, tu mente hubiese visto sólo las espinas.
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